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DÍA DE LA SALUD Y LA SEGURIDAD EN EL TRABAJO… “La especialidad va en decadencia y las instituciones públicas y privadas no hacen nada por salvarla”
La doctora Mónica Gutiérrez es especialista en Medicina del Trabajo y, aunque asegura que las inversiones en salud laboral son garantía de futuro, ve un futuro incierto para esta disciplina
La Medicina del Trabajo es una de las grandes desconocidas de las especialidades médicas. En Cantabria hay pocos de estos facultativos que velan por la salud de los trabajadores a pesar de que la sociedad actual los demanda, sobre todo por la pandemia de Covid-19. El próximo día 28 de abril se celebra el Día de la Salud y Seguridad en el Trabajo.
Una de estas especialistas es Mónica Gutiérrez Piqueres, que desarrolla su actividad de médico en la fábrica que BSH Electrodomésticos España tiene en Santander. Lleva dedicándose a la medicina del trabajo 17 años y en la actualidad ocupa la presidencia de la Sociedad Cántabra de Salud Laboral (SCSL) y forma parte, como tesorera, de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina y Seguridad en el Trabajo (SEMST). Esta experta, que transmite entusiasmo y pasión por su especialidad en cada respuesta, analiza para el COM Cantabria la realidad de un médico del trabajo y deja patente que las administraciones deben prestar más atención a esta disciplina que mejora la salud de los trabajadores y la productividad de sus empresas.
Se celebra el Día de la Seguridad y la Salud en el Trabajo para poner en valor la importancia de la salud en el ámbito laboral ¿cree como médico que está lo suficientemente reconocida esta relevancia en la sociedad?
Cuando a la gente le dices que eres médico del trabajo te contesta, “¡Ah!! Haces reconocimientos médicos…!!” La vigilancia de la salud (individual y colectiva) forma parte de nuestro día a día, pero hacemos más cosas. Tal y como dice el RD 843/2011 en su artículo 3: debemos de “(…)Proporcionar la asistencia de primeros auxilios y la atención de urgencia a los trabajadores que lo necesiten(…), Impulsar programas de promoción de la salud en el lugar de trabajo, en coordinación con el Sistema Nacional de Salud, colaborar con el Sistema Nacional de Salud(…)”.
De ahí que en el servicio médico hacemos además de urgencias y emergencias, consultas médicas y de enfermería, adelantamos pruebas diagnósticas, tanto por contingencia laboral como por común, recetas médicas y hacemos campañas de prevención de cáncer de mama, de cáncer de colon, de vacunación antigripal, de prevención de trastornos psicoafectivos… Estas que he citado, por ejemplo, las tenemos todos los años. Además, realizamos otras actividades de concienciación. Una muy divertida y con gran aceptación fue la que realizamos con nuestra mutua, la MAZ, para la prevención de accidentes de tráfico in itinere (con simulador de conducción con lluvia, niebla…, un coche que simulaba dar vueltas de campana…). ¡Podría seguir hablando de tantas cosas que hacemos e iniciativas que tenemos!!
Puedo decir que en nuestra empresa sí se nos reconoce nuestra labor. Por lo general, en un Servicio de Prevención Propio (SPP) se pueden desempeñar todas las competencias de la medicina del trabajo e incluso más. En los Servicios de Prevención Ajenos (SPA) no tanto. Según me indican compañeros de estos servicios, la carga de trabajo es tal que solo pueden dedicarse a la vigilancia de la salud (una pena y un desperdicio de capacidades, desde mi punto de vista). Como hay muchos más SPA que SPP, se nos ve como una especialidad que sirve para cumplir la legislación (tener una aptitud médica laboral tras un reconocimiento médico). Y creo que no se saca partido de ella.
La pandemia ha afectado a casi todos los sectores, pero supongo que al de la medicina del trabajo en mayor medida ¿es así?
