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Las mujeres cobran casi 5.000 euros menos que los hombres en Cantabria, la quinta mayor brecha salarial, según Gestha

Las mujeres de Cantabria aún cobran 4.897 euros menos que los hombres, lo que supone la quinta mayor brecha salarial de todas las comunidades, según se desprende de la sexta edición del informe ‘Brecha salarial y techo de cristal’, de los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), publicado en la antesala del Día Internacional de la Mujer

De este modo, solo superan a Cantabria en brecha salarial Aragón (5.213 euros), Cataluña (5.252), Asturias (5.559) y Comunidad de Madrid (7.499). Por edad, Cantabria es la tercera comunidad con mayor brecha salarial de 36 a 45 años, superior incluso a la media de la región, con 5.357 euros, solo con Asturias (6.183) y la Comunidad de Madrid (6.877) por delante.

Los técnicos señalan que en 2020 la brecha disminuyó por debajo de la registrada en 2014. En términos porcentuales, las mujeres tendrían que cobrar un 25,5% más para igualar el sueldo de los hombres, según muestran los últimos datos de la AEAT. En este escenario, Gestha afirma que el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha influido notablemente en la reducción de la brecha salarial y, aunque admite que el ritmo 2005-2020 para acabar con estas desigualdades se ha acelerado de los 121 años en 2019 a los 74 años en 2020, asegura que aún queda mucho para trabajar en favor de la igualdad salarial.

Los técnicos explican que en los tres tramos de retribuciones más altas son donde se concentran los agravios de la brecha salarial. De hecho, mientras que las mujeres cobran entre 132 y 145 euros más que los hombres en la horquilla que oscila entre los 19.950 y los 33.250 euros de salario anual (143 y 183 en Cantabria, respectivamente), reciben casi 43.550 euros menos cuando las retribuciones escalan por encima de los 133.000 euros al año. En el análisis por edades, la brecha salarial va aumentando desde los 834 euros (1.195 en Cantabria) y 1.361 euros (1.352 en Cantabria) en las edades tempranas hasta los 6.316 euros a los 56 años (6.369 en Cantabria) o los 11.447 euros (9.838 en Cantabria) de brecha de las de más de 65 años, lo que muestra con claridad las etapas que las mujeres dedican a los cuidados familiares en detrimento de su desarrollo profesional.

Para los técnicos de Hacienda, los principales motivos de la brecha salarial serían la precariedad y el techo de cristal, puesto que algo más de 4,2 millones de mujeres no llegarían a cobrar en el conjunto del año el SMI, es decir, el 49% del total de las ocupadas.

Además, Gestha puntualiza que la ocupación de la mujer disminuye conforme aumenta el nivel de retribuciones de los puestos de trabajo, de forma que la presencia de la mujer cae por debajo del 40% en puestos retribuidos a partir de los 46.500 euros, hasta ocupar menos de una cuarta parte de los puestos de más de 99.750 euros, o ser menos de dos mujeres de cada diez puestos directivos que cobran más de 133.000 euros anuales.

De ahí que los técnicos piden al Gobierno que prosiga tomando medidas frente a la brecha salarial, reforzando la dotación presupuestaria para el aumento del número de plazas en las escuelas públicas infantiles de 0 a 3 años, aprobadas por el Consejo de Ministros, pero también instan a que se aprueben medidas para el aumento de plazas en los centros especializados para la atención y el cuidado de las personas mayores o dependientes, porque las diferencias de sueldo se agravan sobre todo en las edades en las que se concentra la maternidad y el cuidado de los ancianos, de manera que la desigualdad más abultada se localiza a partir de los 65 años, alcanzándose los 11.447 euros.

Según el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, «las sucesivas subidas del salario mínimo contribuyen a reducir la brecha salarial, pero también es necesario promover una mayor participación de la mujer en el trabajo, un cambio cultural para que se impliquen ambos progenitores en la conciliación, y romper el techo de cristal a través de una promoción profesional más igualitaria, lo cual debería constituir uno de los retos más importantes que debería abordar el Gobierno intentando alcanzar un Pacto de Estado».