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La despenalización de la eutanasia suscita la necesidad de una profunda reflexión y un debate interno en la profesión
La VI Convención de la Profesión Médica albergó dos ponencias sobre la eutanasia y el suicidio asistido que pusieron de manifiesto que, en el colectivo médico al igual que en la sociedad, existen opiniones muy dispares sobre la proposición de ley que se debate en el Congreso de los Diputados, por lo que la despenalización de esta práctica suscita la necesidad de una profunda reflexión y un debate interno en el seno de la profesión
Durante la ponencia, el presidente del Colegio de Médicos de Bizkaia, Cosme Naveda, presentó un estudio sobre eutanasia en el que se han pronunciado el 5% de sus colegiados, de los cuales el 90% entiende que esta práctica debería ser regulada. Sin embargo, el 68% de los médicos que asistieron a la mesa celebrada en la VI Convención de la Profesión Médica señalaron que no estarían dispuestos a realizar eutanasia, aunque el paciente lo solicitase.
Las conclusiones de esta mesa subrayan que la profesión médica está al servicio del ser humano y de la sociedad. Respetar la vida humana, la dignidad de la persona y el cuidado de la salud del individuo y de la comunidad son los deberes primordiales del médico, como recoge el artículo 5 del Código de Deontología Médica.
Es oportuno el contraste señalado por el CGCOM y la Comisión Central de Deontología entre la actualidad y prioridad que se otorga al debate de la eutanasia frente al olvido secular de la atención paliativa; y esta paradoja debe llevar a exigir una actuación vigorosa para que las Administraciones sanitarias activen recursos y organización en la mejora de la atención y trato al paciente terminal.
El módulo estuvo dirigido por Inmaculada Martínez, presidenta del Colegio de Médicos de La Rioja y Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Comisión Central de Deontología de la OMC realizó el abstract.
El coordinador de la mesa fue Carlos Arjona, presidente del Colegio de Médicos de Cáceres, y estuvo moderada por Jaume Padrós, presidente del Colegio de Médicos de Barcelona. Como ponentes participaron Cosme Naveda, presidente del COM Bizkaia; Montserrat Esquerda, presidenta de la Comisión de Deontología del COM Lleida; y Marcos Gómez Sancho, miembro del Observatorio de Atención al Final de la Vida de la OMC.
Las preguntas fueron formuladas por Miguel Gómez Bermejo, presidente del COM Albacete; Joaquín Fernández Valderrama, presidente del COM Burgos; y Hermann F. Schwarz, vicepresidente 1º del COM Alicante.
Esta mesa en la jornada anterior estuvo moderada por Pedro Hidalgo, presidente del COM Badajoz; participaron como ponentes Mariano Casado, miembro de la Comisión Central de Deontología de la OMC; Santiago Santa Cruz, presidente del COM Salamanca; y los doctores Julio Dámaso Cuevas, presidente del COM Guadalajara; José María Borrel, presidente del COM Huesca; e Isidro Lago, vicepresidente del COM Pontevedra; formularon las preguntas.
Gómez Sancho: “La eutanasia es una coacción moral a las personas más frágiles”
Gómez Sancho explicó que España no es una excepción, porque 75.000 personas mueren al año con dolor intenso, además de recordar que “el Código Deontológico prohíbe esta práctica”. El experto lamentó que los grupos políticos no hayan sido capaces de sacar adelante una normativa de cuidados paliativos que garantice la correcta atención a los enfermos españoles al final de la vida y pretendan despenalizar la eutanasia.
Insistió en que “en todos los países donde se ha despenalizado la eutanasia ha terminado siendo un coladero” y mostró su sorpresa porque “en España mueran cada día 100 enfermos esperando las ayudas a la Dependencia a la que tienen derecho”.
Para Gómez Sancho, “la eutanasia es una coacción moral a las personas más frágiles. En España hay más de 30.000 pacientes con cáncer mayores de 65 años que viven solos y 300.000 ancianos que son maltratados, en muchos casos por sus familiares. Esto les hace ser personas muy vulnerables”. Es mucho más progresista atender a los enfermos frágiles que acabar con ellos a través de la eutanasia”, zanjó.
