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El virólogo Ortiz de Lejarazu insta a autonomías y Gobierno central a «ponerse las pilas y vacunar lo antes posible»
07/01/2021 Afirma que alcanzar la inmunidad suficiente «dependerá de la velocidad de crucero» en lograr el objetivo de vacunar al 70% de la población
El virólogo y profesor de microbiología Ramón Ortiz de Lejarazu, ha asegurado que las Comunidades Autónomas y el Gobierno central «deben ponerse las pilas» y cambiar «este panorama» de vacunación porque, lo que la hace efectiva» es «vacunar lo antes posible a la mayor cantidad de gente posible». En su opinión, la inmunidad suficiente «dependerá de la velocidad de crucero» para lograr el objetivo de vacunar al 70% de la población. En una entrevista en Onda Vasca, recogida por Europa Press, Ortiz de Lejarazu ha afirmado que la disponibilidad de dos vacunas contra la covid-19 supone «una magnífica noticia» por los «problemas de desabastecimiento durante los primeros días en algunos países europeos, incluidos España, con la vacuna de Pfizer».
«El hecho de que haya dos productoras de vacunas que tienen prácticamente un mismo mecanismo de acción, es una buena noticia, sin duda», ha añadido. Además, ha asegurado que, de confirmarse resultados por encima del 90% de efectividad, e incluso menos del 80%, sería «una magnífica noticia». Según el virólogo y profesor de microbiología, las vacunas son «fiables», pero se ha trasladado «de manera equivocada a las personas» que se ha obtenido una vacuna en nueve o diez meses «cuando esto no es cierto».
«Si fuera cierto, tendríamos que echar por tierra todo el trabajo de becarios, científicos, proyectos que no han llegado a los periódicos, pero que, desde 2004, cuando apareció el SARS por primera vez han estado trabajando, identificando las dianas inmunológicas de estos virus, que es la parte más complicada de una vacuna», ha señalado. Por ello, ha llamado a «no menospreciar el esfuerzo que se ha hecho durante 14 años antes» y ha advertido de que, además, «las vacunas se han probado en ensayos clínicos».
En su opinión, con esta vacuna, más que temor, se produce una «desconfianza hacia lo desconocido» porque existe la creencia de que solo se administran a los niños, cuando «hay vacunas de personas que trabajan, en adulto, y vacunas de mayores». «Es miedo, quizás a lo desconocido. Cuando los humanos no conocemos algo, tendemos a rellenar esa parte del desconocimiento con mitos, fabulaciones, teorías conspiratorias», ha argumentado. Además, ha recordado que la vacunación «es la única herramienta» de la que se dispone para detener «esta enorme bola de nieve que ha formado este virus durante todo el año 2020». Ortiz de Lejarazu cree probable que el efecto de la vacuna «dure más de un año», si se tiene en cuenta los estudios de voluntarios y personas que han enfermado y de «otros coronavirus», aunque ha admitido que «esta es una de las grandes incógnitas que hay».
«Es probable que haya que vacunar cada cierto periodo, como ocurre con la vacuna de la gripe, que pudiéramos hacer vacunas para que se vacunara la gente cada año y medio, cada dos años, cada tres…», ha apuntado.
Por otra parte, ha asegurado que todas las comunidades autónomas de España y el Gobierno central «se tienen que poner las pilas y cambiar este panorama» de vacunación. «Lo que hace efectiva una vacunación, por diferentes razones, es vacunar lo antes posible a la mayor cantidad de gente posible. Si esto lo pudiéramos hacer en un mes o una semana, mucho mejor que en tres o cuatro meses», ha dicho. A su juicio, un año es «largo tiempo, pero sería el máximo».
Respecto a la decisión del Gobierno vasco de reservar varias dosis de vacuna para la segunda dosis, ha afirmado que «es lógico que, los gestores sanitarios, ante el desaprovisionamiento que ha habido al inicia» hayan pensado en garantizarse las dos dosis. En su opinión, si una persona no recibe la segunda dosis «puede que no suceda nada», pero con esta vacuna se ha probado que, «cuando se alcanzan unos valores de anticuerpos suficientemente protectores, adecuados y óptimos, es con esa pauta». «Por tanto, yo entiendo por qué en algunos casos se reservan dosis. Por si hubiera un fallo, al menos tener una serie de personas inmunizadas, sobre todo, en este momento en el que la diana poblacional son las personas muy vulnerables, las de las residencias. Hay que intentar que la vacunación de estas personas sea lo más eficaz y perfecta posible», ha explicado. El también profesor de microbiología cree que alcanzar la inmunidad suficiente «dependerá de la velocidad de crucero». «El objetivo es intentar vacunar, si se puede, en el menor tiempo posible al 70% de la población», ha dicho.
Nueva cepa británica
Respecto a la nueva cepa británica, ha explicado que «cuando un virus hace una mutación y una variante, es algo que no preocupa» porque cuando «un virus aterriza en un nuevo huésped, como ha hecho este, se ve sometido a una presión muy distinta que cuando estaba en el huésped animal original» y puede cambiar. En cuando a la «mayor frecuencia» que otras variantes de esta nueva cepa, al menos en Reino Unido, «puede ser una coincidencia». «Es lo que se llama un efecto fundador. Es decir, el virus estaba en el momento oportuno y en el sitio oportuno y, por lo tanto, ha tenido la oportunidad, si ha coincidido con una serie de personas superdifusoras, de extenderse mucho más que otros», ha indicado.
Para el virólogo, ahora «se está viendo que el virus está en otras partes y otros países del mundo» lo que indica que «es probable que haya aparecido en muchos sitios diferentes, no necesariamente vinculados a una transmisión desde el Reino Unido». «Por tanto, es una de las variantes que, probablemente emergen de manera casual, y que solo serán seleccionadas si tienen una ventaja adaptativa sobre el resto de sus compañeros que no han mutado. ¿Cuál es esa ventaja adaptativa? Podría ser que el virus, como se ha dicho, se multiplique más, sea capaz de infectar a más personas al eliminarse más cantidad…», ha manifestado.
Ramón Ortiz de Lejarazu cree que, sin embargo, por el momento «no parece que eso esté confirmado», ya que «lo único confirmado es que cuando se hacen pruebas de PCR dan concentraciones ligeramente superiores que los otros virus -que son también coronavirus- que no son de esta variante». «Pero sin que tengamos la prueba definitiva que se traduce en una mayor posibilidad de trasmitir a más personas y de que aumente el RO del virus, que está entre 2,5 y 3», ha dicho.
Según ha afirmado, «no hay ningún dato de que el virus sea más patogénico» y «parece ser que en los sitios de mutaciones que pueden preocupar algo más» podrían ser neutralizados con la vacuna. «De hecho, han salido algunas variantes, una que difundió mucho más que esta a primeros de marzo, que se neutralizaba mucho mejor con los anticuerpos. No hay indicios claros», ha señalado.