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Sanidad elimina la necesidad de hoja de tratamiento para retirar medicamentos con receta electrónica para reducir visitas a los centros de salud
La Consejería de Sanidad cántabra ha agilizado una nueva versión de la aplicación de la receta electrónica que elimina la necesidad del número de hoja de tratamiento para la dispensación de medicamentos en la farmacia con el objetivo de suprimir visitas innecesarias a los centros de salud y evitar riesgos de contagio por coronavirus.
La medida supone, según el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, «una mejora significativa para pacientes, profesionales sanitarios y farmacéuticos que ya se pensaba implementar pero que hemos agilizado con las direcciones generales de Transformación Digital y Relaciones con los Usuarios y de Ordenación, Farmacia e Inspección que llevan semanas trabajando, en colaboración con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cantabria”.
Así, a partir del martes, se elimina la necesidad de aportar, además de la tarjeta sanitaria, el PIN o número de orden de la hoja de tratamiento para retirar los medicamentos de la farmacia, un requisito adicional y extraordinario que se añadió al comienzo de la implantación de la receta electrónica en 2010.
Este requisito, pensado inicialmente como media de seguridad adicional en la dispensación, se ha decidido eliminar porque actualmente existen otros medios electrónicos para detectar dispensaciones inadecuadas. Además, suponía un trabajo añadido para profesionales y farmacéuticos, así como para los pacientes cántabros, especialmente las personas con pluripatología, que debían mantener en papel y localizadas sus hojas de tratamiento para poder adquirir los medicamentos.
El nuevo sistema mantiene la hoja de tratamiento para informar al paciente de la prescripción y posología, pero ya no es necesario su presentación en la farmacia, pues los farmacéuticos disponen de la información en el momento de la dispensación con sólo presentar la Tarjeta Sanitaria, y podrá ser atendido directamente y recibir sus medicamentos correspondientes sin más requisitos.
La única excepción en la que se mantiene el sistema anterior es en el caso de tratamientos de carácter confidencial.
Ante la actual crisis del coronavirus, esta medida contribuye a evitar la repetición de visitas innecesarias a los centros de salud para renovar las hojas de tratamiento una vez alcanzada la fecha de caducidad de la receta, pues bajo criterio del profesional sanitario prescriptor, la receta puede ser extendida en plazo sin necesidad de visita presencial del paciente, ayudando de esta forma a evitar las aglomeraciones de personas y un mayor riesgo de contagio.
Esta medida es una más de la que la Consejería de Sanidad está tomando para garantizar la seguridad, usabilidad y comodidad de los usuarios del sistema sanitario, haciendo de la tecnología una herramienta más aplicable al bienestar de las personas.