Estamos en la etapa post pandemia tras un largo camino recorrido contra el Covid-19 que ha afectado, sobre todo, a los mayores, los datos indican que los brotes en residencias han cesado pero ¿crees que puede haber rebrotes?

Es cierto que los datos en el momento actual son esperanzadores, no hay nuevos casos en residencias, pero los puede haber y debemos estar atentos. La diferencia está en que estamos mejor preparados, el primer brote nos sorprendió a todos, pero actualmente las residencias, en su mayoría, están haciendo uso de protocolos estrictos y son los que mejor han funcionado: aislar los centros residenciales de personas externas y visitas.. Son medidas no siempre bien comprendidas pero en el momento actual necesarias, por ser una población muy vulnerable. Ante rebrote debemos establecer un protocolo claro y común, de criterios de actuación, tipos de recursos COVID, circuitos y pautas de aislamiento y tratamiento de casos

Y aunque no haya rebrotes en residencias ¿habéis previsto que otras epidemias con las que ya convivimos, como la gripe, pueden crear alarma y confusión por su sintomatología y colapsar el sistema público de Salud en momentos críticos como en el mes octubre?

Efectivamente son sintomatologías que se pueden superponer y hará que la población en general acudan a los servicios de urgencias, vivimos con el miedo a contagiarnos. Por suerte, contamos con una infraestructura importante y con los medios adecuados para afrontarlo, sin olvidarnos del personal sanitario que estuvo a la altura para responder a la mayor crisis sanitaria. Recuerda que, en el pico de la Pandemia, el servicio de Urgencias

de Valdecilla se dividió en 2: Urgencias Covid y no Covid, se habilitaron 11 plantas para los pacientes Covid y se amplió  la capacidad de la UCI, fue una planificación adecuada que nos permitió evitar el colapso de los servicios y no dejar desatendidos a las patologías habituales. Teniendo en cuenta que todo es un proceso dinámico y cambiante la Gerencia y Dirección del hospital siguen planificando, no se ha bajado la guardia.

¿Ha generado el confinamiento de más de dos meses, con todo lo que supone, un aumento en las patologías de los mayores?

Los mayores se han llevado la peor parte en esta crisis sanitaria, la cicatriz que les ha dejado el aislamiento de estos meses será muy marcada y ya lo estamos viendo en las consultas y en los servicios de urgencias. En los mayores, el sedentarismo y la inactividad se asocian a una mayor mortalidad global. La inactividad favorece la aparición de Sarcopenia (pérdida de masa y fuerza muscular) que conlleva a la aparición de Fragilidad y deterioro funcional. Además, la disminución de la actividad física puede causar: hiperglucemia, mayor susceptibilidad de infecciones, aumento de enfermedades cardiovasculares, empeoramiento de enfermedades óseas, todo ello ha llevado también a reagudizar sus patologías crónicas.

Y con respecto al estado de ánimo de los ancianos…¿cuál es su estado en este momento postpandemia?

El aislamiento social nos ha afectado a todos, pero los mayores han sido los grandes perjudicados, les ha generado ansiedad y ello ha conllevado mucho miedo a salir a la calle; depresión, así como empeoramiento de la función cognitiva. En el caso de los pacientes con demencia, el aislamiento ha exacerbado los síntomas conductuales (agitación, agresividad, alteración del ciclo vigilia sueño).

¿Cree que Sanidad y Servicios Sociales deberían ir de la mano en muchas cuestiones sanitarias?

Debemos avanzar hacia una cohesión de los Servicios Sociales y Sanitarios, que permita una atención integral y eficiente a la población sociosanitaria (con una estrecha relación en diseño, planificación, atención, coordinación y mejora). Es necesario hacer una reflexión sobre la mejora del modelo de recursos residenciales y sociosanitarios para personas mayores.

Para terminar, cuéntenos los objetivos prioritarios de los geriatras a corto plazo en lo que respecta al Covid

Nuestro principal objetivo a corto plazo es optimizar la atención Sanitaria al anciano, para tratar de revertir las secuelas que ha ocasionado el confinamiento, interviniendo principalmente en la recuperación funcional por la inactividad física y todo lo que ello ha conllevado. Ello se logra potenciando las distintas unidades asistenciales en el ámbito hospitalario.