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Dra. Joana Guerrero: “Cuidarse, para los profesionales de la salud, no es una opción, es un imperativo ético y deontológico”

En el marco del seminario organizado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), a través de su Fundación para la Protección Social de la OMC, y la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM,) la Dra. Joana Guerrero, docente experta de la Fundación Galatea, impartió un taller sobre la salud y hábitos del estudiante de Medicina y del médico y donde expuso que el autocuidado es una responsabilidad ético-deontológica.

Inició su intervención aludiendo a “la transcendencia de la salud en los profesionales de la salud” y su repercusión en la atención a los pacientes. Según citó “los profesionales asistenciales no sólo aportan conocimiento y habilidades en la relación asistencial, sino que son ellos mismos los instrumentos de la curación”. De ahí que el cuidado de su salud mental sea algo tan crucial.

La pandemia y la crisis sanitaria que sacudió el mundo entero ha afectado de forma grave en la salud de los profesionales. En este sentido, la Dra. Guerrero hizo un repaso das las principales conclusiones de los dos estudios sobre las repercusiones de la COVID-19 sobre la salud mental y el ejercicio de la profesión de los médicos de España realizado por la Fundación Galatea, la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial, y Fundación Mutual Médica.

Los resultados de la encuesta de 2020 pusieron en relieve que una vez superadas las primeras oleadas de la pandemia los indicadores de salud son peores que los presentados antes de la crisis. “Los resultados del invierno 2022-23 constatan que el estado de salud es similar al observado en otoño de 2020, en algunos aspectos, incluso peor”, señaló.

Actualmente el malestar y los problemas de salud, tal y como expuso, “no son tan atribuibles al propio virus como a las distorsiones generadas en el funcionamiento del sistema público de salud que ha entrado en una fase de crisis sistémica: Condiciones de trabajo, precariedad laboral, exceso de horas de trabajo, sobrecarga laboral, sensación de estar sobrepasados y dificultad de desconectar durante el tiempo de ocio”. Son aspectos que a su juicio requieren de una intervención a tiempo.

Salud y bienestar del estudiante de Medicina

En cuanto a la salud y bienestar del estudiante de Medicina, se centró, en primer lugar, en definir el perfil de este colectivo: “mujer, de gran potencial académico, capacidad de trabajo, alto nivel de autoexigencia, perfeccionista, altamente competitiva, con exceso de control, conductas obsesivas, con un funcionamiento personal de transacción rígida y a menudo con unas expectativas sobre la profesión médica un tanto ilusoria”.

Los estudios e investigaciones existentes ponen en relieve que los estudiantes de Medicina se ven sometidos, tanto en el acceso a los estudios del grado como durante la carrera, y posteriormente en el inicio de la práctica clínica, a unos elevados niveles de exigencia y de estrés que puede incidir seriamente sobre su salud mental. Además de estos factores, se añade su propia vulnerabilidad psicobiológica y otros conflictos generales propios de la edad.

“Además los estudiantes de Medicina, en particular, y los profesionales médicos, en general, presentan mayor incidencia en trastornos mentales que la población en general”, expuso la Dra. Guerrero para después manifestar la importancia de la formación en habilidades de autocuidado y los talleres de gestión emocional.

“La formación y el ejercicio de la Medicina, se asocia a la alta prevalencia de patologías como depresión, estrés, conductas autodestructivas o burnout. Según estudios uno de cada 10 estudiantes de Medicina tiene pensamientos suicidas”, dijo.

Ya el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) alertaba en sus estudios que la prevalencia general de depresión en este colectivo es del 41%. Así como, los niveles de ansiedad entre los estudiantes de Medicina se encuentran en torno al 25% y fueron más altos que en la población general tanto para la ansiedad rasgo como para el estado.

Claves del autocuidado

Prevenir, detectar e intervenir durante la etapa formativa son acciones necesarias para construir médicos sanos en el futuro. “La identificación de los factores psicosociales-académicos, los de riesgo y los de protección, conociendo el contexto del entorno y de la persona (observación global), el liderazgo, comunicación y participación de los estudiantes en la toma de decisiones, fomentar espacios de grupo y equipo”, son algunas de las iniciativas que propone para mejorar la salud mental de este colectivo.

En conclusión, la Dra. Guerrero enfatizó que los estudiantes de Medicina deben entrenarse en competencias que mejoren su salud mental, así como adquirir hábitos que sean buenos para su salud: “cuidarse, para los profesionales de la salud, no es una opción, es un imperativo ético y deontológico”, concluyó.

Programa de Atención a la Salud del Estudiante de Medicina de la FPSOMC