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Vacunólogo cree que la campaña de vacunación es «un hito histórico» y recuperará ritmo tras «enlentecerse» en verano
18/08/2021 Apela a esperar a «la evidencia científica para tomar una decisión» sobre una tercera dosis y no «abrir un debate excesivamente pronto»
El presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós José García Rojas, ha considerado «un hito histórico» haber vacunado contra la covid «prácticamente el 70% de la población diana en unos meses» y se ha mostrado convencido de que, tras el «enlentecimiento lógico» en verano, se volverá a recuperar el ritmo de vacunación. Asimismo, ha advertido de que, sin las vacunas, con «las tasas tremendas» de incidencia en las últimas semanas, «las imágenes dantescas» del inicio de la pandemia se habrían «multiplicado».
En una entrevista concedida a Onda Vasca, recogida por Europa Press, el epidemiólogo y vacunólogo ha remarcado «el hito histórico» que supone el hecho de que se haya vacunado «prácticamente el 70% de la población diana en unos meses» ya que supone «hablar de más de 30 millones de personas».
Según ha indicado, «es un éxito» que se ha logrado gracias a que «el sistema ha funcionado», porque sus profesionales han realizado «un ejercicio riguroso y potente de responsabilidad», y gracias a la ciudadanía, que «ha huido de los cantos de sirena y se ha adherido a la vacunación de manera clara y rotunda».
En esta línea, ha considerado «lógico» que se haya producido «un enlentecimiento» en el ritmo de vacunación respecto al «acelerón» que se llevaba. «Es que estamos en periodo vacacional y hay mucha gente fuera de sus domicilios habituales», ha apuntado el presidente de la Asociación Española de Vacunología, que se ha mostrado «seguro de que se volverá a recuperar» el ritmo cuando acabe el periodo estival. En este contexto, preguntado por el hecho de que no se alcance el objetivo de tener vacunado al 70% de la población en la fecha prevista, ha rechazado que «digan que vacunar a más de 30 millones de personas es un fracaso» y ha cuestionado entonces «cómo será la situación» en Estados Unidos o en otros países europeos. «Lo que debemos hacer es felicitarnos», ha opinado.
Por otro lado, ha asegurado que «las vacunas claro que funcionan» y ha destacado que «antes, cuando una persona mayor ingresaba en UCI, estaba prácticamente sentenciada», mientras que ahora «se está dando alta a muchos mayores gracias a que estaban vacunados».
«¿Con las tasas tremendas de incidencia acumulada que hemos tenido en las últimas semanas, se imaginan cuál sería el escenario si no tuviéramos a nuestros mayores, a las personas vulnerables protegidos con la vacuna?. Aquellas imágenes dantescas de unas filas de ataúdes en el Palacio de Hielo en Madrid se hubieran multiplicado», ha advertido. El experto ha precisado que, como con «cualquier otro fármaco», puede haber personas vacunadas que pueden enfermar. Según ha manifestado, «siempre va a haber un pequeño porcentaje» de la ciudadanía en las que «la vacuna no ha prendido con calidad y que básicamente sería unos perfiles muy definidos con cierto deterioro clínico en líneas generales».
En relación a las personas que han decidido no vacunarse, ha señalado que hay que «empatizar» e intentar «convencer con la rigurosidad del conocimiento científico» a aquellos que tienen «dudas» y «miedo». También ha admitido que hay un grupo que «niega la evidencia, la ciencia», pero que en España es «muy pequeño» y, por tanto, a su entender, «no va a influir en relación al impacto que se está consiguiendo con la cobertura que se está consiguiendo con la población que acude a vacunarse».
TERCERA DOSIS
Por otro lado, ha recordado que, en este momento, «no hay evidencia científica sólida» que justifique la administración de una tercera dosis y, además, las vacunas «no tiene esa indicación según las fichas técnicas y lo autorizado por los órganos reguladores del medicamento».
En su opinión, el colectivo de personas inmunodeprimidas sí «debe ser subsidiario de recibir la tercera dosis», pero para el resto de ciudadanía «es abrir un debate excesivamente pronto». «Esperemos a que se consolide esa evidencia científica para tomar una decisión», ha señalado.
Asimismo, ha considerado que la obligatoriedad de la vacunación debe estar «ligada a una realidad» y puede «tener sentido» en países en los que «la adherencia no es tan potente». De este modo, ha planteado que en España «la adherencia a la vacunación es amplísima», por lo que establecer la obligatoriedad «puede tener efectos secundarios que la hagan contraproducente». Por ello, se ha mostrado «más favorable» a cambiar de puesto de trabajo a las personas que rechazan vacunarse «de manera desleal con el público» que atienden en servicios sanitarios o residencias.
En relación a la posibilidad de vacunar a los menoresd e doce años, el presidente de la Asociación de Vacunología ha precisado que en este debate «falta lo fundamental», que es la autorización de alguna vacuna para esa población. Una vez que exista, ha opinado que «el debate debe partir de cómo se está en cobertura de población diana consolidada y cómo está el peso de la pandemia». Tras recordar que los niños tienen una «clínica muy leve» y la posibilidad de ser agentes transmisores a los adultos también «es muy baja», ha apuntado que vacunarles «tendría sentido en el contexto de que nos faltara por consolidar una potente inmunidad colectiva» y ha añadido que también habría que «poner en la balanza» que una pandemia es «un problema global» y hay países donde no llegan las vacunas y «se requiere el esfuerzo solidario de los países ricos».
De este modo, ha advertido de que, aunque hasta ahora las vacunas «están funcionando bien ante todas las variantes» del virus, mientras sigan existiendo «espacios geográficos amplios de personas sin vacunar se van a seguir produciendo casos» y, en consecuencia, aparecer nuevas variantes. «Algunas de las cuales nos pueden dar un susto», ha subrayado. Finalmente, se ha mostrado convencido de que habrá «nuevas vacunas» y ha esperado que algunas de ellas sean españolas. «En nuestro país sobra el talento, lo que hay es dificultades de gestionarlo», ha señalado.
Según ha advertido, «no hay entramado que posibilite una investigación en condiciones, no hay el tejido social que favorezca la investigación, y eso explica por qué las vacunas españolas están en un perfil de avance en su desarrollo muy inferior al que podrían tener en caso de que la investigación tuviera el papel que debería tener».