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Tomás Cobo: “Mi misión es apoyar y defender a los médicos”
Tomás Cobo, especialista en Anestesiología y Reanimación, colegiado del Colegio de Médicos de Cantabria y actual vicepresidente I del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), se presenta a las elecciones a la vicepresidencia 1ª del CGCOM, que se celebran el próximo 30 de junio. En una entrevista concedida a Médicos y Pacientes explica que su misión es “apoyar y defender a los médicos”
¿Qué le ha motivado a presentarse a este cargo? Y ¿cuáles son sus expectativas?
Cuando juré mi cargo hace poco más de un año dije que mi causa son los pacientes y mi misión, defender y apoyar a los médicos. Y eso no ha cambiado, eso es lo que me motivó y me sigue motivando para aspirar a la vicepresidencia del CGCOM si así lo consideran quienes tienen en sus manos la decisión de elegir entre los tres aspirantes que nos presentamos.
Me motivan los pacientes porque es la principal lealtad de todo médico. Nos debemos a ellos y debemos anteponerlos ante cualquier otra conveniencia, como así lo dice nuestro Código Deontológico.
Y, por supuesto, me motiva mi misión que es defender a los médicos y apoyarles ante los problemas que afronta el colectivo, como son, por ejemplo, las agresiones. Estos días, vivimos con gran preocupación el último caso, el de un compañero que sufrió una brutal agresión mientras ejercía su trabajo en el centro de salud de Camarena, Toledo; confiamos en que salga adelante.
Todos los Colegios de Médicos vienen trabajando desde hace años en este tema. El último logro ha sido el del pasado año cuando el Ministerio del Interior aprobó la figura del Interlocutor Policial Sanitario que se suma a lo conseguido anteriormente con la reforma del Código Penal para que se considerasen las agresiones a sanitarios que trabajan en el sector público como delito de atentado contra la autoridad. Para todo ello ha sido decisiva la unidad y labor de todos los colegios de médicos de España y del propio Observatorio Nacional de Agresiones de la OMC. Mi objetivo es seguir ese camino trabajando en la prevención, en la formación, en la cooperación con todas las Administraciones públicas y en la concienciación a la sociedad.
Apoyar y defender al colectivo médico en defensa de un empleo digno es otra de las motivaciones. Ahí, ha sido muy importante la puesta en marcha de la Encuesta sobre la situación de la profesión médica en España que desde hace cuatro años viene reflejando la realidad de precariedad laboral que existe en el Sistema Nacional de Salud, donde el 27% de los médicos encuestados sin plaza en propiedad que trabajan, lo hacen con contratos por días, horas y guardias.
La elección la realizan los presidentes de los 52 colegios de médicos, los representantes de las 8 vocalías nacionales y los 6 miembros de la Comisión Permanente del CGCOM, que son los que componen la Asamblea General. ¿Considera representativo este procedimiento electivo?
Es un procedimiento totalmente democrático y representativo. Son los miembros de la Asamblea que, a su vez han sido elegidos por los médicos colegiados, quienes deciden y son soberanos no solo para las votaciones.
Todos los meses, los miembros de la Asamblea ofrecen una idea directa de la situación real de la sanidad y de la profesión médica en España y son los presidentes de los 52 colegios son los que toman las decisiones finales de cualquier posicionamiento, algo que no ocurre en el ámbito político como, por ejemplo, con el Consejo Interterritorial del Ministerio de Sanidad que no tiene un poder ejecutivo.
En nuestro caso, las decisiones que toma la Asamblea son soberanas y los problemas que detectamos los transmitimos al Gobierno a través del Foro de la Profesión Médica, integrado por las más representativas organizaciones médicas que representan las tres vertientes de la profesión médica: por un lado, la ética y la deontología médica representada por la OMC; por otro lado el conocimiento científico que es el que representan las sociedades científicas a través de FACME y, por otro lado, el ámbito puramente laboral y el profesional que es que representa la Confederación de Sindicatos Médicos, a lo que hay que sumar el ámbito académico con la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medina, la Confederación Estatal de Estudiantes de Medicina, y el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud.
Ahora que tenemos una nueva titular de Sanidad, le pediría que active el Foro de la Profesión Médica para que los médicos tengamos voz.
¿Cuáles son las funciones para el cargo a la vicepresidencia primera?
