Artículos Observatorio
Las profesionales del sector salud enfrentan más estrés que sus compañeros masculinos
Un análisis realizado por investigadores de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad George Washington desvela que las mujeres en ocupaciones de atención médica soportan significativamente más estrés y agotamiento en comparación con sus homólogos masculinos.
Según este trabajo, la satisfacción laboral y un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal pueden proteger a las mujeres profesionales de la salud del estrés dañino.
El estudio es el primer análisis exhaustivo que examina la relación entre el estrés relacionado con el trabajo y el bienestar de las mujeres en profesiones sanitarias, no sólo en los Estados Unidos sino en todo el mundo. Para ello, se identificaron y revisaron 71 estudios publicados en 26 países y 4 idiomas entre 1979 y 2022. La investigación analizó a profesionales de la salud, incluidas enfermeras, médicos, trabajadores sociales clínicos y proveedores de salud mental.
Muchos de los estudios se realizaron utilizando medidas de bienestar basadas en evidencia, como un índice creado por la Organización Mundial de la Salud. Entre los principales hallazgos destaca que la desigualdad de género en el lugar de trabajo provocó un mayor estrés y agotamiento para las profesionales de la salud.
Otros factores que conducen al estrés perjudicial son la mala integración entre la vida laboral y personal y la falta de autonomía en el lugar de trabajo. Por otro lado, los factores que protegen a las mujeres del estrés y el agotamiento incluyen un ambiente de trabajo flexible y de apoyo, acceso al desarrollo profesional, relaciones de apoyo y una práctica intencional de atención plena.
El análisis también mostró que, en comparación con sus colegas masculinos, muchas profesionales de la salud fueron asignadas a pacientes con problemas médicos complejos. Manejar un caso médico complicado requiere más energía emocional y tiempo, lo que aumenta el estrés.
Profesiones sanitarias
Por otra parte, cabe tener en cuenta que las profesionales de la salud a menudo deben trabajar muchas horas, múltiples turnos y aun así equilibrar las demandas laborales con responsabilidades familiares como el cuidado de los niños, las tareas domésticas y otras tareas que a menudo recaen en las mujeres.
Las investigaciones muestran que el sueño reparador, la actividad física, una dieta saludable (rica en vegetales y alimentos frescos) y otros hábitos que promueven la salud pueden ayudar a mitigar el estrés laboral.
Sin embargo, el problema va más allá de lo que cada mujer individualmente puede hacer. Así, según las autoras, son necesarias políticas de atención médica para desarrollar soluciones que ayuden a prevenir el agotamiento, un problema que afecta a todo el sistema y que conduce a problemas como la escasez de personal de atención médica, que se está volviendo cada vez más común de forma global.