La doctora Marta Pastrana estudió Medicina en la Universidad de Cantabria (del 1994 al 2000),  hizo  la especialidad de Familiar y Comunitaria en el Hospital  Valdecilla y,  en la actualidad,   trabaja en el Centro de Salud de  Santa Cruz de Bezana. El día a día de esta facultativa se desarrolla en el ámbito de  la Atención Primaria pero, además, está muy implicada con la sostenibilidad.  Su educación y y su cultura la acercaron al cuidado del Medio Ambiente desde la infancia y a la necesidad de ser conscientes de la importancia de conservar en las mejores condiciones el planeta en el que vivimos. En esta entrevista para el Colegio de Médicos de Cantabria con motivo del Día Mundial contra el Cambio Climático nos cuenta la importancia del los factores ambientales para la salud.

-Eres médico de Familia pero te has implicado en el objetivo de la sostenibilidad ¿has detectado en tus pacientes síntomas vinculados a la contaminación , por ejemplo, o a otros factores ambientales o esa implicación no ha tenido que ver con tu actividad profesional?

Esa implicación me viene de siempre, de mi madre y de mis abuelos. De la cultura del reutilizar y
aprovechar todo como se hacía en los pueblos de Castilla donde ellos nacieron. Yo siempre he reciclado y
separado. Me recuerdo desde niña muy consciente de nuestro impacto en la Naturaleza, y de esa profunda
conexión e interdependencia que hay entre todos los seres vivos y el planeta.

Aporto mi granito como puedo, conduciendo un coche eléctrico que cargo prácticamente en su totalidad
con la energía solar de mis paneles. Soy socia de Greenpeace y fan del huerto en casa. Me gustaría, algún
día, ser energéticamente independiente del todo, usando energías renovables.

A nivel profesional, cuando trabajaba en la zona de Suances, todos los médicos éramos conscientes del
exceso de tumores de ese área tan contaminada. Las altas temperaturas causan exceso de mortalidad todos
los años. Según la OMS, sólo en España el estrés por calor produjo 4000 fallecimientos adicionales en
2022. Y debido a la contaminación y polución atmosférica, la incidencia de las enfermedades respiratorias
ha aumentado. Podemos seguir, pero es infinito.

-¿Crees que la comunidad médica es consciente de que puede aportar mucho al cuidado del Medio Ambiente?

Sé que a nivel de la Organización Médica Colegial, la profesión médica española forma parte de la
plataforma One Health, que es un enfoque integral de la salud por la interrelación entre la salud humana,
animal y ambiental. Y también está en marcha desde el 2022 la Alianza Médica contra el Cambio
Climático (AMCC), con el objetivo de sensibilizar a los médicos, tomar una postura proactiva con la
descarbonización de la Sanidad, el cumplimiento de la agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo
Sostenible. Pero queda un largo camino por aterrizar todo esto, que está muy bien sobre el papel, en el día
a día de la profesión.

Confío en las nuevas generaciones de médicos. Es obvio que tenemos una responsabilidad ética con la
salud y con el bienestar de la población a la que atendemos y con la sociedad en general, incluidas las
futuras generaciones. Dentro de mi especialidad, la prevención es clave. Los determinantes de salud y
enfermedad son conocidos por todos: la ciudad, el barrio donde vivimos o la vivienda pueden ser fuente
de bienestar o convertirse en lugares insalubres, tóxicos e inseguros.

-En otras comunidades, como en Cataluña, hay grupos de «Patología ambiental» formados, sobre todo, por médicos de Familia ¿crees que el futuro pasa por estar más pendientes de los factores ambientales en el ámbito sanitario?

Sin duda. El futuro no, el presente. Que ya desde Alma Ata en el 78, cuando se definen las bases de la
Atención Primaria, se incide en “la responsabilidad de los entes gubernamentales para garantizar el
cuidado y la salud de las personas implicando en esta labor tanto al sector sanitario como al industrial y
otros sectores”.

Me parece importante que las instituciones y centros sanitarios contribuyan a la reducción de la emisión
de gases de efecto invernadero, mejorar la producción industrial de fármacos, el manejo de los residuos y
material sanitario, la educación sanitaria, mejorar las herramientas de vigilancia epidemiológica y un
largo etc..

-Dinos cómo se puede cuidar el medio ambiente desde una consulta médica, supongo que evitar aerosoles, por ejemplo, puede ser una de las medidas…..

Los médicos de Familia nos pasamos muchas horas hablando con los pacientes sobre hábitos de vida
saludable y alimentación. A menudo es un círculo vicioso virtuoso: lo que es saludable para el paciente,
suele serlo para el planeta. Disminuir el consumo de carne roja y que ésta sea de calidad, sin hormonas ni
antibióticos, de ganaderías intensivas locales, evita que siga creciendo la cantidad de aguas de acuíferos y
ríos contaminadas con nitratos ( por los purines), que en España supone el 55% de todas esas aguas, con
la repercusión que eso tiene para la salud humana.

Ni qué decir tiene el consumo de frutas y verduras estacionales, de productores locales, sin pesticidas, que
no tengan el sobrecoste del transporte. El ejercicio físico y el contacto con la Naturaleza, tan beneficiosos para para la mente, crean conciencia de lo que significa la polución y el aire contaminado…

-El cambio climático lo estamos notando todos ¿también en las consultas de AP?

Es palpable. Los médicos que atendemos residencias de ancianos vemos cómo cada año aumenta el
número de ancianos deshidratados que se descompensan y que acaban en ingreso hospitalario, por
ejemplo. Existe un constatado aumento de la mortalidad debido a las olas de calor, sólo en España según
datos de la OMS se produjeron 4.000 fallecimientos adicionales en 2022 por este motivo.

Pero no sólo los pacientes vulnerables lo acusan, durante las olas de calor este verano han aumentado los
trastornos del sueño y consecuentemente los problemas mentales. Los incendios y la deforestación que
producen hacen que aumenten también las enfermedades respiratorias. Por no hablar de las incómodas medusas de este verano…

-Y con respeto a los datos reales, la OMS dice que el 20 por ciento de las enfermedades actuales se producen por factores ambientales ¿esta cifra ha aumentado en las últimas décadas?

La OMS calcula que un 24% de la carga mundial de morbilidad y un 23% de la mortalidad son
atribuibles a factores medioambientales. Esto supone 12,6 millones de muertes al año y se distribuye de
manera desigual alrededor del planeta, lo que produce falta de equidad y aumenta las desigualdades entre
las personas y las poblaciones. Sólo en Europa, se atribuyen a factores medioambientales 1,4 millones de
fallecimientos al año.

Esto está aumentando en paralelo con el aumento de temperatura, que ya es de 1,27oC de media más que
en la era preindustrial, situando al año 2022 como el más cálido desde que se tiene registros a nivel
global.

-Para terminar, el Colegio de Médicos de Cantabria ha inaugurado esta semana una nueva sección dedicada a noticias de salud vinculadas al Medio Ambiente ¿cree que estas iniciativas pueden ayudar al compromiso general con nuestro entorno?

Te respondo con unas palabras de Jacques Cousteau que para mí son clave: “Sólo se protege lo que se
ama, y sólo se ama lo que se conoce” . Sólo desde el conocimiento de las consecuencias reales para la
salud que produce el cambio climático podremos avanzar en tratar sus consecuencias, o al menos
mitigarlas.