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Un estudio señala la “industrialización de la atención sanitaria” como un factor de riesgo para el “burn out” de la profesión médica
La doctora Dame Clare Gerada, expresidenta del Royal College of General Practitioners (RCGP), y fundadora de la organización benéfica de salud mental Doctors in Distress y de NHS Practitioner Health “a los médicos, enfermeras y demás personal sanitario que sufren agotamiento o ‘burn out’ se les debe mostrar compasión y no culparlos por estar enfermos”.
Estas ideas se recogen en el ‘Manual de salud mental de los médicos’, que se publicará próximamente. El mismo destaca que las tasas de suicidio entre los médicos son hasta cuatro veces superiores a las de otros grupos profesionales. Los médicos de cabecera, los psiquiatras y los médicos formados en el extranjero se encuentran entre los trabajadores sanitarios que corren un riesgo especial. Lo mismo ocurre con las mujeres médicas que se enfrentan a la carga de un “segundo turno”: cuidar a los pacientes durante el día y a sus familias durante la noche.
Una crisis mundial de fuerza laboral alimentada por una mayor carga de trabajo, el acoso y el racismo se encuentran entre los numerosos factores identificados en el libro que provocan que los médicos desarrollen depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental. Otro factor de riesgo clave es lo que la profesora Gerada describe como “la industrialización de la atención”, donde se pone demasiado énfasis en cumplir objetivos estrictos a expensas de brindar atención médica personalizada a los pacientes.
LA DOCTORA GERADA AFIRMA: “LA MEDICINA GENERAL EN TODO EL MUNDO ESTÁ EN CRISIS. LA CARGA DE TRABAJO HA AUMENTADO SUSTANCIALMENTE EN LOS ÚLTIMOS AÑOS Y AÚN NO SE HA VISTO ACOMPAÑADA POR UN CRECIMIENTO EN LA FINANCIACIÓN O LA FUERZA LABORAL. EL MIEDO ES EL PRINCIPAL FACTOR QUE CONTRIBUYE A LAS ENFERMEDADES MENTALES Y AL SUICIDIO DE LOS MÉDICOS. LOS MÉDICOS TEMEN PERDER SU IDENTIDAD PROFESIONAL, SER EXCLUIDOS DE LA MEDICINA, CONVERTIRSE EN PACIENTES, SER MALTRATADOS Y EXCLUIDOS, COMETER ERRORES, MOLESTAR A LOS SUPERIORES Y NO CUMPLIR CON LAS EXPECTATIVAS DE LOS PACIENTES. “LOS PROFESIONALES DE LA SALUD ENFERMOS QUIEREN SER TRATADOS CON COMPASIÓN, SENSIBILIDAD, SIMPATÍA, EMPATÍA Y SIN JUZGARLOS. SIN EMBARGO, LOS FORMADORES, LOS EMPLEADORES Y LOS REGULADORES A MENUDO LOS TRATAN COMO ESCOLARES TRAVIESOS O MALHECHORES POR CRUZAR LA FRONTERA ENTRE EL PROFESIONAL Y EL PACIENTE”.
Este manual basado en evidencias proporciona información completa sobre por qué los médicos se enferman, cómo identificar a los que están en riesgo y el mejor enfoque para ayudarlos a recuperarse. Se basa en el aprendizaje de NHS Practitioner Health, una organización de salud mental que apoya a unos 6.500 profesionales de la salud y la atención al año.
En este sentido, Dame Clare Gerada señala que las quejas de los pacientes son un factor importante en el suicidio entre los médicos, que se sienten valorados por su trabajo. El libro explica que las acusaciones de mala conducta o de un tratamiento insatisfactorio pueden poner en entredicho la autopercepción de los trabajadores sanitarios, ya que los horarios poco sociables, los turnos de noche y los traslados frecuentes para progresar en su carrera ponen a los médicos en riesgo de soledad y aumentan sus probabilidades de desarrollar problemas de salud mental. La autora afirma: “Los médicos pueden encontrarse rodeados de gente y, sin embargo, muy solos”.