Clara Prats Soler, doctora en física y presidenta del Grupo Interdisciplinar de Profesionales Vinculados con la Salud (GIPS), participa en el X Congreso del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), que tendrá lugar del 9 al 11 de noviembre en Bilbao. En esta entrevista, asegura “como colega profesional de médicos y como paciente” que “el cuidado de la salud mental de los profesionales de la Medicina es un elemento crucial, empezando por ellos como personas”.

El X Congreso PAIME y I Encuentro Internacional tiene como lema “Congreso de Atención Integral al Sistema de Salud Enfermo” y es organizado por la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) y el Consejo de Colegios de Médicos de País Vasco (CCMPV). Para acceder al programa e inscripciones click aquí.

¿Cuál es el objetivo principal del foro sobre el ejercicio de la Medicina en el siglo XXI que va a llevar a cabo en el Congreso PAIME?

El foro se enmarca en un congreso de atención integral a un sistema de salud enfermo. ¿Podemos ayudarnos de las nuevas tecnologías y equipos multidisciplinares para hacer un mejor diagnóstico y tratamiento del sistema? El objetivo del foro, pues, es analizar y discutir cómo nos pueden ayudar las nuevas tecnologías en una mejor gestión del sistema de salud, con la finalidad de mejorar la propia salud del sistema.

¿Puede explicar la importancia de la atención de la gestión multidisciplinar en la sanitaria y cómo puede contribuir al éxito de la atención médica?

Un enfoque multidisciplinar a cualquier problema incrementa exponencialmente la probabilidad de encontrar una solución óptima. Personas de disciplinas diferentes que trabajan conjuntamente acostumbran a plantear preguntas diferentes y soluciones complementarias. Esto es extrapolable a la gestión sanitaria y a la atención médica: un enfoque multidisciplinar bien planteado y organizado siempre redundará en una gestión más eficiente y una mejor atención. Tener un contexto de trabajo favorable tendría que ir a favor del bienestar del médico y, en consecuencia, del paciente.

¿Puede describir las características clave de los equipos protectores humanos y los equipos de riesgo en el ámbito de la atención médica? ¿Qué factores determinan si un equipo es protector o de riesgo?

Si hablamos de equipos multidisciplinares para una mejor gestión sanitaria y atención médica, es imprescindible que dichos equipos sean “protectores” en relación al bienestar de sus miembros. Para conseguirlo, es importante no olvidar las bases del trabajo interdisciplinar: tiene que llevarlo a cabo un equipo estable, integrado y sostenible en el tiempo, con recursos par llevar a cabo su labor; es necesario que se pongan los medios necesarios para que sus miembros rompan las barreras conceptuales y de lenguaje, planteando un plan formativo adecuado que permita llevar a cabo el trabajo conjunto; los miembros del equipo tienen que actuar desde la honestidad y estar abiertos al aprendizaje constante; y lo más importante, el trabajo interdisciplinario no significa que uno tenga que trabajar en o dominar todas las disciplinas, sino que tiene que ser capaz de trabajar, desde su experiencia, con especialistas de las otras disciplinas. Si no se cumplen estas premisas, el equipo acabará suponiendo un riesgo para el éxito de su trabajo y para el bienestar de sus miembros.

¿Qué desafíos específicos enfrentan los profesionales de la salud en la actualidad en términos de salud mental y bienestar, y cómo pueden abordarse en un enfoque multidisciplinario?

Por mi formación y ámbito de trabajo e investigación, yo no tengo experiencia en el abordaje de la salud mental en sí. Ahora bien, sí que tengo años de experiencia en equipos multidisciplinares, y he vivido en primera persona los beneficios de este tipo de abordaje. Como decía Jorge Wagensberg, “conversar es una buena idea porque, por lo general, no ignoramos lo mismo”. El diálogo constante con personas de otras disciplinas es un elemento enriquecedor extraordinario.

¿Qué le parece la existencia del Programa PAIME?

Como colega profesional de médicos y como paciente, puedo decir que el cuidado de la salud mental de los profesionales de la medicina es un elemento crucial, empezando por ellos como personas, pero también para las personas que los rodean y, en particular, para sus pacientes. El programa PAIME es, a mi entender, un elemento crucial en este proceso.

¿Qué lecciones ha aprendido a lo largo de su experiencia en el Grupo Interdisciplinar de Profesionales Vinculados con la Salud (GIPS) que podrían ser útiles para otros profesionales y organizaciones interesadas en mejorar la atención médica?

El GIPS nació hace apenas año y medio como respuesta a un contexto que ya tenemos aquí, después de un siglo de revolución tecnológica que también -afortunadamente- ha llegado a la medicina. Las nuevas tecnologías están adquiriendo un papel relevante en diagnóstico, terapéutica y prevención de enfermedades y, por lo tanto, las personas especialistas en dichas tecnologías están ya trabajando con la salud de las personas. Esta situación plantea retos relacionados con la buena praxis o la deontología, que son conceptos profundamente arraigados a la profesión médica pero que son nuevos para estos profesionales no sanitarios. Es imprescindible, también, crear los espacios donde estos equipos multidisciplinares puedan nacer y crecer, crear la cultura del trabajo interdisciplinar y trabajar en los elementos imprescindibles para que funcione.