Si seguimos lo que marcan nuestros Estatutos, es fácil: asumir las funciones que le confiera la Presidencia. En mi caso, en base a mi perfil de experiencia internacional en Reino Unido, donde realicé la especialidad, y por mi experiencia en cooperación, me he centrado en la coordinación con las entidades médicas en el ámbito europeo y también en las relaciones en el ámbito de la Unión Europea, así como en la coordinación de todo lo que tiene que ver con el ámbito de la cooperación internacional, al que estoy íntimamente ligado por las misiones en las que participo en Tanguieta (Benin) y en los campamentos de refugiados de Tiduf (Argelia).
¿Qué mejoras considera necesarias para el cargo al que aspira?
Tal vez una definición más clara de competencias, pero eso necesita de un cambio en los Estatutos.
¿Cuáles son los principales objetivos de su programa electoral?
Los ejes fundamentales giran en torno al impulso a la formación y a la representación internacional en la Asociación Médica Mundial, en la Unión Europea de Médicos Especialistas y en la Confederación Ibero-Latino Americana de Entidades Médicas, así como potenciar las relaciones con los representantes políticos europeos en la Comisión, en el Parlamento y en el Consejo de Europa. A ellos, que son los que toman las decisiones en política sanitaria que luego se transposicionan a nuestra legislación, les tenemos que trasladar los problemas de la profesión médica y de los médicos en España.
En la AMM, ahora que el CGCOM está en el Consejo, es un oportunidad no solo para la propia corporación que, por cierto, es candidata a que organice la Asamblea de 2020 en España, sino también para establecer puentes con Iberoamérica a través de nuestra presencia en CONFEMEL. Los médicos latino-iberoamericanos representamos el 60% de los médicos del mundo y eso se tiene que hacer notar.
En el tema formativo, a través de la UEMS, tenemos la competencia de la acreditación de la formación, lideramos el sistema de español de acreditación de la formación continuada a través de SEAFORMEC, un gran trabajo que se ha llevado a cabo a través del Área Profesional que dirige Arcadi Güal.
Y luego tenemos dos herramientas importantísimas que son las que hay que promover: los delegados que tenemos incrustados en las comisiones nacionales de la especialidad, que en esta casa nunca se ha contado con ellos y que puedan dar una información directa de cuál es el estado de las especialidades, así como los delegados que tenemos en Europa que también nombra el CGCOM, en las 43 secciones especializadas, que aportan una idea exacta de cuál es la situación de cada una de las especialidades en Europa.
Estas dos herramientas, junto con la representación en la AMM, en la UEMS y en COFEMEL, es lo que da fuerza a nuestro entorno internacional.
Para el cargo al que se presenta, hay dos candidatos hombre y 1 mujer. Las mujeres, que suponen algo más del 50% de la colegiación, tienen una representación en las Juntas Directivas de los colegios de más del 30%, llegando al 70% en colegios como el de Córdoba. ¿Qué hay que hacer para seguir avanzando en el acceso de la mujer a los puestos de responsabilidad?
La OMC marcó el pasado año unas líneas estratégicas que incluían la creación de un grupo de trabajo sobre género y profesión para establecer políticas en defensa de la igualdad de género que nos permitan avanzar en este sentido. El presidente, Serafín Romero, me encomendó coordinar este grupo en el que están integradas las 7 mujeres que actualmente presiden los Colegios de Médicos y 5 hombres.
La realidad de la profesión médica es que no hay una representación acorde al número de mujeres que están trabajando, por lo que el cambio es patente e ineludible. Y podemos hacer dos cosas: una, mantenernos fuera y no participar y ver cuál es la evolución natural del proceso y dos, participar activamente. Y nuestra elección es claramente participar y marcar una hoja de ruta partiendo de datos demográficos de cuál es la situación y tomar medidas concretas como pueden ser el de las cuotas, estableciendo un mínimo exigible de la representación en todas las instituciones: colegios, OMC, en la universidad, en las jefaturas de servicio y en la dirección de hospitales.
Recuerdo que María Teresa Fernández de la Vega, ahora presidenta del Consejo de Estado me decía en una ocasión que estaba orgullosa de ser una mujer cuota porque de no haber existido ella nunca hubiese llegado a ser vicepresidenta del Gobierno.
