La Jefa de Servicio de Enfermedades Infecciosas de Valdecilla, Carmen Fariñas Álvarez, analiza la realidad de la pandemia a día de hoy

 La doctora Carmen Fariñas estudió Medicina en la Universidad de Oviedo y  se especializó en Medicina Interna en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla,  donde  actualmente es  la Jefa de Servicio de Enfermedades Infecciosas. Además, es  catedrática de Medicina de la Universidad de Cantabria y una de las expertas  que ha conseguido que el hospital cántabro sea referencia en el campo de las enfermedades infecciosas.

Por otra parte, esta especialista  ha jugado un papel fundamental en el abordaje de la pandemia de covid-19 en Cantabria y  en esta entrevista para el Colegio de Médicos  aborda la actualidad del virus y se muestra muy prudente con su  futuro  porque “no sabemos lo que va a ocurrir”, una posición que coincide con  la de los especialistas más prestigiosos de Europa.

-El epidemiólogo Lazarus ha coordinado un estudio en el que están implicados más de 400 especialistas, que se publica en Nature, que avisa de que la pandemia no ha terminado en absoluto, ¿está usted de acuerdo?

Estoy de acuerdo, la pandemia no se ha ido, de hecho, la OMS no la ha dado por finalizada. No sabemos si las nuevas variantes del coronavirus SARS-CoV-2 pueden escapar mucho o nada a la inmunidad proporcionada por las vacunas o por haber pasado ya la enfermedad. 

-Y ¿cuál es la realidad del covid-19 en Cantabria y en España hoy en día?

Tanto en España como en Cantabria han disminuido mucho los pacientes con COVID-19 que precisan ingreso hospitalario. Esto es debido sobre todo a la vacunación que nos proporciona defensas para que la enfermedad sea menos grave. De ahí lo importante que es vacunarse. Las vacunas aprobadas contra la COVID-19 se han demostrado seguras y altamente eficaces. Son la mejor herramienta para ayudar a frenar la pandemia.

-¿Cree que en la actualidad estamos preparados si volvemos a vivir una nueva situación de pandemia?

Estamos más preparados, hemos aprendido mucho con la COVID-19, pero nunca estaremos lo suficientemente preparados para una pandemia nueva, porque cada pandemia tiene sus propias características según la bacteria o el virus que la cause.

-¿Sigue siendo el coronavirus un gran desconocido?

Los conocemos mejor y sobre todo sabemos hacerle frente con las vacunas y con tratamientos que estamos ya utilizando. Pero los coronavirus ya los conocíamos hace mucho tiempo, causaban leves “catarros” sobre todo en niños cada otoño e invierno. Pero después llegaron otros que causaban infecciones más graves sobre todo pulmonares como el SARS y o el MERS y luego llegó el SARS-CoV-2. Después de lo que hemos pasado nunca podemos asegurar que aparezca alguna otra variante y que la conocemos lo suficiente.

-Su trabajo en Valdecilla ha sido muy relevante en los últimos dos años ¿cómo lo ha vivido y qué le ha aportado como profesional esta pandemia?

Desde el punto de vista profesional fue un reto. De repente teníamos muchos enfermos, llegamos a ocupar hasta 11 plantas del Hospital Valdecilla en la primera ola, y debimos de aprender todo. Los protocolos, que nos decían como debíamos actuar o tratar a los pacientes, cambiaban de la mañana a la tarde según la información que recibíamos y la experiencia que íbamos adquiriendo. Desde el punto de vista personal un gran esfuerzo del que no era consciente hasta que todo mejoró, pero fue totalmente recompensado por los pacientes y los profesionales.

-Para terminar, Valdecilla es un hospital puntero y de referencia en muchas especialidades ¿lo es también en el campo de las Enfermedades Infecciosas?

También en el campo de las Enfermedades Infecciosas como lo demuestran varios premios que hemos recibido y que reconocen la excelencia en la atención del paciente. Somos pioneros en implantar los programas de optimización de antibioterapia para prescribir el mejor tratamiento antibiótico a los pacientes con enfermedades Infecciosas. También en investigación traslacional sobre todo en infecciones causadas por bacterias multirresistentes e infecciones en pacientes inmunocomprometidos, como son los pacientes con infección por VIH o receptores de trasplantes.