Rafael Sotoca es médico de familia y máster en Salud Pública y Gestión Sanitaria

El doctor Rafael Sotoca estudió Medicina en la Universidad de Valladolid, cursó la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria en Valencia y realizó un Master de Salud Pública y Gestión Sanitaria en la Universidad Miguel Hernández. En la actualidad, es el gerente del Servicio Cántabro de Salud y su anterior puesto de trabajo fue de médico de Atención Primaria en un Centro de Salud urbano de la ciudad de Valencia, una trayectoria profesional que ha combinado la actividad asistencial con la gestión que puede ser de mucha utilidad para liderar el SCS. En esta entrevista para el Colegio de Médicos de Cantabria nos acerca a sus objetivos fundamentales tras asumir una responsabilidad clave para la salud de los cántabros.

-Está al frente del SCS a tan solo un año de que termine esta legislatura ¿cuáles son sus planes a este corto plazo?

Si, en un año se pueden poner en marcha acciones de mejora del Servicio de Salud, entonces no habrá sido un periodo corto, sino útil. Tras probablemente dos de los años más complicados para los servicios sanitarios, no solo en Cantabria, hay muchos asuntos que requieren decisiones y acciones. Poner en marcha un proceso de estabilización laboral que permita que nuestros profesionales estén en mejores condiciones laborales, con menos precariedad y temporalidad es, sin duda, una de las prioridades. Junto a ella apoyar a los equipos de atención primaria a mantener y mejorar su difícil tarea diaria de dar respuesta a una situación sanitaria tras la pandemia, con empeoramiento de los indicadores de salud en general y especialmente en los referidos a salud mental. Y en relación con esto último, la puesta en marcha del Plan de Salud mental de Cantabria es un paso necesario para mejorar nuestra respuesta a este grave problema de salud global.

-Parece que una de las necesidades más urgente es cambiar el modelo de Atención Primaria ¿ya hay objetivos en este sentido?

El modelo de Atención Primaria es un modelo de éxito tras décadas desde su puesta en marcha tal y como lo conocemos. Es un modelo que ha permitido y permite que el conjunto de nuestro sistema funcione gracias a su capacidad resolutiva, la proximidad y la confianza de los ciudadanos. Pero es cierto que la sociedad no es la misma y que es necesaria una evolución, además, la pandemia ha tensionado tanto a los profesionales que creo que hemos visto la necesidad urgente no solo de reforzar el modelo, sino de avanzar y de mejorarlo. La Atención Primaria tiene un reto para el que hace falta algo más que pensar sólo en términos cuantitativos sobre el número de profesionales. Debemos ir más allá.

-Usted es médico, con respecto a la falta de profesionales en Cantabria ¿qué medidas cree que se deben tomar?

España cuenta con una tasa de médicos por habitante similar a la de los países de nuestro entorno. En general, no tenemos problemas para ser atractivos en los grandes centros hospitalarios ni en los centros de salud urbanos, pero tenemos que ser capaces de hacer también atractivos tanto los centros más rurales como la permanencia en los mismos, de forma que se fomente la longitudinalidad en la relación médico paciente. En las conversaciones con el Ministerio de Sanidad esta necesidad de repartir mejor los profesionales que tenemos están en la agenda porque es un problema común a todas las CCAA.

–Ha habido varias dimisiones en el sector público sanitario en los últimos meses ¿cree que tras las olas de covid más graves el equipo de gestión se va estabilizar?

Eso espero. Creo que hay que motivar y apoyar a los miembros de los equipos con los que trabajas, sacar lo mejor de cada uno es una de las responsabilidades del gestor. Los equipos requieren apoyo y objetivos definidos, espero que los equipos del Servicio sepan que cuentan con ambos.

–Para terminar, ¿cree que el SCS cuida y pone en valor lo suficiente a sus equipos médicos para retenerles en Cantabria?

El Servicio Cántabro de Salud, sus centros y sus equipos son atractivos, lo han sido siempre y la calidad de la atención sanitaria en Cantabria siempre ha tenido un plus de imagen positiva. Creo que todos los cántabros son íntimamente conscientes de la excelente calidad de su Servicio de salud y además tienen motivos para ello. ¿Es eso suficiente? No, tenemos que mejorar, ser aún más atractivos, mejores, no solo dentro de la profesión, sino, sobre todo, para nuestros pacientes. La sociedad a la que servimos con vocación merece la mejor atención médica y es nuestro trabajo mejorar para proporcionársela.