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El Sanatorio “Peña Castillo” del Dr. Morales contó con el primer equipo de radioterapia que existió en Santander
El doctor Gabriel González-Riancho habló sobre Hospitales, Sanatorios y Clínicas en Cantabria en el Aula de Cultura del Colegio de Médicos
El doctor Gabriel González-Riancho, que intervino en el Aula de Cultura del Colegio de Médicos, habló sobre Hospitales, Sanatorios y Clínicas en Cantabria. Tras hacer un repaso amplio con el hospital de la isla de Pedrosa, denominado Lazareto, que inició su andadura en 1869, hasta su desaparición en 1988, momento en que se traslada al Hospital de Liencres, destacó la existencia de otro sanatorio que ha tenido importancia internacional como fue el Sanatorio Peña Castillo del Dr. Morales.
González-Riancho destacó la existencia de los hospitales, sanatorios y clínica pequeñas, que “a la sombra del Hospital Marqués de Valdecilla, que parece que lo llena todo, y como no, por méritos propios, han quedado empequeñecidos, y aún más, algunos totalmente olvidados”. Sin embargo, el humanista e investigador resaltó que estos sanatorios “tuvieron su vida años atrás y en los que se realizó un gran esfuerzo para practicar la medicina con los estándares de la época, aunque ahora nos puedan parecer, muy obsoletos o muy en precario, pero así era la medicina años atrás y es injusto quitarlos el mérito que les corresponde, que en algunos casos fue mucho”.
El Sanatorio Peña Castillo del Dr. Morales estaba destinado a enfermos del Aparato Digestivo, Nutrición y Sistema Nervioso, contó con el primer equipo de radioterapia que existió en Santander.
El sanatorio del doctor Morales se encontraba situado en el lugar de la Fuente de la Salud, Peñacastillo, en el Barrio de Cajo, donde hoy está el parque del doctor Morales en Cazoña, y se ubicó en el palacete del indiano Alejandro López Hoyos, perteneciente a una sociedad minera de Bilbao, dedicada a la extracción de la blenda. Tras comentar la importancia del sanatorio, pues a él llegaban pacientes de toda Europa, el doctor Gabriel González-Riancho, explicó las distintas dependencias del Sanatorio, destacando el Comedor “Oval” diseñado por Leonardo Rucabado, en donde sobresalen sus ventanales en círculo, “únicos en ese momento en España y traído desde Alemania”, resaltó el doctor González-Riancho.
Igualmente, recordó que cada dependencia tenía un nombre determinado, procedente de un familiar del director del centro, (Villa Pilar; Villa Covadonga; Villa María; Villa Amachu (donde estaba el Pabellón de Radioterapia) y el Villa Pilar donde se encontraba el pabellón destinado a aislamiento y morfinómanos. Asimismo, destacó también que el centro contaba con un Salón de Mecanoterapia, “lo que hoy sería un gimnasio, pionero en su momento”.
Sanatorio Marítimo de Cantabria
Posteriormente, hizo un repaso breve por otro de los centros sanitarios de Santander la época: el Sanatorio Marítimo de Cantabria, que estaba situado en la carretera de Sardinero a Cueto y sería en donde actualmente está la Residencia La Pereda. Este sanatorio era pequeño, pues contaba con pocas habitaciones y estaba destinado a enfermos tuberculosos, niños anémicos, raquíticos y pretuberculosos.
Cuando se inaugura el sanatorio Marítimo de Cantabria en 1924 su primer director fue el doctor Jesús Mata Ruamayor y contaba con el apoyo de las Monjas Carmelitas Terciarias de Santa Teresa.
Santorio Maritimo de Cantabria (izq). Sanatorio Peña Castillo del Dr. Morales (centro) y pacientes infantiles en el Sanatorio Maritimo