“Una vez acaba el tratamiento, cuando los médicos consiguen ganarse nuestra confianza y que les queramos, la relación médico-paciente se convierte en una relación muy bonita de amistad que perdura siempre, basada en el cariño y en el agradecimiento eterno”

Así lo expresaba en público el torero José María Manzanares refiriéndose a sus médicos Francisco Piñal, especialista en Cirugía plástica y Antonio Escribano, especialista en Endocrinología, en una Mesa Redonda celebrada en el marco de la VI Convención de la Profesión Médica y conducida por la periodista Teresa Viejo

Confianza, seguridad, claridad, honestidad y cariño son elementos clave para que la relación médico-paciente se teja, paso a paso, tal y como expuso la conductora del acto Teresa Viejo, antes de presentar a los invitados.

Tras recibir una grave corte con la espada en su mano izquierda y pasar por 10 operaciones sin lograr recuperar su movilidad, José María Manzanares, torero desde hace más de 17 años, llegó a la consulta de Francisco Piñal, considerado uno de los mejores cirujanos de la mano en el mundo, con grandes aportaciones en campos como la transferencia médico-quirúrgica de los dedos del pie a la mano, la microcirugía y una intensa trayectoria en Australia y en Estados Unidos.

“El primer día, Manzanares estaba muy nervioso. Tenía problemas de movilidad no podía doblar, ni girar bien la muñeca. Le dije lo que podíamos hacer y lo que él debía hacer si quería seguir con su profesión”, contó Piñal durante la Mesa Redonda «Médicos y pacientes: una relación de confianza», en la VI Convención de la Profesión Médica.

José María Manzanares: “Una vez acaba el tratamiento queda con los médicos una relación de amistad”

De Piñal, José María Manzanares puso en valor “su seriedad, seguridad y tranquilidad” que le transmitía y el decirle la verdad siempre. “Antes de la operación me explicó perfectamente como tenía la mano, cómo iba a ser la intervención y como se me iba a quedar después”, explicó el torero que, tras ser sometido a la operación, consiguió recuperar su movilidad y continuar con su profesión.

Pero la alimentación también es importante. Una larga trayectoria en diferentes clubs deportivos como en la selección española, en el Atlético de Madrid, Tottenham, Sevilla, Athletic Club, Deportivo de la Coruña, federación de futbol y baloncesto y comité olímpico, entre otros, han hecho a Antonio Escribano, especialista en Endocrinología y Medicina del Deporte, ganarse la confianza de futbolistas y toreros y ser un referente en la alimentación de los deportistas.

Apodado como “el papillas” consigue hacer que los deportistas vean en las frutas y verduras, una alimentación sana, y una ayuda para mejorar su rendimiento. “Mi objetivo es convencerles de que la alcachofa es buena”, dijo el doctor quien para ayudarles a comer estos alimentos sanos lo hace a través de papillas. “En el ámbito de endocrinología hay que ser humano y tener mano izquierda para convencer de que los alimentos que tienen que tomar les va a venir bien y hacer frente a los falsos mitos”, aseguró.

En el mundo del toreo la alimentación también es muy importante, según dijo, algo que se mide en parámetros distintos. Además, se debe de tener en cuenta la comida que ingieren por si el torero tiene que someterse a una intervención después de la corrida. “Los cirujanos en una plaza de toros se encuentran en estado de preoperatorio”, contó.

José María Manzaneras, también se sometió a sus dietas. “Cuando sigues lo que te dice el médico y ves que tienes razón te arregla la vida”, subrayó.

El torero explicó que “son conscientes que podemos sufrir una cornada y ser operado de urgencias para salvarnos la vida” algo que, a su juicio, “produce un vínculo especial” con los doctores. “Cuando voy a torear y veo a mi médico me da mucha seguridad y tranquilidad o cuando sigo los consejos alimentarios”.

Para él “cuando los médicos consiguen ganarse nuestra confianza y que les queremos, la relación médico-paciente se convierte en una relación muy bonita que perdura siempre, basada en el cariño y confianza y agradecimiento eterno por su ayuda en nuestra vida personal y profesional” y añadió que “una vez acaba el tratamiento queda con los médicos una relación de amistad, de cariño por hacer que las aguas volvieran a su cauce en los momentos complicados”. Para lo que “es importante que cada médico haga sentir como alguien único a su paciente”.

Piñal: “Basándose en la honradez los pacientes se ganan tu confianza”

Para Piñal la relación médico-paciente se entiende en dar una solución al paciente, aunque a veces venga con información errónea de internet y hacerle ver qué con su experiencia podrá ganarse su confianza. “La relación con el paciente tiene que ser una relación desde la honradez tienes que informarle de lo que hay si se puede curar o si no y los medios que hay para ello. Basándose en la honradez los pacientes se ganan tu confianza y si no puedes ayudarle saben que para otra vez cuenta con una persona que le va a decir siempre la verdad”, matizó.

Escribano: “Mirar a la cara, una sonrisa y el cariño es lo que hace la relación médico-paciente”

Por su parte, para Escribano la relación médico-paciente es la “base” en una consulta. “Cuando un paciente se sitúa delante nuestra vienen a pedir ayuda o no saben cuál es la alimentación correcta, para el desarrollo del deporte, lo primero que se debe de establecer es una relación de confianza, tienen que ser afables y cariñosos”, dijo el especialista en Medicina del Deporte quien insistió que “no es solo mirar el ordenador sino mirar a la cara, dar una palmadita en la espalda y una sonrisa , tratar con el mismo cariño al primer paciente y al último, es lo que hace la relación médico-paciente”.

Además, durante la Convención también se abordará la iniciativa del Foro de la Profesión Médica (FPME) de promover que la relación médico-paciente sea reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a salvaguardar por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)