La jefe de Ginecología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, (HUMV), Yolanda Jubete, destaca que el cáncer de mama continúa creciendo pero se cura casi en el 90 por ciento de los casos

La doctora Yolanda Jubete Castañeda estudió Medicina en la Universidad de Cantabria donde también obtuvo el Doctorado. Es especialista en Ginecología y Obstetricia, con residencia en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, y desde el  2017 es  jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del hospital cántabro. Además, forma parte activa desde hace más de 10 años del grupo de Ginecología Oncológica y es profesora de la Universidad de Cantabria. En esta entrevista analiza la realidad del cáncer de mama en la región y destaca las buenas cifras de curación de la enfermedad que más muertes produce en las mujeres en España, también resalta la necesidad de abordar la patología con especial sensibilidad porque “cada paciente es una mujer con nombre y apellido”.

-La prevención es fundamental para abordar el cáncer de mama ¿se estima cuántas muertes se pueden evitar con una detección precoz de la enfermedad?

El cribado de cáncer de mama ha demostrado ser eficaz y efectivo en el control de la enfermedad y, en consecuencia, su práctica está recomendada por las sociedades científicas y organismos nacionales e internacionales. El efecto neto del cribado de cáncer de mama no es el mismo en todas las mujeres. La edad es un factor determinante. De ahí, que esté aceptado y asumido por todos los grupos la realización del cribado en mujeres comprendidas entre 50 y 69 años.

EUROSCREEN, un grupo de trabajo europeo, ha estimado que por cada 1000 mujeres europeas de entre 50 y 69 años incluidas en programas de cribado durante 20 años se diagnosticarían unos 71 casos de cáncer de mama y se evitarían 7-9 muertes por cáncer de mama (de 30 muertes esperadas).

En otros grupos de edad, la evidencia sobre el efecto del cribado no está tan clara, si bien en el grupo de 45 a 50 años, los datos sugieren que podría obtenerse también un beneficio neto si estas mujeres se incluyeran en los programas de cribado. La Consejería de Sanidad de Cantabria viene desarrollando desde el año 1997 el Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama. Este Programa está dirigido a mujeres residentes en Cantabria con edades comprendidas entre los 50 y 69 años, a las que se invita a realizar una mamografía cada 2 años. Hasta la actualidad se han desarrollado 11 Vueltas completas, comenzando en enero de 2019 la 12ª vuelta (2019-2020).

-Y si hablamos de datos ¿cuáles son los de Cantabria con respecto al cáncer de mama cada año? ¿han aumentado en los últimos años?

El cáncer de mama ha experimentado durante los últimos años -y previsiblemente, continuará experimentando- un continuo crecimiento que puede explicarse por diversos factores, además del aumento poblacional. Entre ellos destacan el avance de las técnicas de detección temprana de los distintos tumores y el aumento de la esperanza de vida, ya que el envejecimiento es uno de los mayores factores de riesgo para desarrollar cáncer debido a las posibilidades de presentar fallos en los mecanismos de reparación del ADN y a la acumulación en el tiempo de exposición a factores de riesgo. En cuanto a los factores modificables que tienen que ver con los hábitos de vida de la población, resultan relevantes las tendencias actuales en cuanto a sedentarismo, consumo de tabaco y alcohol, tendencia a vivir en lugares con una elevada contaminación u obesidad, entre otros.

En 2020 se diagnosticaron 454 casos en Cantabria frente a los 229 casos diagnosticados en 2007. Por tanto, la incidencia del cáncer de mama invasivo en las mujeres aumentó medio punto porcentual cada año.

-Los tratamientos han mejorado mucho en la última década ¿hasta qué punto?

Aunque el cáncer de mama continúa siendo la primera causa de muerte por cáncer entre las mujeres en España, la supervivencia de las pacientes con cáncer de mama ha experimentado un fuerte ascenso durante los últimos años. Una tendencia que refleja el avance, gracias a la investigación, de nuevos tratamientos disponibles para las pacientes.

A principios de los años 80, las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama tenían unas posibilidades de estar libres de recaída a los 5 años tras el diagnóstico que se situaba en torno al 70%. En la actualidad la cifra se aproxima al 90%.  Por tanto, los avances en el tratamiento del cáncer de mama han conseguido aumentar la supervivencia en un 20% entre los años 80 y la actualidad. No debemos olvidar que detrás de cada una de estas cifras hay mujeres con nombre y apellidos.

–Valdecilla es líder en el tratamiento del cáncer de mama por lo que intuyo que en la actualidad no tiene sentido ir a hospitales de referencia en oncología como algunos de EEUU ¿es así?

Efectivamente, no existe ninguna diferencia en los tratamientos que se realizan en los mejores hospitales del mundo y el que se realiza en el HUMV. Disponemos de profesionales que trabajan en equipos multidisciplinares y que se actualizan continuamente, de ahí que estemos aplicando los tratamientos más novedosos que existen en el tratamiento del cáncer de mama.

 -Y con respecto a la investigación ¿está implicada Valdecilla?

El pronóstico del cáncer de mama ha ido mejorando paulatinamente en los últimos años gracias a la investigación. Se han desarrollado nuevos fármacos que aumentan la supervivencia de las pacientes con cáncer de mama. Se ha estratificado mejor a las pacientes y se han desarrollado paneles genómicos que permiten diferenciar qué pacientes se benefician de quimioterapia y cuáles no.

En todo ello, el HUMV se sitúa a la cabeza de los centros que estudian y aplican estos conocimientos. Además, algunos de los profesionales implicados en el tratamiento médico y quirúrgico del cáncer de mama forman parte de grupos de investigación nacionales e internacionales.

-Si hablamos de futuro ¿cuán cree que puede tener el del cáncer de mama a medio plazo?

Somos optimistas respecto al futuro del tratamiento del cáncer de mama. En los últimos años, estamos asistiendo a un notable incremento de cirugías conservadoras, evitando mastectomías innecesarias, así como una menor intervención sobre la axila, reduciendo el riesgo de linfedema y mejorando la calidad de vida de las mujeres con cáncer de mama. Otro de los hitos más significativo, sin duda, en los últimos años ha sido el conocimiento de la heterogeneidad del cáncer de mama, y es que el cáncer de mama engloba varias enfermedades distintas con importantes diferencias pronósticas y terapéuticas. Este conocimiento ha permitido el desarrollo de anticuerpos monoclonales frente a algunas proteínas de las células cancerígenas, lo que ha supuesto un beneficio significativo en la supervivencia global.

Gracias al desarrollo de los test genómicos que evalúan la expresión génica en el tumor, se logra caracterizar de forma más fiable el perfil del tumor y su riesgo de recaída, permitiendo así una mayor adecuación del tratamiento, evitando quimioterapias innecesarias en pacientes que no se beneficiarán de ella. La inmunoterapia también ha demostrado beneficio en un subgrupo de pacientes con cáncer de mama especialmente agresivo.

-Para terminar, díganos la noticia relacionada con su especialidad que más le gustaría ver en los medios de comunicación    

A todos nos gustaría anunciar que la mortalidad del cáncer de mama se reduce significativamente, de forma que se pueda convertir en una enfermedad crónica que no amenace la vida de las mujeres que lo padecen.