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La OMC pide que la salud pública esté en un Ministerio de Sanidad, Salud Pública y Política Social

21/05/20 El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Serafín Romero, ha pedido, durante la conferencia ‘Ante la COVID-19: El CGCOM comprometido con la sociedad y con el médico. 100 años de vida» en el Club Siglo XXI, que las políticas de Salud Pública se encuadren en un Ministerio de Sanidad, Salud Pública y Política Social

Tras realizar un repaso por todos los acontecimientos ocurridos desde que se declaró la pandemia del nuevo coronavirus, Romero ha comentado la nueva ‘Estrategia COVID’ y las 10 líneas principales de acción en las que está actualmente trabajando la corporación médica.

«Nos encontramos ante una situación de gran complejidad, que genera gran incertidumbre y sobre la cual tenemos aún mucha ignorancia. Nos enfrentamos a un virus que tiene gran facilidad de expansión y una alta capacidad de producir infecciones graves, que ocasiona múltiples patologías y tiene un armamento genético que genera una catástrofe terrible», ha dicho.

En este sentido, Romero ha recordado que no se sabe la variabilidad del virus, ni cuánto puede persistir en los próximos meses, así como tampoco ni cuales son los mecanismos por lo que se produce un rápido empeoramiento brusco del paciente. «No sabemos cuál es el tratamiento adecuado. Ni cual es la vacuna, si la tendremos y en qué tiempo. Tampoco cual es la respuesta inmunológica del individuo», ha señalado.

En este sentido, el presidente de la OMC ha destacado la «importante» contribución que desde España se viene realizando en pro de la búsqueda de respuestas y tratamientos desde el mundo científico, el sector farmacéutico y de la tecnología y también con el compromiso del Gobierno y de las comunidades autónomas y el trabajo de cientos de profesionales sanitarios.

Además, y en relación el reto económico que hay que afrontar para dar respuesta a las consecuencias de la crisis y dijo, ha propuesto seguir moviéndose bajo los parámetros de prudencia, ética de la opinión experta y cumplimiento de los deberes cívicos, los cuales deben prevalecer sobre otros intereses «por muy legítimos que sean». «Aquí es esencial la transparencia y el consenso en los indicadores que nos hagan avanzar hacia la esperada normalidad», ha aseverado.

Y es que, tal y como ha avisado, el presente genera a todos una «gran preocupación por la angustiosa situación» producida por la saturación de los recursos asistenciales, la «desprotección» de los sanitarios y cuidadores, la falta de medios diagnósticos y humanos para la vigilancia y el control epidemiológico, y el propio daño económico y social del confinamiento.

Así, Romero ha advertido de que los médicos y el resto del personal sanitario están pagando un «alto e injusto» tributo a la falta de previsión y a la desatención crónica del sistema de protección social y sanitaria. Un hecho que, tal y como ha añadido, obliga a permanecer «atentos y activos» para que se corrijan los principales problemas del escenario actual.

Para el presidente del CGCOM, de cara al futuro, lo que supone uno de los «mayores retos» es desde el punto de vista organizativo y es ahí donde más se precisa la contribución de la profesión médica, dado que el regreso a la normalidad va a ser «presumiblemente un camino complejo, con altibajos, con idas y venidas».

«Sin un desarrollo efectivo de políticas de recursos humanos en Sanidad que refuercen e instrumentalicen formas de reconocimiento, promoción y mejora de las condiciones de ejercicio profesional y laboral, no es posible pretender un sistema sanitario moderno, eficaz y humanista», ha comentado, al tiempo que ha abogado por una nueva «oleada reformista que facilite cambios institucionales y organizativos y también para prepararnos para futuras amenazas».

Para contribuir a estos cambios, el organismo está trabajando en 10 líneas principales de acción: Estrategias para la transición y desescalada; preparación para amenazas de salud pública; Atención Primaria; Espacios Sociosanitarios; Atención Hospitalaria; Urgencias y Cuidados Críticos; Sistemas de Salud Pública y Vigilancia Epidemiológica; Retos del conocimiento. Investigación. Innovación y Formación en tiempos de pandemia; Contrato Social y políticas de los recursos humanos, y organización y gobierno del SNS y de los Servicios de Salud de las comunidades autónomas.

«En este doble plano de trabajo, la profesión médica debe lanzar mensajes basados en la evidencia, cuando la haya, y en el criterio de expertos, de forma que el profesionalismo médico y sanitario pase a ser una parte fundamental de la solución para reorientar el Sistema Nacional de Salud hacia el interés general», ha enfatizado.

DESPOLITIZAR LA GESTIÓN DE LO SANITARIO

Por otra parte, Romero ha recordado que la situación de emergencia que ha provocado el coronavirus ha originado variaciones en la asistencia médica y la suspensión de parte de la actividad sanitaria de carácter no urgente en centros y hospitales, con atención sanitaria a distancia. En este aspecto, ha destacado el trabajo llevado a cabo tanto por el sector público como por el privado en una causa común.

«La falta de un plan específico ha obligado a respuestas improvisadas, pero valiosas y ha roto las reticencias, inercias y barreras procedimentales habituales, permitiendo cambiar en días la organización de los centros, las líneas de servicio, las distribución de recursos y la utilización de métodos de atención y tecnologías, lo que ha demostrado que el llamado ‘gobierno clínico’ y la ‘autogestión’ han sido capaces de «adaptar en tiempo récord las estructuras sanitarias para poder afrontar la avalancha asistencial», ha argumentado.

Por ello, ha abogado por «fortalecer» la confianza en los profesionales sanitarios, en su compromiso y en su capacidad de autogestión, desde el profesionalismo y la asunción de responsabilidades. «Es hora de despolitizar la gestión de lo sanitario», ha sentenciado.

Del mismo modo, Romero ha destacado el «papel esencial» que ha estado y está llevando a cabo la Atención Primaria durante la pandemia y ha dicho que, en el momento actual, en el que se han asignado a la AP responsabilizarse de la detección, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de nuevos casos, así como, en coordinación con recursos de salud pública, de los contactos, «parece evidente la necesidad de asignarle, a muy corto plazo, nuevos recursos humanos y tecnológicos para poder cumplir adecuadamente estos objetivos».

«Se necesita de forma urgente una profunda revisión de nuestras grandes Leyes Sanitarias para adaptarlas a los cambios sociales producidos», ha aseverado, al tiempo que ha informado de que aportará toda esta estrategia de un modo más detallado ante la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso, a la que acudirá como compareciente en representación de la Organización Médica Colegial.

Finalmente, ha apelado al trabajo «por los que ya no están con nosotros, por a sus familias; por los que aún están sufriendo la enfermedad; por los que sufren sus consecuencias económicas y sociales; y por el fortalecimiento del modelo sanitario para «reconstruir el presente y garantizar el futuro».