El doctor Manuel López-Calderón intervino en el Aula de Cultura, en donde habló sobre la Estación de La Costa y los proyectos ferroviarios de Santander y región

El ex jefe de sección de radiología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y miembro del Museo Cántabro del Ferrocarril, Manuel López-Calderón, intervino en el Aula de Cultura en donde habló sobre la Estación de La Costa, y los diversos proyectos ferroviarios de la región cántabra y Santander capital.

Según explicó el conferenciante, el objetivo de la conferencia fue dar a conocer la accidentada génesis de la estación de los Ferrocarriles de la Elegante y efímera estación de La Costa que dio servicio a los viajeros de las Compañías del Ferrocarril Cantábrico y del Santander-Bilbao. La efímera estación de La Costa, según explicó el conferenciante, estaría ubicada lo que actualmente es la Plaza de Cachavas. La estación, que en un principio se llamó estación de Isabel II, se comenzó a construir provisionalmente en 1858, pero con la proclamación de la Revolución del 68 se le cambia el nombre para pasar a denominarse Alar-Santander.

Cantabria en ese momento era una región próspera y se realizaron varios proyectos ferroviarios, con el modelo de vía ibérica (es decir vía ancha), sin embargo, la explosión del Cabo Machichaco afecta a los proyectos ferroviarios, aunque ya por esta época se comienza a estudiar la construcción para realizar un ferrocarril por la costa.

Los trenes del Astillero-Ontaneda también utilizaron esta estación pagando la empresa un canon a la compañía vizcaína por el tránsito a través de sus vías hasta el Astillero.

La anterior estación provisional de la compañía Santander-Bilbao fue quemada intencionadamente en 1902. La nueva estación, obra del arquitecto Severino Achúcarro, estuvo operativa desde el año 1907 hasta 1936. Se señalan las causas que motivaron su desacertado derribo y las vicisitudes que tuvieron que soportar los viajeros hasta la apertura de la parte sur de la nueva estación, el 14 de julio de 1947.

Por último, Manuel López-Calderón explicó los distintos ferrocarriles que recorrían las actuales calles de Castilla y Cádiz de Santander, así como la región y mostró abundante iconografía de fotografías y planos, algunos de ellos inéditos, que no han llegado hasta la actualidad.