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“Estamos asistiendo a una devaluación de la figura del médico y de la Atención Primaria, sobre todo por parte de la Administración”

Rosa Esparza recibió el premio a la Trayectoria del COM Cantabria después de 40 años de carrera profesional

La doctora Rosa Esparza Escayola ha estado más de 40 años como médico de Familia en la comarca del Besaya, sobre todo en el Centro de Salud Dobra. Una larga carrera profesional que ha sido reconocida por el COM Cantabria con la entrega del Premio a la Trayectoria en el ámbito de la Atención Primara a petición de varios compañeros que aseguran que “es una médico especialmente querida por sus pacientes”, aunque ella afirma que solo ha cumplido con su deber actuando como se merecen con el trato cercano y humano de los médicos que desarrollan su especialidad. En esta entrevista para el Colegio de Médicos, Rosa Esparza repasa su carrera profesional, opina sobre la realidad actual de la Atención Primaria, que cree que hay que cambiar, y nos habla de sus proyectos después de haberse jubilado.

Terminas una larga trayectoria profesional ¿de qué te sientes más orgullosa?

Estoy contenta de haber trabajado tantos años sin perder la ilusión, la curiosidad y las ganas de aprender, y de haberlos dedicado al servicio de los pacientes a los que he intentando ayudar en el día a día en sus necesidades médicas y personales. Me siento honrada por el reconocimiento recibido, fue un día inolvidable en el que me consideré la representante de todas aquellas personas que como yo han trabajado en Atención Primaria con la misma dedicación y han sido médicos excelentes.

-¿Vas a tener una jubilación activa? Cuéntanos tus proyectos. 

Antes de jubilarme me planteaba dedicar parte de mi tiempo a alguna actividad de tipo social o voluntariado y, aunque no lo descarto, me he concedido un tiempo sin horarios ni ataduras, creo que me lo he ganado. Siempre seré médico y ahí están mis familiares y amigos para recordármelo pero oficialmente esa etapa ha concluido.

Sigo ciertas rutinas: estudio inglés, hago ejercicio, leo mucho, viajo, cuido nietos…dejo que la vida fluya y me sorprenda.

-Has estado como médico de Familia durante décadas, dinos cómo has dejado la Atención Primaria en Cantabria si la comparamos con otras épocas…

La Medina en general y la Atención Primaria en particular ha cambiado y ha avanzado mucho. Hubo un tiempo en que el médico de cabecera, aparte de sus conocimientos y exagerando un poco, con un fonendo, mucho sentido común y ojo clínico tenía que afrontar la consulta.

He vivido la construcción de nuevos centros de salud mejor dotados, con profesionales mejor formados, la informatización, el avance de las nuevas tecnologías y de pruebas diagnósticas más sofisticadas y la posibilidad de acceder a ellas.

Pero actualmente estamos asistiendo a una pérdida de respeto, a una devaluación de la figura del médico y de la Atención Primaria, sobre todo por parte de la Administración, en favor de una Medicina en la que impera la inmediatez y la banalidad (se habla mucho de agendas, protocolos, objetivos…) y en detrimento de lo que es la esencia de nuestra especialidad.

-De eso queríamos hablar ahora, con respecto a tu especialidad ¿qué opinas de su situación?

Como he dicho en la pregunta anterior, está en un momento crítico, se debe abordar un cambio desde los cimientos. He observado un cierto hartazgo entre los profesionales que están siendo tratados de una manera “muy poco deferente o considerada” retirándoles la autonomía necesaria para su trabajo diario.

Debería tenerse en cuenta la importancia de la AP, es el primer eslabón del sistema sanitario y si este no funciona bien repercute en el resto. La sociedad necesita una AP valorada y bien dotada. La gente sigue queriendo a su médico, esa persona que, además de un diagnóstico, les escucha, les orienta, les consuela…les conoce y les trata humanamente.

-Has sido médico de Familia por vocación ¿crees que hoy en día faltan vocaciones?

No, no creo que falten vocaciones, pero habría que mejorar el sistema. Debería ser más fácil el acceso a la carrera de Medicina, el que no sirve ya se auto excluirá. Ya en la carrera, habría que potenciar el conocimiento de la especialidad. Una vez acabado el MIR algunas personas se van de Cantabria, ¿por qué? pues que se respondan las mentes pensantes y con poder de gestión.

-Para terminar, dinos algún hito que haya marcado tu carrera o alguna anécdota que recuerdes con especial cariño… Seguro que tienes muchas… 

Ha habido dos momentos que han marcado mi trayectoria. Empecé trabajando en un Hospital pequeño y con pocos medios, la Cruz Roja. Guardo un precioso recuerdo, éramos una familia. Allí conocí a la persona que guió mis primeros pasos, Manuel Teira, un gran médico y de una gran calidad humana que me enseñó a amar mi profesión y muchas cosas que no están en los libros. Casi coincidió su jubilación y fallecimiento con el cierre del Hospital y la apertura del H. Comarcal Sierrallana. Yo ya era también médico de cupo y tuve que elegir entre ir al nuevo Hospital o A.P.

Decidí seguir como médico de Familia y, después de pasar por varios centros, llegó mi otro momento importante:  mi destino al Centro de Salud Dobra, donde he estado hasta el final. Allí me he sentido arropada y querida por mis compañeros y por los pacientes que me llamaban Dra. Esparza unos, Rosa otros y “la Esparza” otros, pero casi todos con cariño. Hay muchas pequeñas anécdotas del día a día que atesoro y guardo en un rincón particular. Nos echaremos de menos, pero…la vida sigue.