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La expedición de Magallanes permite conocer nuevas enfermedades desconocidas hasta la fecha

El investigador y divulgador, Benjamín Justo García Pastor, intervino en el Aula de Cultura en donde habló sobre La sanidad en la expedición de Magallanes

Con motivo de las primeras navegaciones de altura aparecieron en los barcos nuevas enfermedades, que junto a otros incidentes, (heridas de armas, envenenamientos, desnutrición, castigos y accidentes, entre otros), diezmaron las tripulaciones de la expedición. La expedición de Magallanes y Elcano fue una expedición marítima española del siglo XVI, capitaneada inicialmente por el portugués Fernando Magallanes. Esta expedición, culminada por el marino español Juan Sebastián Elcano en su retorno, completó la primera circunnavegación de la Tierra en la historia.

La expedición tenía el propósito de abrir una ruta “netamente” comercial con las islas de las especias (las actuales islas Molucas) por occidente, buscando un paso entre el océano Atlántico y el océano Pacífico. La expedición costó más de 8.300.000 maravedies (moneda que se utilizó en España entre los siglos XII hasta el XVII).

Estaba formada por cinco naves, las cuales bajaron el río Guadalquivir desde Sevilla el día 10 de agosto de 1519. Algunos días después, el capitán general y los capitanes de las otras naves se vinieron en las chalupas tras ultimar los preparativos, por lo que las naves partieron definitivamente de Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519. En total salieron 239 personas, de las cuales morirán más del 80% y regresan a España un total de 36 marineros. “Esto no significan que todos hay muerto, sino que algunos desaparecieron y otros fueron ajusticiados”, matizó el doctor en Ciencias de Mar, Benjamín Justo García Pastor.

En su intervención el conferenciante realizó un repaso de las condiciones de vida y trabajo de aquellos tripulantes, su organización sanitaria, la comida, su forma de vida, los medicamentos que disponían, las enfermedades y daños padecidos y otros elementos que afectaron la salud de aquellos marinos.

Así García Pastor destacó que la expedición tuvo unos “resultados” económicos, geográficos, humanos y sanitarios que han permitido conocer el estilo de vida y trabajo de este puñado de hombres que dieron la primera vuelta al mundo. A lo largo de la expedición se “producen enfermedades diferentes a las conocidas en tierra”, destacando los problemas mentales, por la falta de intimidad, la existencia de una disciplina rígida, la sexualidad (sodomía) que era castigada con la pena de muerte, la soledad y el suicidio.

En este viaje, en donde surgieron enfermedades desconocidas hasta la fecha, sin embargo, contaba con una organización sanitaria compuesta por un protomédico; médicos; botánicos y barberos-cirujanos (que eran los encargados de hacer las operaciones a bordo).

Los barcos de la expedición contaban con una serie de medicamentos tales como la atutía (que se empleaba para todo) ungüentos, alumbre, agua de borrajas, mirabolanos (pulgantes), emplasto tártaro (medicamento descubierto por Avicena) y la tehriaca (antiséptico universal que era la panacea para la salud)

Todos estos medicamentos tenían el objetivo de aliviar la pésima alimentación y el mal estado de los marineros, con intoxicaciones alimentarias, lesiones cutáneas, el tétano, tifus, disentería, mal de sieso y el escorbuto.

Foto portada: el coordinador del Aula de Cultura, el doctor Aurelio González Riancho y el doctor en Ciencias de Mar, Benjamín Justo García Pastor