José Ramón Fernández Fonfría es el portavoz del nuevo Foro de Atención Primaria de Cantabria que ha creado el Colegio de Médicos para poner en valor la especialidad

El doctor José Ramón Fernández Fonfría estudió Medicina en la Universidad de Cantabria, hizo la especialidad de Familiar y Comunitaria en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y, el último año, en el Centro de Salud José Barros de Camargo, una etapa especial para él que le trae “muy buenos recuerdos”. Después, comenzó a trabajar de sustituto por toda la región, como todos sus compañeros de esa época, según cuenta, “tocando todos los palos de la Medicina de Familia: refuerzos, sustituciones de equipo y APD, guardias, 061 etc…”, y su primera vacante estuvo en el C.S. de Vargas, en Santander.

En la actualidad, es médico titular en el C.S. Dobra de Torrelavega y vocal de la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Cantabria, en la que es responsable del área de la Atención Primaria Urbana. Precisamente, en esta entrevista para el COM analiza la actualidad de la AP con motivo del Día Mundial de una especialidad que “está en crisis”, y explica por qué se ha creado un Foro muy necesario para ponerla en valor.

-¿Por qué ha nacido el Foro de  Médicos de Atención Primaria en el COM Cantabria?

Nació por necesidad, debido al hartazgo que manifiestan nuestros compañeros a través de las sociedades científicas y las referencias que nos llegaban a las Vocalías de Medicina de Familia tanto Rural como Urbana, a la que pertenezco en el COM de Cantabria.

Es un instrumento diseñado para expresar nuestro descontento ante la continua devaluación de la profesión del médico de Familia en el sistema actual donde pasamos de ser grandes héroes a villanos en cuestión de muy poco tiempo (2 años). 

-¿Quiénes lo componen?

Los representantes de cada una de las sociedades científicas de semFYC, SEMG, SEMERGEN, y los dos vocales de Medicina de Familia del Colegio de Médicos de Cantabria, tanto de Urbana como Rural.

-¿Cuáles son sus principales objetivos?

Son muchos y diversos, pero podíamos resumirlos como todos los necesarios para para impulsar y encumbrar de nuevo la Medicina de Familia, devolviendo su importancia como especialidad vertebradora del Servicio Cántabro de Salud y referente de cuidado y salud para su ciudadanía.

-Y si hablamos de la realidad actual de los médicos de AP de Cantabria ¿qué es lo más urgente que necesitan?

Creo que las actuaciones más urgentes en al escenario actual serían la seguridad en nuestro ámbito laboral, la puesta en valor por parte de los poderes públicos de nuestra profesión, la desburocratización de la consulta de AP, la formación específica de la especialidad en la Universidad e intensificar y modificar la formación posgrado en las unidades docentes y centros de salud para hacer más atractiva nuestra especialidad.

 -¿Os sentís discriminados con respecto a otros especialistas? 

La palabra no es discriminados, quizá sea infravalorados y esta devaluación durante años ha generado un complejo de inferioridad con respecto a otras especialidades más protegidas por un sistema basado en medicina más enfocada a un modelo hospitalario de corte tecnocrático que lo ha fagocitado todo.

-Supongo que esta infravaloración es la razón de que no se cubran  todas  plazas libres de médicos de Familia…..

Posiblemente, eso y que los estudiantes de medicina desconocen la especialidad del médico de familia comparado con las demás especialidades hospitalarias por lo que no se arriesgan a probar con lo desconocido, lógicamente. Debemos ser más visibles para ser más apetecibles.

-Para terminar,  qué medidas urgentes crees que deben tomar las Administraciones Públicas para gestionar los problemas de los médicos de AP. 

A las administraciones públicas les pediría que se involucren para construir la AP de calidad que queremos todos, en una gran mesa de debate donde estén todos los actores más representativos de la profesión del médico de AP. Hablar de ello sin complejos, buscar los problemas más acuciantes y compartir las soluciones más eficientes a corto, medio y largo plazo siendo valientes, eliminando el sesgo del cortoplacismo y el populismo e invirtiendo los medios necesarios para hacer una AP de calidad viable y duradera.