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El 39% de los médicos que han padecido COVID-19 en España son especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria

El pasado viernes 18 de junio se celebró la sesión plenaria del Consejo Europeo de Órdenes Médicas (CEOM), en la que participó la delegación española representada por José María Rodríguez, secretario general del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) y José Ramón Huerta, Coordinador del Área Internacional

Durante esta reunión, José Santos, presidente del CEOM, presentó las actividades y los objetivos de la corporación, además de la declaración del grupo de trabajo sobre la violencia contra los médicos y otros profesionales de la salud.  Asimismo, Jean-François Rault, secretario general del CEOM, anunció las próximas elecciones de la Junta Directiva del CEOM, previstas para finales de 2021.

Por su parte, la delegación española expuso los principales datos del Registro de médicos afectados por la COVID-19, iniciativa puesta en marcha por la corporación médica española. Durante la exposición pusieron de manifiesto que el 39% de todos los afectados son especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria, seguidos por el 7% de Medicina General. Otro dato relevante de este estudio es que el 57% de médicas afectadas son mujeres, mientras un 43%, son hombres.

A continuación, explicaron que un 77,9% de los registrados ejercen la práctica médica para la administración pública. En cuanto a su actividad, un 45% se dedican a la Atención Hospitalaria, un 34% a la Atención Primaria y un 21% a Urgencias. Otros de los datos más relevantes de este registro es el que respecta al mayor pico de contagios que, de acuerdo con los datos obtenidos, se produjo entre el 9 y el 21 de marzo de 2020, de todos ellos un 83% tuvo su origen en el lugar de trabajo. Además, de acuerdo con los datos de la delegación española, un 88% de los contagiados presentó síntomas de la enfermedad por COVID-19.

En cuanto a la baja laboral, se señaló que el 48% la recibieron por contingencia común, mientras un 31% fue por accidente laboral. Además, un 76,4% se reincorporó al trabajo tras hacerse un test (un 77% de los cuales fueron PCR).

El CGCOM expone el trabajo de una década del Observatorio de Agresiones

Otro de los temas sobre los que giró esta reunión fueron las agresiones a los profesionales sanitarios. En este sentido la delegación española puso en valor el trabajo del Observatorio Nacional Contra las Agresiones de la Organización Médica Colegial, que el 12 de marzo celebró el primer Día Europeo contra las Agresiones a Médicos y  Profesionales Sanitarios. Esta  iniciativa del CGCOM fue aprobada por la CEOM en su reunión de Lisboa de 2019.

Asimismo, se puso en valor el trabajo de más de una década de este Observatorio, una labor que ha sido recopilado en una publicación del CGCOM y que, según se acordó, será traducida para poder trasladarla a todos los miembros de CEOM debido a su interés.

La relación médico-paciente en la pandemia

Otro de los asuntos tratados y analizados en esta reunión fue el impacto de la pandemia en la relación médico-paciente. En España, indudablemente, la pandemia por COVID-19 ha producido un deterioro de la relación médico–paciente en todos los ámbitos de la atención sanitaria. Además de aspectos relevantes como: un enorme impacto en la economía global, un aumento considerable del gasto sanitario. La falta de profesionales sanitarios, muchos de ellos afectados por la enfermedad (casi 120 médicos muertos por COVID-19), o la disminución de la esperanza de vida (calculada en 2 años).

Otras consecuencias de la pandemia son: la disminución de la demanda de servicios médicos en general, la atención sanitaria centrada en la COVID / vacunación, el aumento de la carga global de enfermedades, especialmente por COVID persistente en pacientes graves y hospitalizados.

Se ha perdido buena parte de la relación personal y presencial entre el médico y el paciente, sustituida por la telemedicina y el contacto telefónico, lo que ha provocado:

  • Disminución de consultas presenciales.
  • Retrasos en diagnóstico y tratamientos (debido a prioridades establecidas por el sistema sanitario y porque los pacientes no acudían al médico por miedo al contagio).
  • Aumento de las listas de espera para acceder al médico.
  • Demora de las intervenciones quirúrgicas (Las zonas quirúrgicas de reanimación han tenido que utilizarse como UCIs de COVID expendidas) por lo que los quirófanos quedaban cerrados, excepto para urgencias y procesos graves inaplazables.
  • Trato más impersonal con disminución de la distancia médico – paciente (física y psicológica).
  • Dificultades de contacto fundamentalmente para los pacientes mayores. Problemas técnicos por saturación
  • Los pacientes han mostrado su insatisfacción y disgusto por la atención médica recibida durante los confinamientos, que aún persiste en buena parte.
  • La telemedicina o medicina a distancia va a persistir como un cambio necesario tras la pandemia.
  • Se ha puesto de manifiesto con la pandemia, la necesidad e importancia de los médicos y otros profesionales de la salud, como el más valioso recurso de nuestro Sistema de Salud.
  • Los sanitarios se han esforzado hasta el límite, estando desbordados en muchas ocasiones y cuya entrega, cansancio y fatiga han sido máximas.

Ante todo lo expuesto, de cara al futuro se puso de relieve que habrá que tener en cuenta las siguientes necesidades para la recuperación y mejora de esta relación:

  • Hay que recuperar la relación médico–paciente en un contexto normalizado que, sobre todo, permita una relación cercana, presencial, confiable y de calidad científica y humana.
  • Hay que restaurar las heridas abiertas en esa relación médico-paciente y reforzar esta relación.
  • Hay que reformar los sistemas sanitarios y contar con profesionales y financiación suficientes.
  • Hay que aprender de los errores cometidos y corregirlos en beneficio de los pacientes, promoviendo la calidad y la seguridad asistencial, además de realizar una medicina centrada en la persona.
  • Los sanitarios se han visto afectados por la COVID-19 tres veces más que la población general, con casi 120 médicos muertos y 25 enfermeros/as.