Montserrat Esquerda: “No puede haber muerte digna en una sociedad en la que la muerte sigue siendo tabú”
Montserrat Esquerda se mostró partidaria de ir más allá en el debate sobre la atención médica al final de la vida y afirmó que debe analizarse “cómo se puede mejorar”. Para ello, incidió en que “la profesión médica debe liderar este debate, porque no puede haber muerte digna en una sociedad en la que la muerte sigue siendo tabú”.
También explicó que “nuestra profesión tiene límites y, en ocasiones, los profesionales somos demasiado optimistas a la hora de valorar el tiempo de vida que les puede quedar a los pacientes y tampoco nos gusta dar noticias que no quieren oír”. Por eso, consideró que “es preciso introducir el elemento de finitud y aprender a hablar de la muerte”.
Esquerda expuso que es necesario incorporar “la mirada paliativa en toda la profesión, porque la competencia para hablar de la muerte debe ser transversal”. Por último, hizo hincapié en que “la sociedad precisa asumir la muerte con la mayor conciencia posible”.
Cosme Naveda: “Existe un relevo generacional en la forma de ver el tema de la eutanasia”
Cosme Naveda presentó un estudio sobre eutanasia realizado en el Colegio de Médicos de Bizkaia, con motivo de la proposición de ley sobre la eutanasia y el suicidio médicamente asistido que se debate en el Congreso de los Diputados. En este trabajo han participado 382 del total de 7.750 colegiados vizcaínos.
Tras precisar que la eutanasia consiste en que el médico administra al paciente el medicamento que le causa la muerte mientras que el suicidio asistido se concreta en que el médico proporciona el fármaco, pero no lo administra, Naveda destacó que más del 86% de los facultativos vizcaínos es partidario de la eutanasia (9,94 % en contra), mientras que ese porcentaje baja al 71,21% en caso del suicidio asistido (19,9 % en contra).
El presidente de la corporación vizcaína argumentó que de este estudio se extraen “datos significativos y por eso se debe tener en cuenta la opinión de los colegiados”. Insistió en que existe debate social y que se aprecia “un relevo generacional en la forma de ver el asunto”. Además, aseguró que estos datos “son extrapolables a otros colegios y provincias”.
La postura de los asistentes
Tras las ponencias, se realizaron preguntas a los asistentes, que respondieron telemáticamente. La primera fue si consideran si la eutanasia y el suicidio asistido deben despenalizarse: el 53% consideró que sí, el 45% estimó que no, y un 2% ns/nc.
La segunda giró en torno a la causa por la que un paciente solicita la eutanasia: el 43% indicó por su propio deseo de decidir cuándo morir, el 29% por el mal control de los síntomas, el 14% por sentirse abandonado y el 14% restante por sentirse una carga familiar.
La tercera pregunta cuestionó si la eutanasia es un acto médico. El 54% señaló que no, el 42% que sí y el 5% ns/nc.
La cuarta pregunta se centró en las principales amenazas que surgirían en caso de que se materializara la despenalización de la eutanasia. El 38% afirmó que los conflictos entre los requerimientos legales y valores personales de los médicos, el 26% la posibilidad de ejercer presión sobre personas vulnerables, el 14% el incremento de la incidencia de muerte medicalizada no voluntaria, el 12% la posibilidad de apertura a la inclusión de otros grupos subsidiarios de recibir eutanasia y el 10% señaló que puede frenar el desarrollo de los cuidados paliativos.
La quinta cuestión preguntó sobre qué pasaría si España tuviera un buen desarrollo de los cuidados paliativos. El 61% cree que se reduciría considerablemente las peticiones de eutanasia, el 28% opinó que no cambiaría el número de solicitudes, el 6% estimó que se acabarían las peticiones y el 6% restante ns/nc.
La sexta pregunta cuestionó si en caso de aprobarse, estarían dispuestos a llevarla a cabo si el paciente lo solicitase. El 68% respondió que no, el 28% sí lo haría y el 9% ns/nc.
La última pregunta planteó que desde el CGCOM se ha dado respaldo al desarrollo de los cuidados paliativos como medida para amortiguar la tendencia a valorar la eutanasia como una salida a una situación insostenible. El 33% destacaron que se deben implementar, pero sin interferir con el médico más cercano, además de poner en marcha un área de capacitación específica, el 22% cree que no es necesaria la capacitación específica, el 20% opinó que se deben implementar, pero que no es necesaria un área de capacitación específica, el 13% señalaron que se deben implementar, pero sin interferir con el médico más cercano y el 12% que se debe implementar un área de capacitación específica.