Medico Joven - MIR
Doce consejos para «sobrevivir y no llegar quemado» al examen MIR
05/04/22 Un estudiante comparte los consejos que aprendió durante la preparación del examen para ayudar a futuros aspirantes
La experiencia obtenida en la preparación del MIR puede ser de mucha ayuda para las personas que tengan que enfrentarse al examen. Consciente de ello, Jorge, que acaba de aprobar la exigente prueba, ha compartido sus consejos para lograr sobrevivir a uno de los años más duros del estudiante de Medicina. En primer lugar, advierte sobre el peligro de las expectativas, ya que pueden hacer que se termine «más centrado en numeritos que en otra cosa». Por ello recomienda que, aunque se tengan objetivos altos, mantener «los pies sobre la tierra» y recuerda que lo importante es «ir avanzando en el estudio».
Relacionado con esto, recuerda que los percentiles no representan la nota final y que obsesionarse con ellos puede causar ansiedad. Para registrar el progreso, él recomienda utilizar Excel: «Apuntaba del total de cada asignatura (en cada simu) el número de acertadas. Así no me agobiaba y veía que iba mejorando poco a poco».
¿Cuántos descansos hacer mientras estudias el MIR?
Al principio la preparación puede resultar dura, ya que la mayoría de estudiantes pasan más de 10 horas centrados en el temario, sin embargo, poco a poco, el cuerpo se va acostumbrando a la nueva jornada. Sin embargo, uno de los puntos más importantes que destaca el MIR es tomarse el intensivo como un trabajo.
«Cuando llegaba a la hora tope, dejaba de hacer cosas. Parece una tontería pero en realidad es lo que me salvó de llegar quemado. Si te empeñas en alargar todos los días una hora, llegas quemado a enero», explica desde su experiencia, detallando que lo mejor que se puede hacer es dedicar las horas libres a algún pasatiempo, deporte o, incluso, a no hacer nada.
Especialmente en verano, hace hincapié en los beneficios de hacer planes entre semana: «Te ayuda a desconectar y, además, la semana se vuelve más corta si tienes algún plan a mitad». Por ello, también insiste en disfrutar de las vacaciones, cada uno de la manera que elija, aunque se vaya con retraso en el planning: «Un día más de estudio no te va a salvar el MIR, pero uno de descanso sí».
Compañerismo y salud mental: Dos claves para no llegar quemado al MIR
Un punto importante en un proceso como este es el compañerismo, aunque el residente defiende que lo mejor es no hablar de percentiles o netas con los amigos, y mejor, apoyarse después de los simulacros. Con la tercera vuelta, llega un momento crucial. «Os dirán que tenéis que hacer 879 cosas al día con 11h de estudio. No da tiempo, pero no pasa nada«, explica Jorge, que argumenta que los tutores suelen hablar desde su experiencia, pero no a todo el mundo le sirven sus consejos. «Haced todo lo que podáis en vuestras horas de estudio», resume.
Desde su punto de vista, es importante contar también con ayuda externa. Aunque ir al psicólogo es una decisión personal y también económica, él anima a los futuros residentes a atajar el problema desde el principio: «No esperéis a estar hechos mierda para empezar a ir porque entonces será mucho más complicado. Cuidad vuestra salud mental». Del mismo modo, anima al estudiante a compartir sus preocupaciones con familiares y amigos para sentirse comprendido y apoyado.
Motivación y ver los malos simulacros de MIR como una oportunidad
Es posible que, durante el tiempo de preparación del examen, el aspirante caiga enfermo. Ante ello, su consejo es descansar para no alargar la enfermedad: «No os empeñéis en seguir estudiando, es mucho peor». Sin duda, otra de las claves para afrontar el año de estudio es mantener la motivación. En su caso, era útil escuchar música motivadora antes de estudiar u organizar planes para cuando hubiera acabado su jornada frente al temario.
Finalmente, da un último consejo sobre cómo actuar ante los malos simulacros. «Plantead esos simulacros como maneras de encontrar vuestros errores. Así que en vez de pensar que eres un inútil, pensad que es una oportunidad para evaluar tus errores, aprender de ellos y mejorar», concluye, según informa Redacción Médica.