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La OMS: «Si nuestro planeta fuera un paciente, sería ingresado en cuidados intensivos»
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó este jueves que el planeta Tierra estaría ingresado «en cuidados intensivos» en el caso de que «fuera un paciente» porque «sus constantes vitales son alarmantes».
Ghebreyesus hizo esa consideración en la apertura de la serie de sesiones de alto nivel de la VI Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (conocida como UNEA-6), que se celebra en Nairobi (Kenia) hasta este viernes.
«La salud de los seres humanos, los animales y nuestro medio ambiente están entrelazados en un vínculo que es inextricable, pero frágil», comentó el máximo responsable de la OMS, antes de señalar: «Cuando dañamos nuestro medio ambiente, nos dañamos a nosotros mismos».
Ghebreyesus indicó que los seres humanos han «saqueado» la Tierra «durante siglos» y «en nombre del progreso». «Ahora estamos pagando el precio, con una triple crisis planetaria: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Si nuestro planeta fuera un paciente, sería ingresado en cuidados intensivos. Sus constantes vitales son alarmantes», apuntó.
Recalcó que el planeta «está pasando por una fiebre», puesto que cada uno de los nueve últimos meses fueron los más calurosos jamás registrados. «Su capacidad pulmonar se ve comprometida, con la destrucción de los bosques que absorben dióxido de carbono y producen oxígeno. Y muchas de las fuentes de agua de la tierra, su sangre vital, están contaminadas. Lo más preocupante de todo es que su estado se está deteriorando rápidamente», comentó.
PANDEMIA
Comentó que los fenómenos meteorológicos severos causan «muertes y lesiones», así como daños a las instalaciones sanitarias y otras infraestructuras esenciales.
«Más olas de calor contribuyen a más enfermedades cardiovasculares. La contaminación del aire impulsa el cáncer de pulmón, el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Los productos químicos, como el plomo, causan discapacidad intelectual, enfermedades cardiovasculares y renales. Y la sequía y la escasez de agua afectan a la producción de alimentos, lo que hace que las dietas saludables sean menos asequibles», dijo.
Recalcó que «el cambio climático está provocando cambios en el comportamiento, la distribución, el movimiento, el rango y la intensidad de los mosquitos, las aves y otros animales, que están propagando enfermedades infecciosas, como el dengue y la malaria, a nuevas áreas».
«El comercio ilegal de vida silvestre también aumenta el riesgo de propagación zoonótica que puede desencadenar una pandemia, lo que pone de relieve la importancia de la prevención primaria para reducir el riesgo», agregó.
«AL BORDE DEL ABISMO»
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, apuntó, en un vídeo difundido durante la UNEA-6, que la Tierra está «al borde del abismo». «Los ecosistemas están colapsando. Nuestro clima está implosionando. Y la humanidad tiene la culpa», añadió.
Guterres indicó que las consecuencias, «desde ríos envenenados hasta el aumento del nivel del mar», perjudican «a todos». «Sin embargo, los menos responsables son los que más sufren: una injusticia candente. Debemos trabajar juntos para combatir estas crisis –reconociendo los vínculos entre ellas– para poner al mundo en una senda sostenible y acelerar el desarrollo sostenible», apostilló.
Por ello, abogó por adoptar «medidas urgentes para acelerar una transición justa de los combustibles fósiles a las energías renovables, para adaptarse a condiciones climáticas extremas, ofrecer justicia climática, controlar la contaminación, proteger y restaurar los ecosistemas, e impulsar el progreso hacia los demás objetivos del Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal», acordado en diciembre de 2022 con el fin de proteger al menos un 30% del planeta en 2030.