Por supuesto. Al igual que en otras instancias sanitarias, los servicios médicos de los servicios de prevención han visto incrementada su carga de trabajo. La medicina del trabajo ha tenido una implicación directa en esta pandemia; desde la localización y seguimiento de los trabajadores especialmente sensibles al covid, la reubicación en puestos exentos de riesgo y, si no se pudiera, la solicitud de la baja laboral por riesgo Covid los servicios públicos de salud… Además, se han hecho (y se siguen haciendo), PDIA a la población trabajadora, pruebas de antígenos… Son tareas añadidas al día a día que ha traído el Covid.
Por lo que a mí me toca, también se ha notado en nuestro servicio médico, un aumento de consultas por contingencia común dada la saturación y aumento en la carga de trabajo que han sufrido y sufren los centros de salud.
¿Ha puesto de manifiesto la pandemia la verdadera importancia de la Medicina del Trabajo?
Las Sociedades Científicas de Medicina del Trabajo han colaborado con el Ministerio de Sanidad desde el principio en la realización de los Protocolos de actuación de los Servicios de Prevención frente al Sars-Cov-2, la estrategia de detección precoz, vigilancia y control del Covid-19, las numerosas actualizaciones, fichas técnicas…. con respecto al Covid. Desde nuestros puestos de trabajo hemos estado realizando nuestras tareas tanto a nivel de prevención de riesgos laborales como asistencial para nuestros trabajadores y más de un trabajador de la planta nos ha dado las gracias por estar acompañándoles en todo momento. Eso me hace sentir que aprecian nuestro trabajo.
Ahora, de ahí a verse reconocida a nivel de las administraciones la verdadera importancia… solo hay que echar la vista atrás unas semanas y ver en qué posición se nos puso a los sanitaros de los servicios de prevención en el plan de la vacunación en nuestra comunidad autónoma: en el grupo 3, estando en la estrategia nacional en el grupo 2. Podemos hacer referencia también a que cuando por fin nos comienzan a vacunar, solo lo hacen a los menores de 55 años… Vacunaron antes a estudiantes, policías, bomberos, fisioterapeutas… que a compañeros de profesión. ¡Ojo! Y que no se entienda mal, que en ningún momento dijimos “no les vacunéis a ellos y sí a nosotros”. Solo pedimos (con poco éxito, por cierto) lo que, según la estrategia nacional, acordada por el Consejo Interterritorial, nos correspondía. Así se lo hicimos saber a diferentes administraciones dando estas la negativa y/o la callada por respuesta. En fin, creo que el sentir general de los sanitarios dedicados a la salud laboral en nuestra comunidad autónoma es de escaso reconocimiento.
¿Cómo se han comportado las cifras de absentismo durante este año de crisis?
El último informe de Adecco sobre el comportamiento del absentismo en España durante la pandemia indica como “la tasa de absentismo laboral se duplicó durante el confinamiento, pasando del 5,5% en 2019 hasta el 8,9% en el segundo trimestre de 2020 especialmente por las bajas de incapacidad temporal. Las bajas de más de un año por enfermedad común se han disparado un 27% y la crisis sanitaria lleva a un coste de las ausencias de 8.000 millones de euros», añade. Resuelve también que “la tasa de absentismo dio un salto en todas las autonomías en la primera mitad de 2020 debido a la irrupción del coronavirus, y todas alcanzaron su respectivo máximo histórico”. También destaca que se ha producido una importante reducción de los accidentes de trabajo, tanto en número accidentes como en índices de incidencia debido especialmente al período de confinamiento entre marzo y junio, y al auge del teletrabajo.
En Cantabria, la tasa de absentismo laboral se situó en el 9,3 % en el segundo trimestre del año, la tercera más elevada del país (Cantabria económica 10.12.20).
Además, según los datos del ICASST en su informe estadístico de siniestralidad 2020, se ha visto una disminución del 14% de los accidentes laborales con baja, una disminución del 34% de partes de enfermedades profesionales comunicadas y un 23% de disminución de los accidentes de trabajo sin baja. Sectores en los que han aumentado los accidentes laborales son las actividades sanitarias y de servicios sociales, dada la gran actividad que por la pandemia han debido de desarrollar en este 2020.
La especialidad de Medicina del Trabajo no es de las más demandadas por los estudiantes de medicina y sí por la sociedad, y actualmente no se contempla dentro del MIR ¿cuál es la situación actual de la especialidad y cómo ves su futuro?
