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Las emisiones de CO2 subirán un 8,8% en 2030 por los “insuficientes” planes climáticos nacionales, según la ONU

Los planes climáticos de los cerca de 200 países que han respaldado el Acuerdo de París son “insuficientes” para frenar la crisis climática porque implican un aumento de un 8,8% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 en comparación con 2010.

Así lo refleja un nuevo informe de ONU Cambio Climático, difundido este martes cuando quedan pocos días para que comience la Cumbre del Clima -conocida como COP28- de Dubái (Emiratos Árabes Unidos), el próximo 30 de noviembre.

El informe concluye que los planes nacionales de acción climática siguen siendo “insuficientes” para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados respecto de los niveles preindustriales y cumplir así con los objetivos del Acuerdo de París.

Incluso con mayores esfuerzos por parte de algunos países, el informe muestra que se necesitan muchas más acciones para inclinar aún más la trayectoria de las emisiones mundiales y evitar los peores impactos del cambio climático.

ONU Cambio Climático analizó los planes climáticos de las 195 partes del Acuerdo de París (194 países y la UE), incluidos 20 nuevos o actualizados que se presentaron hasta el pasado 25 de septiembre. El informe de hoy muestra que, si bien las emisiones ya no aumentan después de 2030 en comparación con los niveles de 2019, todavía no están demostrando la rápida tendencia a la baja que la ciencia considera necesaria en esta década.

“Pequeños pasos”

Si se implementan los últimos planes nacionales climáticos presentados a la ONU, los compromisos actuales incrementarán las emisiones de gases que calientan el clima en un 8,8% para 2030 respecto a los niveles de 2010. Se trata de una pequeña mejora respecto a la evaluación del año pasado, cuando se previó un aumento de un 10,6%.

Además, las emisiones estarán en 2030 un 2% por debajo de los niveles de 2019, con lo que el pico de gases expulsados a la atmósfera se producirá en esta década.

Para alcanzar ese máximo de emisiones antes de 2030, el informe considera necesario poner en marcha los “elementos condicionales” de los planes climáticos nacionales, lo que “depende principalmente del acceso a mayores recursos financieros, la transferencia de tecnología y la cooperación técnica, y el apoyo al desarrollo de capacidades, así como la disponibilidad de mecanismos basados en el mercado”.

El secretario ejecutivo de ONU Cambio Climático, Simon Stiell, apuntó que el informe muestra que los gobiernos “están dando pequeños pasos para evitar la crisis climática”, pero “deben dar pasos audaces en la COP28 en Dubái” para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.

“Esto significa que la COP28 debe ser un claro punto de inflexión. Los gobiernos no solo deben acordar qué acciones climáticas más fuertes se tomarán, sino también comenzar a mostrar exactamente cómo implementarlas”, apostilló.

Balance mundial

En la Cumbre del Clima de Dubái concluirá el primer balance mundial de la acción climática tras el Acuerdo de París, adoptado en 2015. Sus resultados deberían orienta a los países para presentar nuevos planes climáticos nacionales en 2025.

Stiell apuntó que el informe técnico del balance mundial presentado el pasado septiembre por ONU Cambio Climático muestra “claramente” dónde el progreso es “demasiado lento”. “Pero también expone la amplia gama de herramientas y soluciones propuestas por los países. Miles de millones de personas esperan ver que sus gobiernos tomen esta caja de herramientas y la pongan en práctica”, añadió.

Los últimos datos científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) indican que las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse en un 43% para 2030, en comparación con los niveles de 2019. Esto es fundamental para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados a finales de este siglo respecto a la era preindustrial y evitar los peores impactos del cambio climático, incluidas sequías, olas de calor y precipitaciones más frecuentes y graves.

“Cada fracción de grado importa, pero estamos muy desviados. La COP28 es nuestro momento de cambiar eso. Es hora de mostrar ahora los enormes beneficios de una acción climática más audaz: más empleos, salarios más altos, crecimiento económico, oportunidades y estabilidad, menos contaminación y mejor salud”, concluyó Stiell.