Noticias
Dr. José Luis Alcibar: “La medicina privada no debe verse como una alternativa ni como una competencia al sistema público de salud”
El Dr. José Luis Alcibar, representante nacional de medicina privada del Consejo General de Médicos (CGCOM), repasa en esta entrevista la situación que atraviesa la sanidad en España, así como los principales retos a los que se enfrenta en 2023 la medicina de ejercicio privado, la delicada situación de la atención primaria y la falta de médicos en nuestro país.
El Dr. Alcibar valora para ‘Médicos y Pacientes’ algunos de los aspectos que han marcado el año 2022 en el ámbito sanitario, y en concreto en el ejercicio privado. Además, el representante nacional de medicina privada del CGCOM explica algunas de las principales líneas de trabajo para 2023, en la que destaca «la necesidad de crear un gran pacto sanitario».
– El año finaliza con movilizaciones y huelgas en gran parte de España. ¿Qué está sucediendo? ¿cuál es la impresión del colectivo al que usted representa?
Las movilizaciones y huelgas solo reflejan el grado de insatisfacción de los médicos que han dicho basta ya. En España, los médicos que se dedican a labores asistenciales, especialmente los médicos de primaria y los de urgencias, están insatisfechos y desmotivados con una mayoría de ellos manifestando síntomas de burnout. Los principales responsables de esta situación son la carga asistencial con agendas imposibles, la escasa valoración de la profesión médica y las malas condiciones laborales con nula autogestión y baja remuneración, que obligan a realizar jornadas maratonianas incidiendo en dificultades para conciliar la vida laboral y la familiar/personal.
Dentro de mi colectivo, el de la asistencia privada, hemos asistido desde la aprobación de la ley Omnibus a un empeoramiento de las retribuciones de los médicos y un cercenamiento en el libre ejercicio de la profesión. Hemos observado una concentración de las entidades aseguradoras y grupos hospitalarios situándoles en una posición de dominio, y restando, salvo excepciones, capacidad negociadora al médico.
– ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de la sanidad en 2022?
Lo mejor del año 2022 ha sido terminar con la excepcionalidad de la COVID-19 gracias a la innovación tecnológica y el desarrollo de las terapias genómicas con la tecnología del RNAm. Lo peor ha sido constatar que se ha perdido el espíritu de unidad de la época de la pandemia y se ha perdido la ilusión que se generó en el colectivo médico de la confianza en que las administraciones mejorarían la sanidad española.
– 2023 es un año electoral. ¿Qué deberían de llevar los programas electorales en materia sanitaria?
A los políticos les pediría que tengan coraje y determinación para superar la crispación actual y que actúen con políticas de Estado. Es importante y urgente hacer un gran pacto sanitario que incremente la financiación y cuente con un consenso entre las principales fuerzas políticas, con los profesionales implicados y los agentes económicos y sociales.
– Falta de médicos. ¿Cómo es la situación en su especialidad? ¿qué ha fallado y que hace falta para no quedarnos sin profesionales?
La falta de médicos es un mantra, no se sostiene con el número de médicos que hay en España y menos aún con los que se forman cada año en nuestras facultades. Hay algunas especialidades en las cuales si pueden faltar médicos, como la mía, que es anestesiología, reanimación y tratamiento del dolor. Mi especialidad aún está creciendo en áreas como la anestesia fuera de quirófano, y como todas está aumentando la complejidad de los procesos con pacientes pluripatológicos, que requieren más tiempo asistencial y de formación.
En un mundo globalizado, la competencia es globalizada, no hay excepciones. Hay muchos médicos que han ido saliendo del sistema y que se plantearían volver si hubiera condiciones laborales y profesionales similares a las de nuestro entorno. Esas mejoras también serían una manera de reconocer y valorizar de forma rápida y creíble al colectivo médico presente, evitando más fugas. Por el contrario, medidas como ‘flexibilizar’ los criterios de homologación de títulos solo refuerzan la idea de escaparse. Para que no vuelva a pasar este problema, hay que tener claro que los plazos en medicina son largos. Se precisan 11 años para formar al especialista más inexperto de un servicio, es decir, los acuerdos que se adopten hoy tendrán su fruto dentro de 15 años. Lo que quiero decir es que la planificación de la formación no puede estar sujeta a intereses de oportunidad electoralista.
– Las nuevas generaciones de médicos/as ya no ven tan atractivo trabajar en el SNS. ¿Qué se puede hacer para retener el talento?
Es preciso el reconocimiento del mérito. Se debe potenciar la carrera profesional, donde, además de motivar al profesional, se valore sus competencias asistenciales, docentes e investigadoras, y no principalmente su antigüedad. Se debe cambiar el modelo de relación laboral de explotación del médico dándole capacidad de gestión, es decir, evitar la rigidez y burocracia actual y favorecer la flexibilidad. El médico es un trabajador del conocimiento con capacidad para planificar, organizar, analizar, probar, programar, investigar y difundir conocimientos. Se debe incluir al médico en la toma de decisiones haciéndonos partícipes de la estrategia y definiendo las decisiones clave. Y se debe facilitar el acceso a la innovación y la investigación en todas las especialidades, en especial en medicina familiar y comunitaria.
– Sanidad privada. ¿Qué está pasando y por donde pasa la solución? ¿qué pueden hacer los profesionales?
La sanidad privada también precisa de un gran pacto entre todas las partes implicadas: médicos, entidades aseguradoras, grupos hospitalarios y asociaciones de pacientes. Cada año aumentan el número de asegurados y usuarios de la medicina privada y muchos vienen con unas expectativas no realistas. La medicina privada no debe verse como una alternativa ni como una competencia al sistema público de salud. La relación entre ambas sanidades debe ser de colaboración simbiótica.
Para los médicos de la privada es urgente recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos 30 años. El camino no es otro que el del empoderamiento del médico, que pasa por la formación y sobre todo por la unión en asociaciones. También es preciso promover los valores del emprendimiento y del ejercicio libre entre los más jóvenes y esto pasa porque obtengan las claves en las entidades aseguradoras. En este camino, los profesionales deben saber que van a recibir el apoyo y asesoramiento de sus colegios oficiales de médicos.
– Situación crítica de la atención primaria. ¿Existe un riesgo real e inminente de quebrar el modelo si no se aborda de manera urgente la situación del primer nivel asistencial?
La especialidad de medicina familiar y comunitaria es esencial para proveer la continuidad asistencial que es la clave de la calidad y de la eficiencia del sistema sanitario no solo público sino también privado. El modelo actual debe reformarse para garantizar este nivel asistencial.
– ¿Deben de ser los profesionales quienes lideren los cambios y transformaciones en el SNS o debe de ser la Administración?
Con los profesionales se debe contar para un gran pacto sanitario. Sin embargo, son las administraciones quienes tienen el deber y la competencia para afrontar los cambios y transformaciones. En los pactos que se hagan se debe contar también con los agentes económicos, como las patronales de medicina privada o la industria farmacéutica, y con los agentes sociales, como la Organización Médica Colegial, sindicatos o sociedades científicas.
– El CGCOM lleva tiempo poniendo sobre la mesa la relevancia de apostar por la formación médica, la adquisición de competencias, etc… ¿qué cambios hacen falta en esta área?
La formación continuada es un pilar de la profesión médica que no debe quedar solo al albur de la voluntad del médico por realizarla en su tiempo libre. Todas las instituciones con responsabilidades, y el CGCOM es una de ellas, deben contribuir a facilitar al médico esa tarea. Las acciones realizadas por la fundación para la formación continuada son muy valiosas y deben seguir esa línea aportando formación transversal y colaborando con las sociedades científicas.