17/04/2020 Rodríguez, que ha comparecido en comisión parlamentaria, ha señalado que se incrementarán las pruebas PCR y los test rápidos en las residencias de mayores para aumentar el control de posibles casos

“La situación en Cantabria mejora, pero aunque sea pronto para decir que la epidemia está superada, creo que estamos en el buen camino”. Así lo ha destacado esta mañana el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, durante su comparecencia en el Parlamento regional ante la comisión de estudio y seguimiento de la pandemia del COVID-19.

“Somos conscientes de que queda mucho trabajo por hacer en esta lucha”, ha señalado. Tras asegurar que los datos registrados en la comunidad autónoma en los últimos días mantienen una “evolución favorable”, ha reconocido que las residencias de mayores, con las que se está “trabajando estrechamente”, presentan una situación “complicada”.

Con el fin de incrementar el control de posibles casos en estos centros residenciales, Rodríguez ha avanzado que se ha diseñado un plan para aumentar el número de muestras recogidas, tanto rápidas como PCR, con la incorporación de un tercer equipo de intervención de Atención Primaria.

El titular de Sanidad ha recordado que Cantabria con anterioridad a la declaración del estado de alarma contaba con un protocolo que limitaba las visitas externas a los centros de mayores y que antes de la aparición de casos se disponía de un sistema de recogida de muestras específico para este ámbito a través de dos equipos de intervención rápida del 061.

Además, ha resaltado que casi un 20% de los test que se han realizado en Cantabria se han correspondido con residencias y centros de mayores, habiendo testado al 30,53% de los residentes y al 14,50% de los trabajadores. Se trata de “cifras muy superiores a la población general y al propio personal sanitario”, ha apuntado, y que “evidencian que nuestra dedicación a este tipo de centros ha sido máxima”.

Aunque se han realizado 2.099 test a 1.660 residentes (con un 26% de casos positivos) y 661 test a trabajadores, ha explicado, 18 residencias de Cantabria concentran actualmente 391 casos positivos, habiendo registrado 75 fallecimientos. Con estos datos, Rodríguez ha indicado que el mayor peso de la epidemia en Cantabria está relacionado con la situación en las residencias, vinculando la evolución del número total de casos a la evolución de pruebas en las mismas. También ha relacionado los ingresos hospitalarios con los casos procedentes de las residencias, que suponen más del 47% de pacientes hospitalizados.

De cara a paliar esta situación, el titular de Sanidad se ha referido al trabajo que se viene desarrollando en las residencias de mayores y a las que desde el pasado 9 de abril se ha suministrado 1.740 test rápidos para su uso en residentes y trabajadores. “Estos test son muy útiles para detectar positivos fundamentalmente en personas con sintomatología”, ha comentado, “pero debido a sus características tienen poca utilidad en el caso que el resultado sea negativo, pues no permite descartar la infección”.

En cuanto al procedimiento de actuación, ha explicado que cuando se detecta un caso positivo, “se moviliza a la unidad de intervención de Atención Primaria para que proceda a la realización del PCR”. En este sentido, ha precisado que la única forma de controlar la epidemia es aislar los casos positivos.

Además, ha recordado que cada residencia tiene designado un coordinador COVID que se relaciona con la Dirección General de Salud Pública o con la dirección del centro en todo lo relacionado con el coronavirus. Al mismo tiempo, Salud Pública ha asignado a un profesional sanitario para cada residencia con casos positivos.

Situación actual en Cantabria

El consejero de Sanidad ha apuntado que Cantabria se encuentra actualmente en una “fase de desaceleración”, en la que siguen apareciendo casos nuevos, aunque a un ritmo lento, que se compensa con las altas hospitalarias y las curaciones de los pacientes.

Sobre la evolución de la pandemia, ha explicado que tras un inicio lento y paulatino en el que Cantabria ha estado preparada para afrontar los peores escenarios, se ha registrado un pico rápido de casos que “en ningún momento ha llegado a comprometer la capacidad del sistema sanitario”.  Esta situación, ha añadido, ha tenido un coste de 183 profesionales contagiados, de los que 132 ya se han curado, pertenecientes prácticamente a todas las categorías profesionales de los cuatro hospitales del Servicio Cántabro de Salud (Valdecilla, Laredo, Sierrallana y Tres Mares) y de Atención Primaria. Este dato también sitúa a Cantabria por debajo de la media nacional, con un 9,75% frente al 15%.

Rodríguez ha atribuido los buenos datos de Cantabria a la profesionalidad de los trabajadores, “que han demostrado el sentido de la responsabilidad, la vocación de servicio público y anteponer el cuidado de los pacientes por encima del propio bienestar personal”.

También se ha referido al coste de vidas de esta pandemia, lamentando y teniendo palabras de recuerdo tanto para las 144 personas fallecidas hasta el momento en Cantabria por coronavirus como para sus allegados. Además, ha transmitido su ánimo a “todos aquellos que en estos momentos están luchando contra los efectos del virus”.

