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ENTREVISTA DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER “La mayor presencia de la mujer en la profesión médica ha contribuido a modificar la visión de determinadas actitudes y conductas”
La abogada del Servicio Jurídico del COM Cantabria, María Álvarez Lainz, analiza las consultas de los colegiados relacionadas con la Igualdad y la Violencia de Género
María Álvarez Lainz estudió Derecho en la Universidad de Cantabria y en la Universidad de Bologna y tras licenciarse, en 1995, se integró en el despacho Fontecha y Abogados de Santander. Tres años más tarde se incorporó a la Asesoría Jurídica del Colegio de Médicos de Cantabria y completó su formación con un Master de Derecho Sanitario y Bioética y, en la actualidad, continúa trabajando en el despacho santanderino y en la entidad colegial ocupándose, entre otros, de los asuntos vinculados a la desigualdad y a la violencia contra la mujer porque, aunque no ha habido ninguna denuncia de colegiados en este sentido, sí hay muchas consultas relacionadas con este tipo de violencia. En esta entrevista, la abogada explica este y otros asuntos con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se celebra el 25 de noviembre.
-El Servicio Jurídico del Colegio ofrece una atención integral a todos los colegiados ¿ha detectado algún caso relacionado con violencia de género o desigualdad?
No hemos detectado casos de violencia de género a colegiados, pero si hemos recibido consultas de colegiados que en su labor como médicos se encuentran con casos de violencia de género entre sus pacientes, y quieren saber que tratamiento legal tienen que dar a estas situaciones. En materia de desigualdad, si hemos recibido numerosas consultas, sobre todo en materia de conciliación, derechos durante la baja maternal, lactancia, y baja por riesgo, y situaciones laborales discriminatorias. Hemos detectado situaciones de desigualdad incluso en el marco del protocolo de agresiones al personal médico donde vemos que hay un sesgo en el que se agrede mucho más frecuentemente a mujeres que a hombres.
-Como abogada ¿qué aconseja a los colegiados cuando sufren situaciones de violencia de género o desigualdad?
Siempre intentamos asesorar a los colegiados, exponiéndoles los aspectos legales de la situación que nos han planteado, y recomendándoles las medidas que consideramos más adecuadas para defender sus derechos.
-¿Y a los compañeros de los que las sufren que muchas veces son testigos directos de ellas?
No es habitual que las personas que han sido testigos de estas situaciones respecto de otros compañeros acudan a nuestra asesoría. Si hemos recibido varias veces consultas sobre situaciones de violencia o desigualdad planteadas por pacientes. Normalmente nos solicitan información sobre el alcance del secreto profesional, y a quien deben dirigirse si detectan una situación de este tipo.
-La profesión médica ¿está en un ámbito especialmente expuesto a la desigualdad?
A pesar de que hoy en día es una profesión integrada por un alto número de mujeres, se repiten situaciones de desigualdad que podemos encontrar en otros ámbitos laborales. Sobre todo seguimos encontrando la existencia de techos de cristal, y de perjuicio en su carrera profesional a mujeres, que son las que mayoritariamente deben renunciar a su desarrollo profesional con relación al nacimiento y cuidado de los hijos, así como los cuidados a sus mayores.
-El número de médicas ha crecido exponencialmente en los últimos años ¿cree que una mayor representatividad femenina ayuda a controlar o eliminar los casos de desigualdad?
Sin duda. La mayor presencia de la mujer en la profesión ha contribuido a modificar la visión de determinadas actitudes y conductas que antes pasaban desapercibidas o se entendían como “normales” y que ahora se visibilizan como elementos en contra de la igualdad.
-Para terminar, ¿por qué crees que a pasar de la cantidad de médicas que hay en la actualidad son muy pocas las que ocupan cargos de responsabilidad y jefaturas?
Es un tópico pero es cierto que para muchas mujeres existe un techo de cristal que les impide alcanzar las cotas más altas en su profesión y tiene mucho que ver con la asunción por parte de las mujeres en general de toda la carga relacionada con los cuidados en el ámbito familiar, que impide dedicar todo el tiempo a su carrera profesional, pero también con su percepción como “intrusas” en determinados cargos que llevan aparejada responsabilidad por parte de sus compañeros hombres. Observo, en general, las opiniones y decisiones de las mujeres que se cuestionan mucho más que las de los hombres, tanto por sus compañeros de profesión como por parte de los pacientes. Da la sensación de que las mujeres no consiguen investirse de esa condición de «autoridad» que da acceso a los cargos de mayor relevancia, aunque reúnan los méritos para ello.