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Medico Joven - MIR


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Generación MIR 2021: exceso de adjuntos en rotación y formación extra Covid

24/08/2021 Tras un mes incorporados a sus plazas, los residentes de la quinta ola destacan también el apoyo de los R2

Se cumple un mes desde que los integrantes de la nueva promoción MIR tomaran posesión de sus plazas en los centros correspondientes. En concreto, según la resolución de 10 de junio de 2021, de la Dirección General de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, se considera el 20 de julio como fecha de inicio del periodo formativo. Cuatro semanas, en plena quinta ola del Covid-19, que han sido “agridulces” para muchos residentes. Entre ellos se encuentra Juan Jiménez, residente de primer año de Psiquiatría en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, que reconoce sentirse “afortunado”, aunque considera que los futuros especialistas se han incorporado “en unas de las peores fechas posibles”.

«Nos hemos encontrado con que la mayoría de médicos especialistas estaban o se iban de vacaciones, razón por la cual me he visto supervisado por cuatro adjuntos diferentes en sólo tres semanas de actividad asistencial. Además, nuestra llegada ha coincidido con una oleada Covid fortísima en nuestro grupo de edad, llegando a superar incidencias de 2.000 en el grupo de 20 a 30 años en algunas zonas, estando nosotros sin vacunar ni sin habernos formado específicamente en la materia», avanza.

Aunque siente que, en su caso particular, ha tenido mucha suerte, ya que no ha necesitado cubrir puestos como refuerzo Covid, explica a Redacción Médica que ha sido testigo de cómo otros compañeros están viendo mermadas su actividad formativa por tener que atender casos Covid o incluso cómo se han contagiado. “No se sabía muy bien cómo realizar su seguimiento o qué algoritmos aplicar. Me sorprendió este caos después de tantos meses bajo la pandemia. También me parece especialmente grave que, aun sabiendo desde el Ministerio de Sanidad la gran cantidad de los opositores de la FSE (no solo MIR) que nos íbamos a incorporar este verano a los hospitales, no se elaboró plan de vacunación alguno para permitirnos entrar de forma segura”, critica. “Desde las CCAA, al menos en el caso de Andalucía, tampoco los hospitales hicieron un plan de cribado a nuestra llegada o un calendario de vacunación precoz”, añade.

Por otro lado, destaca que, en el área de Psiquiatría, no está disminuyendo la labor asistencial, sino “desgraciadamente” al contrario, por cómo está afectando la pandemia a la salud mental de la población: “Todos los días nos llegan intentos autolíticos”.

A diferencia de Juan Jiménez, Jimena Aramburu, R1 de Medicina Interna en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, reconoce a este periódico que, aunque la incorporación al centro ha sido “menos estresante de lo que esperaba”, Medicina Interna es uno de los servicios que más pacientes Covid-19 tiene a su cargo, junto a Neumología, por lo que el virus ha marcado sus primeras semanas como residente. “Al menos de momento, no hemos tenido mucho contacto con ese tipo de pacientes puesto que muchos de nosotros aún no estamos inmunizados. A pesar de ello, es un tema muy presente en las reuniones, más cuando se estudió el ingreso de un paciente joven sin patología previa en estado grave”, explica Aramburu.

«Han vivido encerrados con extrema  precaución»

Tanto Aramburu como Jiménez coinciden en que el apoyo de los residentes de segundo año, que también comenzaron el periodo formativo en plena pandemia, ha sido fundamental. “Los MIR de segundo año nos han ido explicando cosas que ellos tuvieron que aprender, desde mi punto de vista, en muy poco tiempo. Hoy por hoy, los que aún no llevan ni un año trabajando llevan sobre sus hombros la carga de trabajo de un residente de segundo año, sin el aumento de sueldo que eso conllevaría”, reivindica Aramburu, que incide en que le ha sorprendido la amabilidad de los residentes de segundo año, que se han mostrado dispuestos a solventar cualquier problema que les pudiera surgir, como la primera guardia, “que siempre es motivo de angustia”

Por su parte, el residente en Psiquiatría señala que sus compañeros ‘más experimentados’ les han contado “muchas anécdotas, pocas buenas”. “El Covid no ha venido bien a nadie, pero a los sanitarios diría que aún menos. Mucho estrés en las urgencias, incertidumbre, sobrecarga de trabajo, contagios indeseados, poco tiempo para desconectar y en malas condiciones… Un período que debería ser apasionante, de comenzar a descubrir la especialidad a la que dedicarás tus años de vida laboral y conociendo mucha otra gente en la misma situación, teniendo que vivir encerrado con extrema precaución por miedo a contagiar a tu familia por trabajar en el hospital, y lidiando con esta situación”, subraya.

Aún así, pese a un comienzo de etapa marcado inevitablemente por la crisis sanitaria, ambos afrontan este periodo con ilusión y de forma positiva. «Siento que cada nueva vivencia me hace reafirmarme en mi decisión de especializarme en Psiquiatría», apunta Jiménez.

«Sigo estando emocionada todas las mañanas, al fin y al cabo, es lo que llevo esperando hacer durante más de siete años. No cambiaría mi decisión de estudiar Medicina, ni de hacer la especialidad de Medicina Interna por nada del mundo. Lo negativo que saco en claro de este mes de trabajo es que se necesitan muchos más recursos socio-sanitarios, puesto que una gran parte de la población acaba en el hospital por no tener el apoyo social que necesita», concluye Aramburu, según informa Redacción Médica.