Close

Actualidad colegial


Atrás

 

ENTREVISTA Marcos López Hoyos /// “Una de las cosas positivas de esta pandemia es que las vacunas de ARN mensajero han demostrado ser seguras”

El doctor Marcos López Hoyos, presidente la Sociedad Española de Inmunología de España, jefe de servicio de inmunología en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y director científico del Instituto de Investigación de Valdecilla (IDIVAL), es una de las voces más autorizadas en nuestro país respecto a la crisis sanitaria por la COVID-19. El inmunólogo, actualmente inmerso en proyectos de investigación relacionados con la pandemia, resalta el éxito y la seguridad de las vacunas de ARN mensajero y demanda una mayor inversión en ciencia en nuestro país para salir mejor de la crisis. Por Miguel Soto, (Médicosy Pacientes)

– ¿Cómo valora el trabajo realizado por los servicios sanitarios durante la pandemia? 

Ha sido un trabajo en situaciones extremas. Ha sido un trabajo muy positivo y se ha producido un esfuerzo conjunto en la misma dirección entre todos los servicios sanitarios. La colaboración entre distintos gremios y distintas profesiones ha sido ejemplar, de matrícula de honor. En cuanto a los datos obtenidos en base a los resultados, han existido luces y sombras. Evidentemente esta situación nos ha cogido desprevenidos y hemos tenido que ir adaptándonos. La mortalidad ha sido muy elevada. Marzo y abril de 2020 fue muy duro y eso que estábamos viendo lo que estaba ocurriendo en Asia, pero nadie le dio importancia.  Ese fue un fallo muy grande de todos os sistemas.

– ¿Y el proceso de vacunación en España?

Al principio parecía que arrancaba con ciertas dudas, pero afortunadamente se ha podido avanzar bien. En mi opinión, ha faltado un poco de coordinación como país, todos los organismos y las autonomías. Tenemos 17 países en uno y eso se nota en cosas que deberían haber estado mucho mejor coordinadas. Este es el ‘pero’ que se le puede poner a todo esto, en algunos casos se ha funcionado bien, pero en otros no. La disparidad de medidas restrictivas entre una comunidad y otra ha hecho que esto haya sido así. Esto se ha podido ver este último verano, cuando ya estaba protegida la población más vulnerable. De hecho, el año pasado también hubo el problema en verano entre CCAA de no coordinar el tema de trazabilidad, rastreadores y pruebas PCR uniformemente en el país. Tampoco en el toque de queda.

– ¿Ha terminado la pandemia? ¿cuándo podremos considerar que ha finalizado?

La pandemia no ha terminado. Van a venir más momentos duros. Lo que sí se puede decir es que la inmunidad es duradera, pero es probable que surjan nuevas variantes. Seguramente aparecerán algunos brotes, por eso no se pueden descuidar las medidas de control. El virus ha venido para quedarse. Lo que veremos próximamente es si existe la necesidad de aplicar nuevas dosis de refuerzo de la vacuna.  Una pandemia se puede considerar como finalizada cuando está controlada en todo el mundo. Hoy en día no se puede decir que estemos en esa situación. Podemos considerar que está controlada en Europa, Estados Unidos y Australia, pero sigue afectando a más de un continente. Todavía hay sitios donde no ha llegado la vacuna y mientras no controlemos que esté vacunado el resto del mundo, al menos el 70%, no tendremos control sobre la pandemia. Estamos tranquilos a nivel de país, pero no podemos hablar de globalización en este sentido, de movilidad en todo el mundo, y a esto se le añade que en esos sitios donde no ha llegado la vacuna cabe la posibilidad de que surjan nuevas variantes. Tener dosis extra y guardarlas en un congelador no es tan importante como que sean administradas a todo el mundo. Y lo digo de forma egoísta, para evitar que nos infecten a nosotros.

– Japón administrará una tercera dosis de la vacuna en 2022. Tercera dosis ¿Si o no? ¿para quienes?

Esta dosis de la que se está hablando es ‘de recuerdo’, para aquellos que no han respondido bien y la necesitan para completar la pauta vacunal. Hoy en día no es necesaria una tercera dosis para la población en general. Esto puede cambiar y por esto digo lo de ‘hoy en día’, porque esto avanza según las evidencias. La vacuna está funcionando, está consiguiendo una inmunidad duradera. En cuanto a la población que pertenece al grupo 7 de riesgo, es cierto que los inmunodeprimidos pueden tener una peor respuesta a las dosis aplicadas, pero en general toda la inmunodepresión o el ‘inmunocompromiso’ abarca a mucha población. Mucha gente que está tomando inmunomoduladores por enfermedad o por tratamiento está en riesgo de ser consideradas inmunodeprimidos, pero la respuesta inmunitaria es tan amplia, abarca tantos campos, que esa inmunosupresión que se usa para tratar una enfermedad no tiene por qué afectar a la respuesta vacunal que nos protege frente a la infección. Por ello, dentro del cajón de sastre de inmunosupresión habría que detectar muy bien quien es exactamente el paciente inmunodeprimido.

– ¿Qué conocemos hasta ahora sobre las nuevas variantes? ¿hay preocupación en el ámbito científico?

Sobre las variantes nuevas que se han dado, sabemos que son más trasmisibles. También conocemos que la variante Delta es más peligrosa cuando solo tenemos una dosis de la vacuna, sería necesaria una segunda. Además, en cuanto a la gravedad, conocemos que esta variante ocasiona un poco más de hospitalización. La protección que induce la vacuna cae aproximadamente un 10% frente a esta variante Delta.

