Con motivo del día internacional de la educación, la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) recoge el testimonio de Nicolás Pérez Fidalgo, quien pudo estudiar Medicina gracias a las ayudas educacionales de la Fundación.

Pérez Fidalgo es beneficiario de la Fundación desde los 14 años, cuando murió su padre, el médico Dr. Javier Pérez Calvo, fallecido en 2012 y perteneciente al Colegio de Médicos de Navarra. Ha recibido la ayuda de la Fundación de Orfandad a Menores de 21 años, tres becas para los estudios de Medicina y la ayuda para la solicitud del título.

Ha resultado ganador de los premios Jesús Galán 2023 de la FPSOMC en la categoría de mejor expediente en grado de Medicina por finalizar la carrera de Medicina con 12 matrículas de honor.

¿Qué significa para usted haber recibido este premio de su profesión, la profesión médica?

Supone un orgullo muy grande. Este premio no deja de ser un ejemplo más de la generosidad de mis compañeros de profesión, gracias a cuyas aportaciones son posibles este tipo de ayudas que podemos recibir por parte de la Fundación.

¿De qué manera le ayudará en su formación académica?

En el aspecto tanto económico como motivacional. Puedo seguir invirtiendo en mi formación como médico y además supone un estímulo para seguir trabajando en mejorar de cara al futuro.

¿Cómo se enteró de la existencia de estos galardones?

Mi hermano recibió el mismo premio unos años antes, por lo que siempre ha estado muy presente en mi familia. Fue mi madre quien nos habló de ellos por primera vez.

¿Qué le ha supuesto la ayuda de la FPSOMC y, por extensión, de los compañeros de profesión de su padre a lo largo de su vida?

Las ayudas recibidas por la Fundación han sido un pilar básico en nuestra formación, han permitido que podamos dedicarnos a lo que realmente queríamos y sin ellas habríamos tenido más dificultades en el camino, por lo que sentimos un agradecimiento enorme.

¿Conoce, en líneas generales, la labor que desarrolla la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) para ayudar a sus propios compañeros y sus familias en momentos difíciles?

Sí, y es un trabajo fundamental y admirable que ayuda a muchas familias que se encuentran en situaciones muy complejas.

¿Cuándo decidió ser médico? ¿Siempre tuvo clara su vocación?

La Medicina siempre ha estado muy presente en mi familia, al ser médicos tanto mi padre como mi madre. Fue en torno a los 15 años que comencé a interesarme en mayor medida y decidí que era a lo que quería dedicarme el resto de mi vida.

La labor de esta fundación es posible gracias a las aportaciones voluntarias de sus socios, los médicos de toda España, y donantes. ¿Recomendaría a personas cercanas, médicos de profesión o cualquier persona que se hicieran socios protectores o donantes?

Por supuesto. Es una iniciativa altruista cuyo objetivo guarda relación con el fin último de la Medicina: ayudar a aquellas personas que atraviesan situaciones difíciles.

¿Qué les diría para convencerles de la necesidad de seguir impulsando la labor de la FPSOMC?

Es una labor imprescindible la que se lleva a cabo y que se sostiene con la contribución de cada uno de los médicos. No supone un gran esfuerzo económico y facilita en gran medida la vida de muchas familias que lo necesitan.

¿Qué planes académicos tiene para el futuro? ¿Qué especialidad le gustaría?

Actualmente estoy en mi primer año de residencia en Radiodiagnóstico, una especialidad en constante crecimiento, que aporta una visión muy global de la Medicina y resulta imprescindible para la orientación diagnóstica y terapéutica de los pacientes.