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Manuel Toharia asegura que el té y el café aportan variedad y cantidad notable de antioxidantes al cuerpo humano

El divulgador científico, y presidente del Comité Científico del Congreso Gastronomía y Salud intervino en las Jornadas de Gastronomía y Salud que organiza el Colegio de Médicos en donde habló sobre Los antioxidantes del té y del café: ¿panacea o leyenda urbana?

 

El conocido divulgador científico y presidente del Comité Científico del Congreso Gastronomía y Salud, Manuel Toharía, aseguró en Santander que el consumo de té, y en cierta medida también el café –que tiene más cafeína que el té pero es igualmente recomendable-, son bebidas muy consumidas que aportan una variedad y cantidad notable de antioxidantes.

Según explicó el científico, un litro diario de té aporta entre 15 y 20 miligramos de muy diversos antioxidantes que resultan esenciales para la salud, no obstante, matizó que el café, que debe tomarse con más mesura por su exceso de cafeína, a la que muchas personas son sensibles –insomnio, nerviosismo,…–, aporta menos antioxidantes pero no por ello deja de ser una bebida recomendable. El té es la segunda y el café la tercera de las bebidas más consumidas en el mundo, por detrás del agua.

Manuel Toharía, que fue presentado por el presidente del Colegio de Médicos de Cantabria, Javier Hernández de Sande, intervino en las Jornadas de Gastronomía y Salud que organiza el Colegio de Médicos, en colaboración con Igualatorio Cantabria y la Academia de Gastronomía de Cantabria, en donde habló sobre Los antioxidantes del té y del café: ¿panacea o leyenda urbana?

Según explicó en científico, en los últimos tiempos son innumerables las referencias a los “indudables” beneficios de las sustancias antioxidantes, que suelen ser presentadas como auténtica panacea a la mayor parte de los grandes males actuales, desde el cáncer hasta el envejecimiento.

Los antioxidantes están de moda, sobre todo de cara al gran público gracias al eco obtenido en revistas, programas de radio y televisión e incluso periódicos serios, que se hacen lenguas de las bondades de estos productos químicos naturales que podrían ser considerados, al decir de muchos cronistas, una especie de panacea anti-enfermedad, anti-edad y anti-todo.

“Primero fueron algunas vitaminas como la E o la C, luego el betacaroteno precursor de la vitamina A, el resveratrol del vino tinto, los polifenoles de muchos vegetales y, en particular, los flavonoides que están en numerosas frutas y verduras de colores vivos… y, desde luego, en el té y también en el café. ¿Qué hay de cierto en todo ello? ¿Por qué necesitamos evitar la oxidación en nuestras reacciones metabólicas? ¿Merece la pena tomarse esta cuestión en serio?”, se preguntó el conocido científico.

Para Manuel Toharia, la respuesta es que hay algo de mito y mucho de realidad. “Nuestra adaptación al oxígeno del aire nos hace sensibles a este gas corrosivo, que sin embargo, la evolución nos ha enseñado a utilizar para nuestro metabolismo”, matizó.

Durante su intervención manifestó que “de ahí que existan, de forma natural, los antioxidantes que corrigen en gran parte los desperfectos de los radicales libres en los distintos procesos vitales”.

No obstante, explicó que si no tenemos una dieta correcta, equilibrada, muy rica en vegetales y más bien pobre –pero no ausente– en alimentos de origen animal, podemos tener un exceso de oxidación en el organismo y eso conduce a numerosos problemas de salud

CV Manuel Toharia

Manuel Toharia, conocido divulgador científico, es presidente del Comité Científico del Congreso Gastronomía y Salud, que se celebra anualmente en Zaragoza; trabaja actualmente como asesor científico de la Fundación Oceanogràfic de Valencia, después de haber sido Director Científico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia durante 14 años.

Es miembro del Jurado de los Premios Princesa de Asturias de Ciencia y Tecnología, y miembro del Consejo Asesor de la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados, y ha escrito 45 libros de divulgación, entre ellos Confieso que he comido, mis memorias metabólicas.