05/11/21 El plan propuesto por el ministro de Seguridad Social afecta de forma distinta a los facultativos según su experiencia

El Ministerio de Seguridad Social ha dado a conocer la pieza que faltaba en el rompecabezas que supondrá la reforma de las pensiones. Se trata del mecanismo de equidad intergeneracional, que hará desaparecer al actual factor de sostenibilidad y que tendrá como objetivo garantizar la sostenibilidad de las pensiones aumentando la contribución de la población.  En concreto, el proyecto plantea una subida de las cotizaciones de 0,5 por ciento a partir de 2023 que permita generar un remanente suficiente para financiar las pensiones de la generación de los denominados ‘baby boomers’ en la próxima década.

La pregunta que se hacen ahora muchos profesionales es cómo afectará esta medida correctora al sector sanitario. Teniendo en cuenta los ingresos brutos, la subida apenas supondrá unos 10 euros en el caso de los MIR de primer año, con un sueldo medio que ronda los 1.000 euros.

Si realiza una guardia a la semana, es decir, unas 80 horas al mes, este residente aportará de media unos 13 euros al mes con la entrada en vigor de la medida en su primera etapa de formación. Esto significa que, al año, la cuota de un R1 alcanzará los 156 euros, según los cálculos realizados por Vicente Matas, coordinador del Sindicato Médico de Granada.

Cifras que apenas varían a medida que avanzan en su residencia. De esta forma, un MIR de cuarto año aportará unos 17 euros al mes a partir de 2023 y hasta 204 euros al año. En cualquier caso, ya desde su residencia, la cantidad proporcionada por los médicos será superior a los 8,71 euros que se estima pagarán los cotizantes con una retribución media.

Misma cotización en médicos de 30 y 60 años

La situación cambia al hablar de los médicos más veteranos ya que, a pesar de que las cotizaciones en estos casos son más elevadas en función del sueldo, el departamento de José Luis Escrivá fija una cotización máxima de 4.070 euros mensuales para un periodo anual, al prorratearse las pagas extras a la hora de fijar la base de cotización. Por tanto, si cotiza por el tope máximo, la contribución de un facultativo adjunto a las arcas de la Seguridad Social estaría en torno a los 20 euros al mes. Una vez aplicada la sobrecotización, el colectivo acabará aportando unos 240 euros al año frente a los 238,8 euros actuales. Es decir, 2.400 en el tiempo completo que durará la medida.

Al contrario que en otros sectores, la cotización apenas varía en función de los años de experiencia. Según los últimos datos disponibles, las diferencias retributivas en la carrera de Medicina van desde los 59.490 euros brutos anuales que cobra un médico de entre 30-40 años al inicio de su vida laboral hasta los 81.004 que percibe, de media, un facultativo con plaza propia en su plaza final.

Sin embargo, en términos de cotización, las guardias y las pagas extras prorrateadas de un médico con 35 años igualarían el aporte de uno de 60 «que cobre más por antigüedad y carrera», ya que ambos alcanzarían el tope máximo fijado por el Gobierno.

A nivel general, el aumento de la cotización «encarece el empleo», advierte Matas. Un problema, explica, ya que lo que «necesita en estos momentos el Sistema Nacional de Salud «es más empleo y más cotizantes, no que los que hay paguen más». Y es que, la medida planteada por Escrivá solo afectaría a la cuantía de la contribución, y no a la  base de cotización ni de pensión.  «Este incremento en la cotización no tiene ninguna repercusión positiva ni en la base de cotización ni en el importe de la pensión a la que pueda tener derecho cuando se jubile», amplía, según informa Redacción Médica.