La Medicina del Trabajo es una especialidad desconocida. No se estudia en la facultad. Desde la entrada en vigor de la ley de prevención de riesgos laborales es una especialidad vía MIR. Primero fue por escuela profesional (3 años) y luego pasó ya a formar parte intrahospitalaria y aumentó a 4 años por un aumento del programa tanto teórico como clínico.
La especialidad va en decadencia y desde las instituciones públicas y privadas no veo que hagan nada por salvarla. Aun viendo que se están aumentando las plazas en los últimos años: de 65 pasaron a 94 y esta última convocatoria MIR han sacado 102, no se cubren las necesidades para las unidades básicas de salud (UBS: 1 med+1DUE especialistas en medicina/due del trabajo).
Hace unos años se necesitaba una UBS por cada 1.000 trabajadores. Ante la falta de especialistas subieron a 2.000 trabajadores para cada UBS. Aun así, no se cubren necesidades y hay médicos sin la especialidad, en servicios de prevención, realizando vigilancia de la salud y quien firma los informes de aptitud es un especialista que ni ha visto al trabajador.
El futuro lo veo negro. La salud laboral es un tema en el que entran en juego muchos participantes: diferentes administraciones públicas, empresas privadas, sindicatos… Pienso que es una disciplina con muchas partes implicadas en cuyas decisiones, a los especialistas, nos suelen dejar participar más bien poco.
¿Hay en Cantabria suficientes médicos de trabajo para abastecer las necesidades actuales?
Para hacernos una idea, haciendo un cálculo rápido y somero. En Cantabria, el primer mes del año tuvimos el número global de ocupados de 212.769 (Europa Press 2.2.21). Si necesitamos un médico del trabajo por cada 2.000 trabajadores, necesitaríamos 106´38 especialistas. (igualmente necesitaríamos los mismos DUEs con la especialidad de enfermería del trabajo). No tengo los datos de la cantidad de médicos con la especialidad en Cantabria, pero sí de la de socios de la SCSL y puedo decir que está muy por debajo de esta cantidad. En Cantabria ha salido una plaza de médico del trabajo para esta convocatoria MIR. “Ahí lo dejo…”
Para terminar, ¿cree que las instituciones públicas deben cuidar más la salud y la seguridad en el trabajo y concienciar a la sociedad de su relevancia?
En este campo se está trabajando desde hace años. No cabe duda que desde la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en España se han mejorado muchísimo las cosas. Aun así, en lo que a la salud laboral se refiere, pienso que hay diferencia entre los SPP y los SPA. No sobre si hay mejores o peores profesionales en unos que en otros, ¡eso no!, sino en el tiempo que pueden dedicar a cada trabajador en unos y otros.
Mi trabajo lo desempeño en un SPP. Me conozco al dedillo cada uno de los puestos de trabajo en el que mis trabajadores desempeñan sus tareas, conozco a cada trabajador: sus patologías, su relación con la familia, con sus compañeros. Sé si por sus patologías de base puede desempeñar unas tareas u otras en un determinado puesto de trabajo. Les damos información, formación,… En un SPA, el sanitario no tiene tiempo para nada más que hacer vigilancia de la salud y rara es la ocasión en la que antes de hacer el reconocimiento médico, puede visitar la empresa “X” para conocer los puestos de trabajo de los trabajadores que va a reconocer. Y esta situación hace pensar que las empresas lo único que quieren es “el papel” para cumplir la ley.
Con esto no quiero ofender a nadie, solo poner de manifiesto un sentir que subyace en el trabajo de los especialistas en medicina del trabajo. Yo estoy encantada de poder desempeñar mis tareas de médico en el SPP de una multinacional como BSH en la que sí puedo asegurar que se preocupan, nos preocupamos, por la seguridad y salud de nuestros trabajadores. Por ello animo a todas las empresas que aún este tema lo tengan “flojillo” a prestarle más atención. Las inversiones económicas que puedan hacer en el tema de salud y seguridad laboral, son garantía de ahorro a medio y largo plazo.