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“La profesión médica comparte con las fuerzas de seguridad del Estado una entrega, dedicación y esfuerzo por encima de lo que exigen sus propias funciones”, asegura Grande-Marlaska
Mientras exista una sola agresión, siempre quedará trabajo por hacer. Ahora, más que nunca, es imprescindible defender la educación y la sanidad, y preciso más, la educación y la sanidad públicas
El ministro del Interior del Gobierno de España, Fernando Grande-Marlaska, recibió en la pasada Convención de la Profesión Médica la condición de Colegiado Nacional de Honor con emblema de oro en nombre de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, como reconocimiento a la labor de colaboración con los profesionales sanitarios en la prevención y control de las agresiones desde hace años, así como por la gran labor de colaboración realizada durante la pandemia COVID-19.
A raíz de este acontecimiento la revista “Profesión Médica” del Consejo General de Médicos ha entrevistado al titular de la cartera de interior para conocer los planes del ministerio en la lucha contra las agresiones a sanitarios, repasar la situación de la sanidad o el futuro de la sanidad penitenciaria
-¿Cuál es el trabajo que desarrolla la Policía y Guardia Civil en materia de prevención y lucha contra las agresiones a sanitarios?
El objetivo del trabajo que realizan nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es evitar agresiones y garantizar un entorno de trabajo lo más seguro posible para los sanitarios en su ejercicio profesional. Para lograrlo se lleva a cabo una intensa labor preventiva que empieza por conocer bien el área sanitaria y establecer un contacto directo con los centros. Ese contacto estrecho y directo es clave para garantizar una actuación rápida y eficaz cuando sea necesaria.
Contamos también con el apoyo de las patrullas y los dispositivos de seguridad habituales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Pero también es esencial la formación que se imparte a los profesionales sanitarios para dotarles de estrategias y herramientas de prevención que les ayudarán a su propia protección y a la de sus compañeros.
-¿Cómo valora la creación y actual desempeño del interlocutor policial sanitario?
Muy positivamente. Es una iniciativa que ha demostrado su eficacia, muy valorada también por los profesionales sanitarios, como demuestra la concesión, el pasado 4 de noviembre, de la Medalla de Plata del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos a una representación de interlocutores policiales y de la condición de Colegiado de Honor a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Las bases están puestas, el modelo está funcionado y ahora nos toca seguir mejorando y fortaleciendo este sistema con la mirada puesta en el objetivo que todos deseamos, un horizonte con cero agresiones.
-¿Cuáles deben de ser los siguientes pasos a seguir? ¿Son necesarias regulaciones legislativas al respecto?
Mientras exista una sola agresión, siempre quedará trabajo por hacer. En el ámbito legislativo, el Código Penal ya contempla a los sanitarios como funcionarios protegidos como autoridad pública. Y en lo que afecta al Ministerio del Interior, la Secretaria de Estado de Seguridad dictó una instrucción específica sobre la respuesta a las agresiones a profesionales de la salud, con un protocolo común de actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Seguiremos mejorando la formación y evaluando el modelo actual para introducir nuevas medidas, si fuera necesario. Por ejemplo, en 2020, durante la pandemia, el Ministerio del Interior puso en marcha una nueva funcionalidad en la aplicación móvil de Alertcops orientada a la protección específica de los miembros del colectivo sanitario.
-Esta iniciativa nació en el seno del Consejo General de Médicos hace más de una década ¿Cómo valora el trabajo de la corporación médica?
Ha sido esencial. Su apoyo ha sido constante y así me lo han transmitido además quienes más saben, quienes trabajan en el día a día con los sanitarios y con el Consejo, como son los agentes de Policía Nacional y de Guardia Civil que participan en este programa. El pasado 4 de noviembre pude comprobarlo en la celebración de la VII Convención de la Profesión Médica. Solo podemos expresar palabras de agradecimiento.
-¿Qué tienen en común los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y las profesiones sanitarias?
