Según un informe sobre su comportamiento, la mitad de ellos han escuchado lenguaje racista por parte de sus compañeros

El acoso y la intimidación son el día a día de muchos médicos en sus lugares de trabajo. De hecho, el 86 por ciento afirma haber visto o recibido estas actitudes por parte de sus compañeros o de pacientes. Así se puede ver en el ‘Informe de malas conductas de los médicos de 2022’, publicado en la versión inglesa de Medscape, donde se han entrevistado a más de 1.500 profesionales.

«Aunque la mala conducta es poco común entre los médicos, los encuestados dijeron que están viendo incidentes más frecuentes de otros colegas que actúan de manera irrespetuosa hacia los pacientes y compañeros», detalla el artículo.

En este mismo sentido, el 82 por ciento de los participantes afirman haber visto burlas y menosprecios por parte de los médicos a las espaldas de los pacientes. Mientras que más de la mitad (el 55 por ciento) asegura que han escuchado lenguaje racista entre estos profesionales sanitarios y el 44 por ciento presenciaron actitudes agresivas hacia los enfermos.

Asimismo, otros datos preocupantes que recoge esta encuesta es que el 43 por ciento vieron a sus compañeros en estado de embriaguez en el trabajo, el 34 por ciento mintieron en algún momento, el 30 por ciento intentó tener una cita con un paciente y el 27 por ciento cometió un delito como robo o malversación.

Las médicas se comportan mejor que los hombres

Por otro lado, el informe destaca que las médicas se comportan mejor que sus compañeros masculinos. Los expertos apuntan que ellas suelen buscar ayuda cuando están estresadas mientras que ellos recurren a otras soluciones. «Algunos malos comportamientos se derivan del abuso del alcohol y un porcentaje más alto de hombres tienen un problema de alcoholismo», afirma Drew Ramsey, profesor clínico asistente de psiquiatría en la Universidad de Columbia. «Además, históricamente, los médicos varones han sido reacios a buscar ayuda en asuntos de salud mental«, añade.

Parece que ahora los médicos están más concienciados y denuncian estos hechos, ya que en comparación con el informe del año pasado, las cifras aumentan. El año pasado, el 35 por ciento de los médicos dijeron que no hicieron nada al presenciar un comportamiento inapropiado; en la encuesta de este año, ese número cayó al 29 por ciento.

Respecto a las medidas para frenar estas conductas, casi la mitad está de acuerdo en que se debe advertir a los médicos cuando se han comportado mal en el ámbito laboral. Sin embargo, solo el 39 por ciento reconoce haber reprochado estas actitudes y solo el 27 por ciento informó a sus superiores sobre el mal comportamiento de un compañero.

Comportamientos fuera del trabajo

Además, este documento va más allá y analiza también los comportamientos de los profesionales sanitarios una vez que cuelgan la bata. En esta línea, el 66 por ciento de los encuestados ha visto un comportamiento irrespetuoso fuera del hospital o la clínica y el 42 por ciento ha escuchado lenguaje racista, según la encuesta.

«La intimidación y el acoso tampoco se limitaron al trabajo, ya que el 45 por ciento informó haber visto a un colega participar en este comportamiento fuera del campus y el 52 por ciento informó haber presenciado a un colega ebrio en público. De hecho, es menos que el año pasado cuando fue del 58 por ciento», subrayan en el informe.