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Cantabria prepara medidas para poder mantener la «normalidad» ante el aumento de casos

22/04/22 Revilla recomienda mantener la mascarilla en interiores donde haya gente y apunta que «sigue habiendo del orden de 1.400 o 1.500 contagios diarios»

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria está preparando medidas para que el «probable» aumento de casos de coronavirus no afecte a la «normalidad» en la vida de los ciudadanos y tampoco a la atención hospitalaria. Ese es el «equilibrio» que intentará mantener «a largo plazo» Sanidad, cuyo objetivo actualmente es frenar el aumento de hospitalizados por Covid-19 y lograr mantener la actividad quirúrgica al cien por cien para que no aumenten las listas de espera, a pesar de esta onda que crece tras la Semana Santa y que se espera que siga en tendencia ascendente durante las próximas dos o tres semanas.

Para ello, Sanidad quiere «parar la llegada de pacientes» infectados desde Atención Primaria y desde las residencias de mayores, y de hecho ayer mantuvo una reunión con representantes de estos centros residenciales para abordar el asunto. Asimismo, se están dando altas precoces con la ayuda de un dispositivo vinculado a la atención domiciliaria que se presentará «próximamente».

Así lo han dicho este viernes en declaraciones a los medios el consejero de Sanidad, Raúl Pesquera, y el gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Rafael Sotoca, quienes han avanzado que se está preparando e informando a todos los equipos sanitarios para que, «en el caso de que la onda aumente, que es lo que probablemente sucederá», estén «listos para reaccionar y poder mantener la normalidad en la actividad diaria», tanto en la vida de los ciudadanos como en los centros sanitarios. Y para «contener en lo posible» esta nueva ola, se irán implementando medidas en los centros sanitarios en «todos los niveles», desde Atención Primaria hasta hospitales, en función de la evolución de los casos y de los indicadores de ocupación hospitalaria y de ocupación UCI, que «en el fondo son los que van a condicionar nuestro nivel de alerta».

Pesquera y Sotoca han hecho estas declaraciones tras asistir a la inauguración del laboratorio Linnux en el Instituto de Investigación Marqués de Valdecilla (IDIVAL), a preguntas de la prensa por el empeoramiento de la situación epidemiológica de Asturias, que se encuentra en nivel 3 de alerta –Cantabria pasó hace unos días del 0 al 1–, ante lo que han señalado que «son cosas que pasan al lado y que te pueden pasar aquí. Nunca sabes dónde se van a disparar los casos».

Por ello, Sanidad no descarta tener que poner en marcha medidas similares a las de la comunidad vecina –que ha apostado por el refuerzo de pruebas diagnósticas, los cribados o el llamamiento a mantener la mascarilla en interiores–, que son «las que están poniendo todos los servicios de salud».

Y es que, como ha dicho el consejero, su departamento está «ojo avizor a todo lo que pasa», «en contacto con todas las partes» y desde el SCS desarrollando todas las estrategias que se pondrán en marcha en Cantabria con ese fin de que la ola no afecte a los hospitales. Otro de los objetivos es que el repunte de casos Covid no afecte tampoco al colectivo de trabajadores sanitarios, «porque sabemos que el otro problama es que nos quedamos sin profesionales porque la gente se infecta».

UNOS 1.500 CONTAGIOS DIARIOS

En línea con Asturias se ha posicionado también el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que ha recomendado seguir usando la mascarilla en interiores, concretamente «en los lugares donde haya gente». Revilla, preguntado más tarde por los periodistas sobre el mismo asunto, tras presidir la reunión del Consejo Asesor para la Lucha Contra el Despoblamiento, ha remarcado que los asturianos «están con una incidencia mayor, pero nosotros no andamos tampoco sobrados», pues de hecho los datos epidemiológicos de Cantabria están «un poco por encima de la media» del país y «sigue habiendo del orden de 1.400 o 1.500 contagios diarios, aunque ya no se publique».

La diferencia en torno a la toma de decisiones y restricciones, ha dicho, es el número de hospitalizados, que ahora es «soportable» en la comunidad pero se llegó a tener hasta un 50% de ocupación UCI, algo que era «insostenible para atender al resto de enfermedades».

En todo caso, ha pedido «tener mucho cuidado porque el virus sigue ahí, con una incidencia tan alta como cuando estábamos confinados, con la diferencia de que ahora muy pocos van a las UCIs y hospitales».