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«Familia debe asentar un proceso asistencial contra la violencia de género»
Los especialistas ven necesario la implementación de medios diagnósticos, telemáticos, algoritmos y trabajo colaborativo
«Familia debe asentar un proceso asistencial contra la violencia de género«. Esta es la solución que proponen los médicos de la especialidad para detectar precozmente la violencia de género, ya que, según explica Lorenzo Armenteros, responsable del Grupo de Trabajo de Salud de la Mujer de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), a Redacción Médica «la Atención Primaria es la puerta de entrada para paliar este problema».
Para llevar a cabo este proceso asistencial, Armenteros considera que «hay que transformar el protocolo del marco teórico en una experiencia práctica plasmado en un proceso asistencial. Es necesario que los protocolos se transformen y se debe hacer utilizando los medios diagnósticos que tenemos a nuestro alcance, así como los medios telemáticos y los algoritmos que ayuden a llevar a cabo una mejor detección, acompañamiento, tratamiento y trabajo colaborativo con otras especialidades».
Además, Armenteros asegura que «si se cuenta con un tipo de Medicina en la que se puede disponer de tecnologia, de una serie de elementos y herramientas, así como un algoritmo que permitiese ver la historia clínica del paciente, los médicos de Familia tendrían acceso a los elementos clave para diagnosticar, acompañar, realizar interconsultas y trabajo de colaboración con otros especialistas: psicólogos, psiquiatras, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales, entre otros».
En todo este proceso, el médico de Familia «debe valorar no solo los aspectos somáticos que puedan servir para la detección de la violencia de género, sino también los orgánicos, los emocionales y los de trabajo colaborativo». Un problema que empieza con el médico de Familia ya que, segun recalca Armenteros, «el clima de confianza, de cercanía y de conocimiento que ofrece este profesional a sus pacientes, los posiciona como elementos primordiales, además de los enfermeros, psicólogos y psiquiatras».
Aún así, Armenteros es claro y asegura que «como elemento principal de detección estarían el médico y el enfermero de Atención Primaria, porque si es el psiquiatra quien diagnostica signos de violencia de género en un paciente, esto significa que los médicos de Familia habremos comertido un fallo».
La de Primaria de formación en violencia de género
En cuanto a la formación del profesional sanitario en materia de violencia de género, Armenteros asegura que «desde Atención Primaria siempre se ha solicitado, ya que el papel del médico de Familia en este área es clave. Un problema que no solo redunda en las mujeres afectadas, sino tambien en la dignidad del propio especialista en trabajar con ellas».
Esta «necesidad» de incorporar esta materia a los contenidos curriculares de estos especialistas, además de muchos otros, «se encuentra en una fase tan poco madura que desde la SEMG no se puede decir otra cosa que la sociedad está dispueta a colaborar con Ordenación Profesional para tratar este problema». Una esperanza «perdida» para la Atención Primaria ya que, según Armenteros, «no es habitual que pidan colaboración y tampoco lo esperamos», concluye.