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«Los ciudadanos españoles, a través de la labor de los Colegios de Médicos, pueden estar seguros del ejercicio ético por parte de los médicos»

El presidente de la Comisión  Deontológica del Consejo General de Colegios de Médicos, José María Domínguez Roldán, habla sobre el nuevo código deontológico y de la ética de la profesión médica    

El doctor José María Domínguez Roldán nació  en Carmona (Sevilla),  estudió Medicina en la Universidad de Sevilla e hizo la residencia de Medicina Intensiva en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, donde  actualmente es el  Jefe Clínico de la Unidad de Cuidados Intensivos. Pero además, es el presidente de la Comisión de Ética Médica del Consejo General de Colegios de Médicos, que recientemente ha actualizado el código deontológico de la profesión.

Su vinculación a la ética nació de la necesidad de responder a muchas cuestiones humanísticas, no científicas, que frecuentemente se presentan en los pacientes de las Unidades de Cuidados Intensivos. El final de la vida, la limitación terapéutica, la futilidad clínica, o la muerte encefálica fueron temas que le llevaron a buscar en el ámbito ético, filosófico y antropológico respuestas que la propia medicina científica no podía dar. Por todo ello cursó posteriormente estudios de ética y se doctoró en Bioética. En esta entrevista  para el Colegio de Médicos de Cantabria con motivo del Día Mundial  de la Ética Médica (18 de septiembre), el doctor Domínguez analiza aspectos deontológicos de enorme relevancia para el ejercicio de la Medicina.

-Esta semana se celebra el Día Mundial de la Ética Médica, y este año coincide con un renovado código deontológico del CGCOM  ¿cuáles son los tres aspectos más relevantes que ha introducido?

La ética es el mínimo común denominador de los valores de una sociedad. La ética médica está
basada en los principios universales de la Medicina, los cuales sustentan a su vez la deontología (que es una ética aplicada al ámbito profesional). No obstante, existen cambios en la sociedad, en sus principios, valores, e igualmente existen cambios en la práctica médica, que deben ser tenidos en cuenta por los médicos. Por ejemplo, hace poco más de cuatro décadas, la fertilización in vitro se consideraba una grave vulneración ética; hoy en día esa misma práctica médica es habitual, y no tiene las connotaciones de valoración ética negativa que tenía en sus comienzos. También, cuando comenzaron los trasplantes de órganos, fueron considerados, en algunos ámbitos, como éticamente reprochables dado que vulneraban la integridad corporal de una persona fallecida; sin embargo, la ética a través de sus principios, fundamentalmente el de beneficencia,  ha posicionado los trasplantes en una perspectiva deontológica positiva y de utilidad para el ser humano. Lo mismo se podría decir de otras muchas novedades científicas que fueron consideradas transgresiones éticas y que ahora son aceptadas por la sociedad. El Código de Deontología Médica debe adaptarse a los cambios científico-técnicos y también a los cambios de valores en la sociedad. Por ello el Código de deontología médica debe actualizarse de modo permanente.

-¿Por qué era tan necesaria esta renovación?

El nuevo Código de Deontología Médica Español puede considerarse como uno de los más
modernos de Europa. En él se introdujeron capítulos nuevos, como el dedicado a la Seguridad
del Paciente y a las obligaciones deontológicas respecto al mismo; de hecho, en la versión previa del Código no se hacía ninguna referencia a la Seguridad Clínica. También se han introducido nuevos capítulos dedicados a las Tecnologías de la Comunicación e Información.

Así, existen artículos en el nuevo Código dedicados a la Telemedicina, y a las actuaciones de los
médicos en las Redes Sociales. Además de los aspectos deontológicos de actividades vinculadas a la actividad clínica, mencionadas anteriormente, también se realizan reflexiones deontológicas sobre la relación del médico con la sociedad, tales como la importancia del manejo del médico de grandes de bases sanitarias, de gran utilidad cuando se realiza un uso juicioso de ellas, también resaltando los riesgos éticos que supondría el mal uso de las mismas. Es decir, nuevos ámbitos, nuevas formas de hacer Medicina y todas ellas precisan de una reflexión ética y deontológica.