Cuando se creó el grupo dije que para conseguir la igualdad hay que pasar a la acción ejecutiva y dejarse de intenciones. Pero para llevar a cabo una medida como la de las cuotas, es preciso el consenso de todos y todas.
La conciliación es uno de los problemas que existen, pero no es el único; hay un entorno mucho más amplio. Por ejemplo, hay determinadas especialidades a las que las mujeres no llegan como la traumatología o la cirugía; son especialidades en que ellas mismas se sienten intrusas. Eso es algo que también hay que cambiar y poner facilidades para que no suceda.
¿Cómo percibe la situación de la asistencia sanitaria en España y la de los profesionales?
Hay que partir de que, en España, tenemos uno de los mejores modelos sanitarios del mundo por su universalidad, equidad y calidad. Es verdad que, con los años de crisis, los recortes han afectado a la calidad asistencial y a los profesionales. El anuncio del Gobierno de derogar el Real Decreto de 2012 para revertir la universalidad, que ya lo ha hecho efectivo con esos 629 inmigrantes, rescatados por el Aquarius, es algo que la OMC ha venido pidiendo desde que se hizo efectiva la disposición legal. Ahora, el anuncio de iniciar el proceso para que los pensionistas tengan acceso gratis a los medicamentos que también bloqueo el famoso Real Decreto, supondrá sin duda una mejora en la calidad asistencial.
Respecto a los profesionales, ya me he pronunciado en parte sobre ello. Venimos pidiendo un Pacto por los Profesionales y creo, sinceramente, que es de justicia; que ha llegado el momento de llevarlo a cabo si de verdad consideran que, como dicen, somos el pilar fundamental del SNS. Es la hora de pasar de las palabras a los hechos.
El Foro de la Profesión Médica está trabajando para que relación médico-paciente sea considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO ¿Cuál sería, en su opinión, la principal argumentación para esta solicitud?
La esencia de la Medicina es, precisamente la relación médico-paciente y es preciso rescatarla de la aparente deshumanización y de las presiones administrativas, tecnológicas, económicas y políticas. Porque este modelo de relación médico-paciente es el núcleo fundamental de una asistencia sanitaria centrada en la persona y tiene un alcance universal que entre todos debemos proteger y promover como bien cultural y social. Por eso queremos que sea considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Contemos ya con el apoyo de numerosas asociaciones de pacientes y, recientemente, con el primer apoyo institucional, el de la Junta de Extremadura, gracias al empuje y defensa de los colegios de Médicos de Cáceres y Badajoz. Confiamos que este respaldo abra la puerta de otras administraciones y del propio Gobierno.
El CGCOM cuenta con varios grupos de trabajo que, a lo largo del año, son los encargados de preparar informes para su posterior aprobación o no por el máximo órgano de decisión que es la Asamblea General. De todos ellos, ¿cuál destacaría? ¿echa en falta alguno sobre temas concretos?
Todos los grupos con los que cuenta la organización hacen un trabajo importante: el del Observatorio de Agresiones; el Observatorio de la Prescripción; el Observatorio contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias y el último creado, el Observatorio de Atención al Final de la Vida. Todos ellos cumplen una función importantísima. De agresiones ya hemos hablado. El de Prescripción ha sido decisivo en la defensa justa al medicamento y para ayudar a colectivos como los enfermos de Hepatitis C o los afectados por la talidomida.
Si hablamos de las pseudociencias, hemos conseguido poner en la agenda política estas prácticas, muchas de las cuales son perjudiciales para la salud, y es un camino en el que hay mucho que trabajar. Y de Atención al Final de la Vida, esencial, en un momento en el que el PSOE llevará a debate al Pleno del Congreso de esta semana su ley para facilitar el derecho a la eutanasia a las personas con enfermedad o discapacidad grave que no tengan más opciones de tratamiento.
De las tres fundaciones con las que cuenta la corporación médica, ¿cuál de ellas destacaría por el papel que cumplen?
Las tres tienen su función esencial. La Fundación de Protección Social, que el pasado año destinó 14 millones de euros a prestaciones sociales gracias a la solidaridad de los médicos con los compañeros más necesitados, destacaría el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo por enfermedad metal y/o adicciones que, desde su puesta en marcha en 1998, ha atendido a más de 4.300 médicos. Un programa valiente, único en España, que otros colectivos de servicio público admira pero que no se han atrevido aún a implementar.