Realización de pruebas

Sobre las pruebas realizadas, ha resaltado que Cantabria ha sido una de las comunidades autónomas que más test ha hecho a la población, con una tasa de 247 test por cada 10.000 habitantes, con un total de 14.340 test realizados, de los que 2.132 (un 15%) han resultado positivos.  Por este motivo, ha aclarado que Cantabria no ha tenido falta de kits para realizar PCR en el laboratorio de microbiología de Valdecilla, llegando el personal del hospital y del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC) a procesar algún día más de 800 muestras.

Gestión y organización asistencial

A nivel organizativo, el consejero de Sanidad ha destacado el trabajo previo a la declaración de la pandemia desarrollado tanto por la Dirección General de Salud Pública en las medidas de control de la epidemia como el Servicio Cántabro de Salud en la situación asistencial.

Dentro de las medidas incorporadas ha enumerado el establecimiento de circuitos diferenciados en los hospitales y centros de salud para los pacientes con patología respiratoria compatible con COVID-19, incluida la incorporación de puestos de triaje avanzado; incremento de la capacidad asistencial hasta 1.000 camas hospitalarias y 100 camas UCI si fuese necesario; y el refuerzo de personal en todas las gerencias del SCS con la contratación de 481 profesionales. También ha comentado la puesta en funcionamiento del teléfono informativo 900612112, para identificar a las personas con sintomatología compatible con el coronavirus y que desde el 14 de marzo ha atendido 9.363 llamadas y se han indicado 3.504 autoaislamientos.

Para estas personas a las que se ha indicado el autoaislamiento, esta línea cuenta con un grupo de apoyo que hace un seguimiento de personas con COVID-19, de personas con pluripatologías crónicas y de apoyo para el manejo del estrés y situación emocional. Hasta el 15 de abril, se ha llamado a 1.667 personas de las que un 7% (117 personas) ha requerido una intervención especial por presentar alguna problemática social, psicológica o administrativa. Además, a través de estas llamadas se han podido detectar tres casos de violencia de género sobre los que se ha intervenido.

Adquisición de materiales

Además, ha puesto en valor la capacidad del Servicio Cántabro de Salud para aprovisionarse y recepcionar gran cantidad de material sanitario para proteger tanto a los profesionales como a los pacientes. En este apartado ha señalado que buena parte de estos productos irán destinados a las residencias de mayores, “a las que ya hemos enviado buena parte de material de todo tipo”.

El consejero de Sanidad ha hecho extensible este trabajo de aprovisionamiento a la labor del Gobierno de Cantabria, el Ejecutivo de España y las donaciones de particulares y empresas a los que ha trasladado su agradecimiento por su solidaridad. Entre los más de 650.000 productos recibidos del Gobierno de España ha incluido 413.185 mascarillas, 6.180 buzos, 200 batas, 208.000 guantes. 2.100 gafas, 1.700 pantallas y 27 dispositivos BIPAP.

Dentro del material gestionado por el SCS ha citado, entre otros, 750.000 mascarillas quirúrgicas, 181.000 mascarillas FFP2, 600 mascarillas FFP3, 1.000 buzos, 15.000 batas, 480 gafas y 2.140 pantallas protectoras. Además de por las donaciones recibidas de particulares y empresas, este material se verá incrementado próximamente por los pedidos tramitados por el SCS pendientes de recibir, entre los que figuran 690.000 mascarillas, 15.000 buzos y 120.000 batas.

Desescalada del confinamiento

Sobre la desescalada del confinamiento, el consejero de Sanidad ha avanzado que el SCS ya está trabajando junto a las gerencias de Atención Primaria y de atención hospitalaria en el diseño de una fase de transición que permita recuperar la normalidad asistencial, quirúrgica, y de pruebas diagnósticas no relacionadas con el coronavirus, manteniendo las medidas de seguridad necesarias tanto para pacientes como para profesionales.

Ante este próximo escenario, en el que se prevé un aumento progresivo de las urgencias y los ingresos no relacionados con la pandemia y que contempla la reapertura de consultorios de poblaciones grandes, ha apuntado la necesidad de fijar normas internas de funcionamiento y comportamiento social que mantengan las indicaciones relativas a la higiene de manos, uso de mascarillas en el interior de los centros o distancias de seguridad. En este restablecimiento de la normalidad asistencial, Rodríguez ha subrayado el “decisivo” papel que va a jugar la Atención Primaria “de cara a la vigilancia epidemiológica”.

No obstante, ha aclarado que se mantendrá la estructura que está permitiendo hacer frente a la pandemia del coronavirus, “especialmente la capacidad de camas UCI y de hospitalización, en previsión de posibles repuntes”.