-En la actualidad ha cambiado el perfil de los médicos, ¿también su ética?

El fin de la Medicina siempre fue hacer el bien, y la profesión médica siempre ha sido respetada por la sociedad. Es tanta la confianza de la sociedad en los médicos que somos de las pocas profesiones a las que se les permite la autorregulación. El elemento más relevante de la autorregulación es la sustentación en bases éticas a través del Código de Deontología. Los
médicos en la actualidad deben abordar los nuevos avances científicos desde una doble perspectiva, la estrictamente técnica y también la humanística. El paciente como persona, y la
sociedad en su conjunto piden a la profesión médica no solo certeza y precisión en el diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades, sino también que ello se haga desde una perspectiva humanística respetuosa.

-¿Tenemos un sistema de salud y unas instituciones que salvaguardan con eficiencia la ética en el ejercicio de la Medicina?

El marco normativo en España otorga a los Colegios Oficiales de Médicos la potestad y la
obligación de desarrollar un marco deontológico que defina el desempeño ético de los médicos. Los Colegios de Médicos, a través de sus juntas directivas, con el asesoramiento de las Comisiones de Ética y Deontología médica de los Colegios, pueden analizar el desempeño ético y deontológico de los colegiados. Éstas Comisiones de ética y Deontología también existen tanto a nivel autonómico como a nivel nacional, en el Consejo General de Colegios de Médicos de España.

Por otra parte, es de resaltar que el Código de Deontología es aplicable a todos los médicos
colegiados, tanto a los que ejercen en el sistema público como a los médicos de ejercicio libre.
Uno de los principales objetivos de los Colegios Oficiales de Médicos, como corporaciones de
derecho público reconocidas por el Estado, es la ordenación de la profesión médica en España.
Los ciudadanos españoles, a través de la labor de los Colegios de Médicos, pueden estar
seguros del ejercicio ético por parte de los médicos que cuando, excepcionalmente, es
vulnerado pueden ser sancionado por los Colegios.-

-Y como máximo responsable de la ética médica de los profesionales médicos en España, ¿cuáles son sus próximos objetivos a medio plazo?

La actualización del Código de Deontología Médica está posibilitada a través del desarrollo de
Declaraciones que, a propuesta de la Comisión de Ética y Deontología del Consejo General de
Colegios de Médicos, son aprobadas por la asamblea general del CGCOM. Ello permite
mantener un Código de Deontología vivo y adaptado a los cambios del quehacer médico y de
la sociedad. Así, por ejemplo, se está realizando una reflexión ética y deontológica sobre
aspectos tan actuales como la aplicación de la inteligencia artificial en Medicina y las
responsabilidades éticas y deontológicas que conllevan. Igualmente, el actual desarrollo de un
Reglamento para el Espacio Europeo de Datos Sanitarios por parte del el Parlamento Europeo,
y la Comisión Europea nos está llevando a la Comisión de Ética y Deontología del CGCOM a la
elaboración de Informes relativos al mismo, dada la trascendencia que dicho proyecto tiene
desde el punto de vista ético. Yo resumiría la misión de la Comisión de Ética y Deontología del CGCOM en el mantenimiento de un Código de Deontología aplicable a las necesidades de los
médicos y la sociedad española.

-Para terminar, ¿es satisfactorio como médico dedicarse al estudio, análisis y control de la ética en su profesión?

La ética y deontología médica son apasionantes porque sirven para hacer una buena Medicina
y un médico mejor. Mi experiencia personal en el  mundo de la ética médica ha supuesto un
cambio de mi perspectiva de los pacientes, y también de la propia profesión. Abordar la
profesión médica desde la doble perspectiva científica y humanística realza la relevancia de la
profesión médica.