La capital cántabra cuenta ya con una treintena de desfibriladores en distintos puntos de la ciudad y edificios municipales

El Ayuntamiento de Santander y el Colegio de Médicos de Cantabria están avanzando en la elaboración del futuro Plan de Cardioprotección de la ciudad. Este plan tiene el objetivo de convertir a Santander en una ciudad cardioprotegida y poder dar respuesta «al importante problema» de las paradas cardíacas extrahospitalarias que provocan «un elevado número de muertes cada año», según ha informado en un comunicado el Consistorio.

La alcaldesa, Gema Igual, y el presidente del Colegio de Médicos de Cantabria, Javier Hernández de Sande, han rubricado esta semana el convenio que permitirá materializar e implantar el plan, en el que vienen trabajando conjuntamente ambas instituciones.

Durante el encuentro, en el que participó también la concejala de Salud, Noemí Méndez, ambos repasaron los avances realizados hasta el momento, dado que el borrador del plan ya ha sido revisado por parte de los servicios municipales y se ha llevado a cabo también el análisis previo de los distritos de la ciudad para evaluar las necesidades.

Igual ha señalado que Santander es ya una ciudad cardiosaludable y ha afirmado que con este proyecto se convertirá también en una urbe cardioprotegida, con el «máximo nivel de cardioprotección, por encima incluso de lo requerido en el marco legal actual».

«Los primeros 3 o 4 minutos tras una parada cardiaca son cruciales para salvar vidas y, por eso, es importante este plan y el despliegue de desfibriladores que nos permitan actuar del mejor modo posible antes un accidente cardiovascular», ha destacado. El convenio rige la elaboración del plan, el seguimiento de su implantación y un informe del mismo, e incluye también un plan de formación de la ciudadanía en el uso de desfibriladores, en especial para los instalados en la vía pública.

La regidora ha asegurado que el Ayuntamiento está facilitando al Colegio de Médicos cuanta información precisa sobre los espacios públicos y presta además apoyo económico al proyecto.

Por su parte, el Colegio de Médicos está elaborando el estudio de necesidades para la instalación de desfibriladores, ha redactado el plan y elaborará también el proyecto formativo para que los vecinos tengan los conocimientos necesarios en actuaciones de reanimación cardiopulmonar y en el uso de los desfibriladores.

Una treintena de desfibriladores instalados

La alcaldesa ha detallado que Santander cuenta en la actualidad con una treintena de desfibriladores instalados en diferentes puntos de la ciudad y edificios municipales. «Disponer de desfibriladores y formar a los ciudadanos seguramente será de gran ayuda si se emplean a tiempo y adecuadamente», ha añadido.

Por su parte, Hernández de Sande ha agradecido el proyecto del Ayuntamiento de Santander que, según ha dicho, también es «prioritario» para la entidad colegial porque «los médicos tienen claro que hay que «continuar con la apuesta de crear una ciudad cardioprotegida para disminuir el número de fallecidos por urgencias cardiacas». Hernández de Sande considera que una ciudad moderna como Santander debe contar con un mapa de espacios cardioprotegidos con desfibriladores al alcance de todos los ciudadanos.

Ya son espacios cardioprotegidos las sedes de los servicios de Protección Civil, Bomberos y Policía Local, el edificio del Ayuntamiento o los mercados de La Esperanza y México.

Igualmente cuentan con desfibriladores todas las instalaciones deportivas municipales (el Palacio de Deportes, el Complejo Deportivo, al Campo de Golf, los pabellones municipales y los campos de fútbol) y está previsto extenderlos también a servicios como los autobuses municipales.

Recientemente, esta colaboración entre el Ayuntamiento y el Colegio de Médicos hizo posible también la instalación de un desfibrilador en la calle Hernán Cortes, junto a la sede de esta organización, que incluyó una acción formativa dirigida a los hosteleros y comerciantes de la zona en el empleo de este aparato.

PIE DE FOTO: La alcaldesa de Santander, Gema Igual (izda), el presidente del Colegio de Médicos de Cantabria, Javier Hernández de Sande y la concejala de Salud, Noemí Méndez