La colegiada fue defendida por la abogada del Colegio de Médicos de Cantabria

El Juzgado Social número Cinco de Santander condena a la Mutua a conceder la baja por riesgo, desde la comunicación del embarazo a una médico que trabajaba en una ambulancia medicalizada.

La sentencia del Juzgado Social número Cinco de Santander que estima las pretensiones de la mujer defendida por la abogada de Colegio de Médicos de Cantabria, María Alvarez, tiene en cuenta el riesgo trombótico inherente al embarazo y la inexistencia de una vacuna contra el covid-19 aprobada para mujeres embarazadas, considerando que el riesgo inherente a su puesto de trabajo (médico en una ambulancia medicalizada en contacto directo con pacientes que pueden estar infectados de COVID 19) exigía en tiempos de pandemia la declaración de riesgo por parte de la Mutua y suspensión del contrato desde el momento en que se comunicó el embarazo.

Sin embargo, la Mutua no declaró el riesgo hasta la semana 24 poniendo en riesgo a la mujer por lo que la sentencia, además de condenar a la Mutua a declarar el riesgo desde la primera solicitud, le condena a abonar una indemnización por daño moral.

La sentencia fue recurrida por la Mutua ante el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, que ha dictado nueva sentencia desestimando el recurso y confirmando la del Juzgado de lo Social número Cinco.