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ENTREVISTA ÁLVARO GLEZ. DE ALEDO. El pediatra Álvaro González de Aledo presentó en julio su último libro titulado “¿Cuándo llegamos?”

El texto narra su vuelta a Italia en un velero

“¿Cuándo Llegamos?”  cuenta con  400 páginas  en las que además de texto hay  siete  “dibucartas”, que, como define su autor, son una  mezcla de  letras  y  dibujos que describen algunas de las situaciones  vividas durante el viaje. Un  nuevo libro del doctor  Álvaro González de Aledo que narra su último periplo en velero dando la vuelta a Italia, y es que   este  pediatra y especialista en Salud Pública es un enamorado de un deporte que conecta con el mar y le sirve para disfrutar, viajar y poner en marcha una iniciativa altruísta  que vincula  su profesión con la vela: ha creado un grupo de navegación para niños con enfermedades oncológicas porque lo que más le motiva  “es la salud y el bienestar de  los más pequeños”.

-¿Cómo comenzó  su afición a la escritura?

Mi primer viaje largo con el velero fue la vuelta a España,  la editorial Exlibric se presentó y me dijo que ese viaje  tenía interés para los navegantes y que si lo relataba,  lo publicaba, y así salió mi  primer libro, este es el noveno.

He compatibilizado la escritura con mi trabajo desde hace mucho, antes de prejubilarme trabajaba en la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria y me pedía permisos sin sueldo para hacerme “viajes redondos”.

-¿Y su afición a la vela?

La vela la aprendí de pequeño  y, aunque hice la carrera y el MIR en Madrid,  que me alejó algo de este deporte,   volví en cuanto pude a Santander y seguí navegando hasta hoy.

-¿Y encuentra alguna vinculación entre la navegación y la Medicina?

No encuentro muchas, a mi me  habría gustado  la vela aunque hubiera tenido cualquier otra profesión. Sin embargo,  sí  he encontrado una conexión que me encanta. Desde hace 20 años  tenemos en Santander un grupo de navegación con los niños de Oncología de Valdecilla, lo organicé yo y llevamos  muchos años saliendo al mar aunque lo hemos parado por la pandemia, pero volveremos a hacerlo. Ahí la relación entre la profesión y la afición es al cien por cien, soy pediatra y especialista en Salud Pública y a mi lo que me motiva más es  la salud de los niños y su bienestar.

Y en sus viajes  ¿también ha interferido la pandemia?

Lo de los niños nos lo impidió  porque  nos disminuyeron a la mitad el aforo de los barcos, íbamos un capitan, un médico y los niños,   pero si el sitio se reduce a la mitad es casi imposible hacer esta iniciativa.  Este último viaje sí lo he podido hacer.

¿Y cómo se lanzó a realizar esas aventuras?

Empecé en el 2012, toda la vida he navegado pero un viaje largo de más de 2000 millas lo hice por primera vez  hace 10 años.  Lo principal fue comprender que, aunque con barcos de menos de 8 metros de eslora era imposible hacer viajes largos, solo necesitaría más tiempo para conseguirlo. Mi  barco   es el más pequeño que ha dado la  vuelta a España, y cuando lo cuento me  dicen que es imposible.  Éramos dos,  mi amigo Luis Espejo,  que hace instalaciones electrónicas, y yo, y estuvimos más de tres meses  juntos.   En este último viaje  a Italia se han ido  turnando cada 15 días mis acompañantes durante  los  cuatro meses  de travesía porque no es fácil tener tanto tiempo libre.

-Y si tiene que elegir ¿vuelta a España o a Italia?  

Son muy diferentes. La de Italia  la empezamos en Francia, bajamos a Sicilia, volvimos a subir, llegamos a Venecia, pasamos de climas desérticos a mal tiempo,  esta vuelta tiene una climatología muy  variada y  fue dura la parte del Mar Adriático.

-¿Tiene  que estar  el barco muy preparado y usted en muy   buena forma?

El barco no está preparado de ninguna forma especial, no está reforzado con nada.  Y con respecto a la tripulación, no puede ir un novato pero cualquiera que tenga un poco de experiencia en el mar  puede hacerlo perfectamente.

-¿Cuál  es su  próximo objetivo?

El próximo año intentaremos ir a Londres.  Y seguiré en la misma línea, lo mío es el crucero, la regata no me gusta aunque entiendo que a muchos les encante. La mayor  experiencia humana la consigo en  estos viajes,  conoces un páis de forma completamente diferente que por tierra, conoces más las islas, el continente lo conoces peor pero desde el mar se ven otras cosas. En la vuelta a Italia he conocido 18 islas. Además, ves tus límites, tu resistencia y la capacidad de resolver todos los problemas que van surgiendo.

-¿Cuál es la mayor dificultad con la que se ha encontrado?

La metereología, hay veces que no avisan de las inclemencias, o lo avisan poco,  como las galernas, que se ven el día anterior. En este ultimo viaje  hubo  bora, un viento  que viene de Croacia y equivale a una galerna. Ese sí me afectó pero no vi  peligrar  mi vida. Voy más preocupado por la carretera que  en el mar, porque en el mar  todo depende de ti.

-¿Recomendaría estas experiencias?

Cuando me preguntan qué es lo más difícil digo que es tener el tiempo para hacerlo, lo demás lo puede hacer cualquiera, no es cuestión de dinero, ni de dificultad. Son experiencias que vienen muy bien para parar y para aficcionarte a este deporte que viene muy bien  para futuras jubilaciones.

Y no me he planteado cambiar a un barco mayor porque  con un barco grande necesitas siempre acompañantes,  aunque  la tentación es muy grande porque a medida que te haces mayor te puedes permitir una embarcación mejor y de más  tamaño  pero  no la puedes manejar solo ni entrar a todos los puertos.   Te cierras campos de navegación preciosos, por ejemplo, nuestra bahía está perdiendo calado por lo que es mejor  para barcos pequeños.

-¿A quién se dirige este último libro?

Sobre todo a los navegantes, aunque siempre me dicen que dedico más espacio al viaje  que a la navegación, y eso no me gusta. Yo cuento lo que nos pasa en los puertos, en las escalas,  así que es un libro  perfecto para los que les gustan los viajes.

Me he dado cuenta de  que cuando me encargaron el primero me costó poco, y ahora cuando hago un viaje me gusta transmitirlo, lo escribiría por mí mismo aunque la editorial me dijera  que no lo edita. Y hay que escribirlo enseguida porque si no se olvidan detalles importantes.

-Para terminar, hay muchos medicos que escriben ¿de dónde  cree que viene esta afición de la profesión médica?

La Medicina está muy vinculada a lo humano, quizá sea eso lo que nos lleva a muchos médicos  a ser aficionados a la escritura y a transmitir nuestras experiencias.