Este plenario contó con el Dr. José Ramón Repullo, Profesor Emérito de la Escuela Nacional de Sanidad como coordinador, Celia Gómez, directora general de ordenación profesional del Ministerio de Sanidad, Enrique Castellón, vicepresidente del Colegio de Médicos de A Coruña; David Cantarero, Catedrático en la Universidad de Cantabria y José Luis Díaz Villarig, presidente del Consejo Autonómico de Colegios de Médicos de Castilla y León, en calidad de relator.

Esta sesión abordó el marco institucional de la sanidad pública española desde diferentes perspectivas, pero con el propósito común de explorar las posibilidades de un gran acuerdo social y político para cambiar el curso negativo (crisis) del Sistema Nacional de Salud, que ha cristalizado en numerosos problemas a la salida de la pandemia.

En el ámbito de la política sanitaria, Enrique Castellón realizó un minucioso análisis de los antecedentes históricos de las propuestas de reforma y abordó las posibles causas que dificultan la consecución de acuerdos en este crucial sector. Entre los obstáculos identificados destacan la falta de voluntad política, la fragmentación institucional, la complejidad técnica, los costos políticos de los cambios y el oportunismo electoral, cuya magnitud se ha visto acentuada por la polarización extrema que caracteriza la vida política en España en la actualidad.

Para lograr reformas efectivas, “resulta imperativo el compromiso de los gobiernos, liderando el proceso de cambio, como se evidenció en la reforma del sistema de salud británico. Asimismo, es esencial contar con una sólida fuerza facilitadora en la sociedad civil”, aseguró. En su opinión, en este contexto, es crucial centrar los esfuerzos en aspectos clave que puedan desencadenar dinámicas transformadoras, en lugar de apoyarse únicamente en discursos grandilocuentes y retórica vacía.

Por su parte, Celia Gómez centró su contribución en el ámbito de los recursos humanos del Sistema Nacional de Salud (SNS). La directora general de ordenación profesional puso especial énfasis en la necesidad de una planificación más efectiva y en la mejora de la calidad del empleo, incluyendo la reducción de la temporalidad en el sector.

Gómez proporcionó datos sobre la formación médica y las iniciativas para equilibrar la oferta y la demanda de profesionales, así como las políticas para estabilizar el empleo temporal y las modificaciones en el Estatuto Marco. Además, destacó la importancia de desbloquear cuestiones pendientes, como la creación de nuevas especialidades médicas y la fusión de otras.

A pesar de la parálisis en las reformas estructurales, se subrayó la posibilidad de lograr cambios significativos a través del trabajo técnico constante y acuerdos laboriosos con todas las partes interesadas. En opinión de los expertos, estas transformaciones pueden generar confianza y abrir la puerta a futuros consensos y acciones. En un sistema de salud tan complejo como el español, la gestión multinivel y el diálogo continuo son esenciales, explicaron.

La perspectiva económica de la salud, presentada por David Cantarero, amplió la mirada hacia la dimensión sistémica, enfocándose en la solvencia y sostenibilidad del sistema. Se destacaron los desafíos de los costos crecientes de la atención médica, el rol de los profesionales en la asignación de recursos y las limitaciones para financiar la sanidad y otros servicios de bienestar. La organización y gestión eficiente del gasto sanitario se convierten en imperativos, con énfasis en la flexibilización de regulaciones, la autonomía de gestión responsable y la competencia por comparación.

En el ámbito de la organización, se resaltaron las oportunidades de mejora identificadas. Estas oportunidades se centran en la flexibilización de la regulación, la promoción de la autonomía en la gestión con responsabilidad, la implementación de modelos de gestión clínica y la toma de decisiones estratégicas relacionadas con la incorporación de tecnologías e innovaciones al Sistema Nacional de Salud (SNS).

Asimismo, se subrayó que la competencia basada en la comparación, respaldada por la transparencia y la rendición de cuentas, puede actuar como un motor poderoso para mejorar la eficiencia y la calidad del sistema. Además, se consideró que la actualización y mejora de los contratos de gestión, con una perspectiva plurianual y una estrecha vinculación con los presupuestos, son herramientas esenciales para capitalizar estas oportunidades de mejora.

Los expertos también hicieron hincapié en la relevancia de las conclusiones emanadas de la Comisión Parlamentaria para la Reconstrucción Social y Económica de 2020 en las que participó la Organización Médica Colegial. Estas conclusiones representan rutas de transformación que han sido consensuadas políticamente y que pueden ser de gran relevancia para reactivar reformas estructurales necesarias en el sistema de salud.

En relación con la situación crítica del Sistema Nacional de Salud (SNS), el relator de la mesa, José Luis Díaz Villarig, destacó las inquietudes acerca de la accesibilidad, las largas listas de espera y la percepción tanto de los profesionales de la salud como de los ciudadanos sobre la gravedad de la situación. Díaz Villarig aseveró que “la viabilidad del SNS podría estar en peligro si no se llevan a cabo una serie de pactos que lo rescaten”, subrayando la necesidad de una acción decidida por parte de los sindicatos médicos y los colegios profesionales en esta dirección.