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ENTREVISTA AL MÉDICO RURAL JESÚS CELADA “Hay que crear expectativas e ilusionar a los profesionales para vivir donde yo lo hago”
Jesús Celada es médico del SUAP de Liébana y lleva más de 30 años ejerciendo la Médicina en zonas rurales de Cantabria
El doctor Jesús Celada estudió Medicina en la Universidad de Cantabria, trabajó como médico de Atención Primaria en Potes y Camaleño durante 27 años y, posteriormente, se trasladó a Puente Arce donde ejerció cinco años más antes de volver al Valle de Líebana, donde está en la actualidad. Allí trabaja desde hace dos años en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) porque no ha tenido oportunidad de volver a Primaria fuera de ese servicio. Su trayectoria deja clara su vocación por la medicina rural porque “es donde revierten mejor los frutos de mi trabajo”, como nos cuenta en esta entrevista para el Colegio de Médicos de Cantabria en la que también analiza la realidad de su actividad.
-Eres médico rural porque lo has elegido de forma voluntaria ¿cuáles son las razones?
Elegí la medicina rural porque es , tal y como entiendo mi vida , la más gratificante, la que me pèrmite ser más feliz y donde veo que revierten mejor los frutos de mi trabajo, el entorno rural en el que vivo y mis aficiones de tiempo libre hacen que además, cuando no trabajo, suman a lo antedicho, porque Liébana y los lebaniegos la hacen un lugar privilegiado para vivir.
-Ejerces de médico de Familia en un entorno rural pero muy turístico, que aumenta su población en esta época ¿cómo afrontas este crecimiento de pacientes? ¿tienes apoyos?
La sobrecarga evidente que sufrimos , no sólo en verano, sino también en otros periodos festivos aumenta la penosidad y endurece las condiciones de trabajo, el SUAP está reforzado con dos médicos todo el año y en enfermería se contrata un segundo profesional como refuerzo durante estos periodos, el hospital de referencia en Sierrallana está muy lejos, a 100 Kilómetros de Potes, más aún de los núcleos rurales o donde puedan ocurrir la emergencias, ¡que las hay! (tráficos, montaña, ríos, escalada, nieve, parapente, bici de montaña…), hay una gran cantidad de actividades de tiempo libre que producen urgencias y emergencias, estamos lejos y La UVI del 061 no llega hasta Potes, bajamos nosotros con una de las dos ambulancias hasta Panes en Asturias, donde hacemos el cambio.
En cualquier caso esto ocurre por vivir y trabajar justo donde yo lo he elegido, las comunicaciones son malas, las condiciones de trabajo no son las idóneas, pero personalmente las acepto, y lucho por mejorar las que no me gustan.
-Este año no se han cubierto varias plazas MIR de Médico de Familia ¿qué crees que está ocurriendo y cómo se puede solucionar?
No se cubren palzas MIR de Familia porque después de años de esfuerzo y formación, las perspectivas de calidad de vida profesional y personal son mucho mejores en el ámbito urbano en cualquier otra especialidad. La solución no es fácil , desde luego en el mundo rural que adolece de tantas cosas en general, indudablemente al médico y demás sanitarios se les debiera primar de manera, ya sea económioca, fiscal, vacaciones, formación, que creara una expectativa e ilusionar a los profesionales para vivir donde yo lo hago.
-Con respecto a la figura de médico en poblaciones pequeñas ¿ha cambiado mucho en los últimos años?. Me refiero a que antes el médico casi formaba parte de la familia de cada paciente y era una auténtica «institución»….
La figura del médico en poblaciones pequeñas ha cambiado solamente hacia los que se trasladan diariamente de sus domicilios en la ciudad hasta los consultorios rurales,ya no tienen una vida fuera de su trabajo visible a los pacientes, como ocurría hace años, los que vivimos en el pueblo creo que nos sentimos, al menos yo, queridos y respetados, como yo mismo les aprecio y les respeto, tiene valores que les hacen ser admirables y tengan mi consideración.
-Y ¿ves en tus pacientes mayores más soledad que en décadas anteriores y problemas específicos de la época tan convulsa que nos ha tocado vivir?
Los problemas de soledad, abandono, aislamiento o penosidad no se aprecian en el mundo rural como en las ciudades, aquí la buena vecindad y la solidaridad entre vecinos es palpable, ya digo que me admiran sus valores y su actitud ante la vida, la gente de pueblo es más solidaria y desprendida, tiene más capacidad de sacrificio y empatía que la de la ciudad, es un valor en sí mismo.
-¿La pandemia ha cambiado mucho el panorama?
La pandemia hace que se reestructure la atención profesional, pero trabajamos para mantener la cercanía con el paciente, y que no se produzca una malapraxis por distanciamiento o inatención.
-Para terminar, cuéntanos qué es, a tu juicio, lo más urgente que hay que mejorar en un ámbito laboral como el tuyo.
Como ya he dicho anteriormente, hay que mejorar las condiciones de vida y laborales en el mundo rural, creando expectativas profesionales atractivas con medidas que deben ser generosas con el ámbito rural, la sociedad, y los gestores no pueden esperar a que ocurran cosas, son ellos quienes deben darse cuenta que en igualdad de trabajos los médicos preferirán residir y trabajar siempre donde tengan mayor calidad de vida, mejores comunicaciones, carreteras, formacion y desarrollo de la carrera profesional, mejor fiscalidad, menores gastos, deben primar de forma real el trabajar en el mundo rural o dejar que este mundo siga muriendo poco a poco, y no se lo merecen.