La Fundación para la Formación. A través de esta fundación y de la red de colegios de médicos, se ha dado formación a más de 60.000 alumnos a lo largo del año. Esto es algo que hay que ordenar, potenciar y promover, sobre todo, para que la transmisión del conocimiento sea fiable, en el sentido de que no haya conflicto de intereses y que la ética y la deontología prime en la transmisión de ese conocimiento.
Y la FCOMCI que trata de ayudar y apoyar a todos los médicos cooperantes y ofrecerles la oportunidad de que cooperen, pero de una manera lo más eficiente posible. En ese sentido, la fundación tiene alianzas estratégicas muy fluidas con ONG como Médicos sin Fronteras, Médicos del Mundo, Cruz Roja Internacional, Medicos Mundi y ONG locales; se han creado 22 oficinas de cooperación en otros tantos colegios de Médicos de España. Mi voluntad y entusiasmo como médico cooperantes es seguir penetrando en el día a día de médicos voluntarios y cooperantes.
Los médicos están sujetos al Código de Deontología Médica que ahora se está renovando para adaptarse a la realidad social. De este libro de cabecera para los profesionales ¿qué principios y valores destacaría y cual habría que incorporar?
Destacaría la base de los valores que rigen la profesión médica: el humanismo, la integridad, el altruismo, la solidaridad y la compasión que son los que impregnan el Código Deontológico. Un Código cuya última actualización es de 2011 y que ahora la Comisión Central de Deontología está renovando para adaptarlo a la realidad social y asistencial y que se avanzó en reciente Congreso de Deontología celebrado en Segovia. Se está trabajando para implementar cuestiones como la ética en las redes sociales, la violencia de género, las nuevas técnicas de reproducción asistida, o el embarazo subrogado, las pseudociencias o la responsabilidad de las sociedades científicas ante actuaciones que vayan en contra de la Deontología. Hay que dejar a los expertos que trabajen.
Desde 2008, la corporación ha creado un cuerpo de doctrina centrado en el profesionalismo médico. ¿Qué opinión tiene al respecto?
Creo que ha sido fundamental este cuerpo de doctrina que inició la corporación en 2008 y que tiene como referentes el Código de Deontología, el Manual de Ética y Deontología Médica, el Buen Quehacer Médico, el Manual de Ética en Redes Sociales, la Carta de Identidad y Principios de la Profesión Médica Latino-Iberoamericana y todas las declaraciones de la Comisión Central de Deontología. Son cuerpo de doctrina que todo médico debe de conocer e interiorizar y que se pueden encontrar en la web del CGCOM.
Desde el punto de vista de la comunicación ¿Cómo percibe la información que recibe de su colegio y de la propia corporación?
Hoy en día tenemos multitud de herramientas de comunicación para llegar al colectivo y también a los ciudadanos: las plataformas digitales y las redes sociales son herramientas que llegan a todos y, tal vez, el exceso de información es, a veces, un inconveniente. Pero es cierto que muchos colegiados no perciben cercanía con su colegio y tenemos que esforzarnos para que sientan orgullo de pertenencia a su colegio y también a la OMC. Tenemos que acercarnos más. Cuando lo hacemos como el pasado año con el centenario de la Fundación de Protección Social y conoces las historias de médicos y familiares en situación de necesidad que han podido salir adelante gracias a la solidaridad de todos, te das cuenta de que eso ha sido la mejor campaña de promoción de la labor que hace esta Fundación.
¿Qué mensaje le diría a los que van a decidir estas elecciones para convencerles de que usted es la mejor opción?
Quiero conseguir que la OMC y el CGCOM, además de la representación que tienen, sean útiles a los profesionales y a la sociedad, el mismo objetivo que me planteé en el Colegio de Médicos de Cantabria. Un plan para el que es preciso contar con la ayuda de todos los colegios de médicos de España.
Para ello, llevo en la mochila mi experiencia acumulada como vocal de Hospitales en el Colegio de Médicos de Cantabria y posteriormente como presidente del mismo; un año en la vicepresidencia del CGCOM, y algo muy importante: soy un médico en activo en el ámbito de la sanidad pública y en la privada, como anestesista, y en el tratamiento del dolor y llevo más 20 años trabajando en cooperación. En todo ello, con muchas ganas y gran entusiasmo.