El servicio público, la entrega, la dedicación y el esfuerzo por encima de lo que exigen sus propias funciones. Siempre lo he tenido claro y la pandemia lo puso aún más de relieve. Los sanitarios estuvieron en primera línea cuando había más incertidumbre, y esa dedicación la pagaron incluso con su vida en el peor momento de la crisis sanitaria. De igual manera, los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad también desempeñaron un papel determinante y también con un costo muy elevado. Son el primer muro de contención en las catástrofes y emergencias.
-¿Qué opinión le merece el curso de prevención contra las agresiones elaborado e impartido de forma conjunta entre el Equipo del Interlocutor Policial Sanitario y el CGCOM?
Estamos muy satisfechos con el resultado y plenamente convencidos de que la formación es esencial en la labor de prevención. Es un ámbito en el que seguimos trabajando para mejorar los contenidos y los recursos que permitan dotar a los profesionales sanitarios de herramientas y estrategias necesarias. Es un curso, además, que combina la formación teórica con actividades prácticas, con técnicas como el juego de roles que ha demostrado su eficacia en el aprendizaje y es de gran utilidad para hacer frente a las situaciones reales a las que pueden enfrentarse los profesionales sanitarios.
-Este curso está abierto a todas las profesiones sanitarias. ¿Recomendaría que todos los profesionales realizaran educación para la prevención?
Desde luego, insisto en que la formación es clave y en esa dirección estamos trabajando desde el principio, conscientes de que es un complemento imprescindible a la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Por eso estamos colaborando con los Colegios Oficiales de Médicos, pero también con los colegios de enfermeros, odontólogos, farmacéuticos, veterinarios y fisioterapeutas. Y trabajamos además con el Observatorio de Seguridad Integral de Centros Sanitarios (OSICH), con las Mutuas Sanitarias privadas y, lo que es muy importante, con las universidades, para empezar desde el principio, educando desde el primer momento a quienes serán los profesionales sanitarios del futuro.
-En su intervención en la pasada Convención de la Profesión Médica habló de la educación y la sanidad como las dos herramientas que cohesionan a la sociedad española ¿Está en riego el Sistema Nacional de Salud tal y como lo conocíamos antes de la pandemia?
Sería arriesgado realizar un juicio en un tema tan complejo sin el conocimiento y el rigor que exige, puesto que mis competencias en el Ministerio del Interior son otras. Pero sí puedo hablar de una evidencia innegable. La pandemia sometió a un enorme estrés a todo el sistema de salud y se demostró lo importante que es la inversión en sanidad. Los recortes se terminan pagando y a un alto precio. Ahora, más que nunca, es imprescindible defender la educación y la sanidad, y preciso más, la educación y la sanidad públicas, que cohesionan la sociedad y permiten un desarrollo en igualdad y justicia para todos, en especial para los más vulnerables.
-¿Cree que el actual clima de tensión en la sanidad puede derivar en un aumento de las agresiones?
Es cierto que desde 2020 hemos apreciado un repunte en los hechos denunciados ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Y el estrés del sistema sanitario, al que me he referido, no contribuye a mejorar esta situación. No obstante, es pronto para hablar de una tendencia consolidada. Estaremos muy atentos a cualquier progresión, con el fin de reforzar las medidas actuales o implantar nuevas si fuera necesario.
-¿Cómo definiría la labor de la profesión médica en nuestro país?
Ejemplar y modélica. Así lo he pensado siempre y la pandemia solo ha hecho que me reafirme en esa impresión.
-¿En qué otros aspectos colaboran las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con los médicos?
Son dos colectivos llamados a colaborar siempre en las situaciones de mayor compromiso. Por la naturaleza de sus cometidos, están en primera línea en las situaciones y en los momentos más difíciles.
-La sanidad penitenciaria vive una situación muy complicada por la falta de médicos y recursos sufrida en los últimos años ¿qué medidas se van a tomar al respecto? ¿Se producirá la incorporación de la sanidad penitenciaria al SNS en toda España como se propuso?
Así es, nuestro objetivo es el que establece la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud: la transferencia de la sanidad penitenciaria a las comunidades autónomas. La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias mantiene abierto el diálogo con representantes autonómicos para avanzar en este camino. El año pasado la transferencia fue posible en el caso de la Comunidad Foral de Navarra y esa es la vía en la que seguiremos insistiendo.