– ¿Qué valoración hace de aquellos que no consideran la vacunación como una solución?

La vacunación está fuera de toda duda. Si hubiéramos tenido una población sin vacunar con la circulación que ha existido del virus durante este verano, hubiésemos obtenido una situación aún más catastrófica que la de marzo y abril del año pasado. La vacunación junto con el tratamiento de aguas, el agua potable, son los mayores avances de la civilización. Las vacunas en general han eliminado las enfermedades infecciosas y las enfermedades secundarias de las infecciones. En el caso de la COVID-19 se ha demostrado que es lo que ha protegido a la población. Ahora podemos empezar a ver un poco la luz gracias a las vacunas. Sin vacunas estaríamos en una situación dramática y catastrófica.

– Entiendo que para poder utilizar una vacuna con toda la seguridad posible es necesario hacer pruebas durante muchos años. ¿Cómo puede salir una vacuna ante un estado de urgencia sanitaria?

Las vacunas demuestran ser seguras. El trabajo sobre ellas lleva miles de años haciéndose, incluso las de ARN mensajero que tanto se han criticado. Estas últimas llevan una investigación detrás de más de 20 años, sobre todo en investigaciones relacionadas con la cura del cáncer, esto los inmunólogos lo conocemos muy bien. Una de las cosas positivas de esta pandemia es que las vacunas a ARNm mensajero han demostrado ser seguras. Se ha roto ese tabú que había en contra de ellas para que se pueda avanzar en la terapia del cáncer mediante este tipo de vacunas.

La gente que tiene esas suspicacias, cuando realmente han tenido la enfermedad del COVID-19 cerca, bien porque las han sufrido ellos mismo o algún familiar cercano, les ha cambiado totalmente su forma de pensar al respecto.

– ¿Pueden existir efectos secundarios de las vacunas dentro de 10, 20 o más años que se desconozcan hoy en día?

Con la vacuna de ARNm es prácticamente imposible. En ningún caso entran dentro del núcleo, no se van a integrar en nuestro genoma. Por ello, es imposible que puedan producirse mutaciones que desencadenen en enfermedad.

– ¿Qué sabe de la ‘vacuna española’?

Son varias. Son vacunas que no consiguen esterilizar el virus, generalmente las vacunas lo que consiguen es una inmunidad. Por ello, cuanta más gente esté vacunada mayor será el escudo frente al virus. El proceso de obtener una unidad esterilizante va lento porque en este país no se invierte en ciencia e innovación. Ese es un problema que nos tenemos que hacer mirar. En otros países que sí han conseguido sacar una vacuna es porque hay una gran financiación detrás. Podemos tener muy buenas ideas, pero si no hay dinero y apoyo no vamos a conseguir avanzar en esta área.

– ¿Qué proyectos lleva a cabo el Instituto de Investigación Sanitaria de Valdecilla que usted dirige? ¿alguna relacionado con la COVID-19?

Sí, tenemos varios proyectos en los que estamos embarcados y para los que hemos conseguido financiación. Tenemos, junto con la Sociedad española de Reumatología, uno proyecto multicéntrico relacionado con las enfermedades y manifestaciones reumatológicas en base a la COVID-19 y tenemos otro sobre el embarazo y la lactancia para ver la inmunidad en lactantes y sus neonatos y cómo afecta la pandemia al embarazo. También tenemos 18 proyectos intramurales en los que IDIVAL ha dirigido su plan anual para la investigación. Se han invertido 360.000 euros en este proyecto y estamos ahora viendo los resultados.

Me gustaría destacar un proyecto en concreto que es sobre la medicina personalizada denominado ‘Cohorte Cantabria’. Todos los profesionales médicos sabemos lo que es la cohorte. Gracias a este tipo de estudios se ha avanzado mucho en medicina. Probablemente la más conocida es la de Framingham. Nosotros hemos reclutado voluntarios desde abril para esta Cohorte Cantabria que pretende agrupar a 50.000 cántabros entre 40 y 69 años. Los datos recabados se asocian a los datos clínicos de los voluntarios para poder tener una cantidad ingente de estas referencias y poder hacer medicina de datos y personalizada, que es hacia donde va el futuro de la investigación. Es una de las grandes líneas que hemos establecido durante la pandemia pero que va mucho más allá.

– La formación médica continuada parece clave para la sostenibilidad y futuro de la Medicina ¿Cómo se puede y debe potenciar y qué ámbitos son prioritarios?

La formación médica continuada es esencial. La medicina no se entiende si no estamos continuamente renovando nuestros conocimientos. También en eso necesitamos el apoyo institucional y el de la industria farmacéutica. Soy un gran defensor de este modelo de industria y el beneficio que aporta para la formación continuada. A mí me ha resultado de gran utilidad. Instituciones como la Organización Médica Colegial son claves en este proceso de avance.

– El programa EU4Health puede ser una gran oportunidad para centros como el que dirige. ¿Tienen algún proyecto que encaje en este gran plan europeo?

Estamos en ello. Estamos intentando participar con partners. Tienen que ser proyectos multicéntricos. Sabemos que la financiación viene de Europa desde el plan de recuperación. Este es un proyecto que estamos buscando nuestra participación de forma clara.

– ¿Cómo describe la situación de la investigación en España? En su opinión, ¿Cuáles son las medidas más urgentes para promoverla?

Hay que invertir en investigación y en ciencia. Los países que lo han hecho salen mejor de la crisis. Además, este ámbito genera mucha riqueza. Es necesario invertir en I+D. Es un camino a muy largo plazo pero que el rédito que esto aporta a la sociedad es inmenso.