A raíz de la situación de emergencia sanitaria derivada del COVID-19 y de las medidas adoptadas por las autoridades competentes en el actual Estado de Alarma, las farmacias están desarrollado un papel fundamental, no sólo por su posición estratégica como profesionales sanitarios en primera línea, sino también por su esfuerzo adicional en la implantación inmediata de medidas urgentes

Este escenario excepcional que vivimos está promoviendo una intensa colaboración entre la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria y el Colegio de Farmacéuticos de Cantabria, en la búsqueda y rápido desarrollo de soluciones asistenciales que afectan directamente al funcionamiento interno de la farmacia.

Es destacable la capacidad de respuesta de todo el personal de las farmacias de Cantabria, facilitando las actuaciones que desde la Consejería de Sanidad se han demandado, dirigidas todas ellas a garantizar el acceso a los medicamentos a todos los ciudadanos, evitando desplazamientos innecesarios a personas pertenecientes a grupos de riesgo, favoreciendo la adherencia a los tratamientos y ayudando a reducir la presión asistencial sobre los hospitales.

En estas circunstancias, se han reducido muy significativamente los desplazamientos de los pacientes a las consultas físicas en los centros sanitarios (clínicas, hospitales), sobre todo de personas de especial riesgo ante el COVID-19. Dado que los pacientes que reciben asistencia médica en el ámbito privado siguen requiriendo el acceso a sus tratamientos, una parte importante de facultativos está acudiendo a la telemedicina, sin la presencia física del paciente. En estos casos, y para poder prescribir a distancia, es necesario disponer de sistemas de receta electrónica con garantías para los pacientes.

Es por ello que los Consejos Generales de Dentistas, Farmacéuticos, Médicos y Podólogos han trabajado conjuntamente para habilitar una versión simplificada del Sistema de Receta Electrónica, que contiene las funcionalidades básicas de la misma —dispensación, sustitución, anulación—, al que se ha denominado “e-Receta Privada Situación COVID-19”, y que hoy se pone en marcha en consultas facultativas y farmacias de Cantabria.

Este nuevo sistema, de carácter temporal, garantiza la autenticidad de la receta privada, evita la falsificación de recetas y dotará de mayor seguridad a los pacientes. Entre sus ventajas destaca el refuerzo del carácter oficial y sanitario de la receta privada, la imposibilidad de la dispensación repetida de medicamentos empleando la misma receta y una mayor defensa frente a posibles actividades abusivas o fraudulentas.

Situación en las farmacias

Todas las farmacias de Cantabria ya han integrado en sus programas informáticos esta nueva versión de Receta Electrónica Privada, mediante el cual se podrá dispensar, anular dispensaciones y comprobar la autenticidad de las recetas privadas en formato papel, emitidas por los Consejos Generales de Médicos, Podólogos y Dentistas.

Por medio de este sistema, el paciente podrá recibir por vía telemática (correo electrónico, aplicación de mensajería, etc.) una imagen legible de la receta privada en formato papel, con la que acudirá a la farmacia para retirar su medicación. El farmacéutico deberá custodiar dicha imagen por el tiempo establecido por la legislación, a efectos de Inspección.

Según declara la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Cantabria, Rita de la Plaza: “Las farmacias cuentan con profesionales sanitarios en primera línea de atención al paciente, y gracias a su capilaridad, llegan a todos los lugares de Cantabria. Los farmacéuticos, además de realizar su trabajo diario cuidando la salud de la población, durante esta situación de emergencia sanitaria han sabido adaptarse de manera inmediata a importantes cambios. Gracias a esta nueva iniciativa, se facilitará el acceso a los pacientes a sus tratamientos prescritos de manera telemática en receta privada, pudiendo retirar su medicación con total seguridad en la farmacia más próxima a su domicilio, evitando así desplazamientos innecesarios”.