La entidad colegial está en negociaciones con la Consejería de Sanidad, Salud Pública y la Comisión de Vacunación del SCS para conseguir que vacunen a más de un centenar de médicos del ámbito privado y de instituciones públicas   

Las negociaciones entre el Colegio de Médicos de Cantabria y las Consejería de Sanidad, la Dirección General de Salud Pública y la Comisión de Vacunación del Servicio Cántabro de Salud comenzaron justo después de que Salud Pública anulara por falta de vacunas la inmunización de más de un centenar de colegiados del ámbito privado y de instituciones públicas prevista para el pasado domingo en el Hospital de Liencres.

Ante esta situación, el COM Cantabria exige la solución inmediata a la Administración “porque este colectivo profesional es el más expuesto a posibles contagios por la pandemia y son muchos los compañeros que se han quejado y no entienden que se esté citando a la población general y a otros colectivos antes que a los médicos”, según explica el presidente del Colegio de Médicos de Cantabria, Javier Hernández de Sande.

Pero la Consejería dice que está cumpliendo el Protocolo Nacional de vacunación aprobado el 9 de febrero, que sitúa a estos médicos que aún no están vacunados en el grupo 3B, que engloba a colectivos como “médicos del ejercicio privado y de instituciones públicas que se han quedado sin vacunar”, y no en el Grupo 2, en el que está el “personal de primera línea del ámbito sanitario y sociosanitario”, que es donde, a juicio del Colegio, deben estar todos los colegiados, ejerzan en el sector público o en el privado, dejando aparte que dicho Protocolo genera cierta o mucha  confusión.

Y la realidad es que, a día de hoy, la Consejería de Sanidad solo se plantea para solucionar el problema esperar a que las autoridades sanitarias autoricen la vacuna de AstraZeneca para adultos de edades comprendidasentre los 55 y 65 años de edad, que parece inminente, pero hasta ese momento no hay dosis disponibles de otros laboratorios para los médicos que aún no se han vacunado.

Por lo tanto, el COM Cantabria ha decidido que si la Consejería y Salud Pública no le dan una solución inmediata, estudiará las medidas legales oportunas para defender los intereses de los colegiados que pasan por la necesidad de estar protegidos contra el Covid-19.

El Colegio considera que esta urgencia está más que justificada por la gravedad de la situación que viven los médicos en sus consultas o centros especializados donde tratan a diario a muchos pacientes que pueden estar contagiados, una situación que genera estrés y cansancio que se suma al sobreesfuerzo realizado por el colectivo profesional durante la pandemia y no debe agravarse por dudas en el proceso de vacunación en todos los ámbitos de la actividad asistencial.

El Colegio de Médicos de Cantabria seguirá trabajando para salvaguardar lo máximo posible la salud de todos los colegiados para que desarrollen su labor de la forma más segura para ellos y sus pacientes.