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La Fundación del Colegio de Médicos de Cantabria organiza una visita cultural a Portugalete y al Museo Guggemheim de Bilbao
El viaje está previsto para el sábado día 9 de febrero y el último día de reserva será el 6 de febrero y se visitará la exposición De Van Gogh a Picasso
La Fundación del Colegio de Médicos de Cantabria, Dr. Marino Marina, subvenciona a los colegiados, que pueden ir acompañados de algún familiar, al viaje cultural a Bilbao y Portugalete que se celebrará el sábado día 9 de febrero de 2019, con arreglo al siguiente programa:
Salida del autobús, de Reina Victoria nº 18 (después de la entrada superior del Palacio de Festivales) a las 9 horas, para estar a las 10’25 en al Ayuntamiento de Portugalete, donde haremos una visita guiada. Con 50.000 habitantes dotado de arte. El antiquísimo nacimiento de este pueblo cántabro, se debió a la pesca, y “ugaleta” era el nombre del puerto cántabro, al que al conquistarle los romanos antepusieron la palabra Portus, y así nace su nombre actual. La Unesco le elevó a Patrimonio de la Humanidad, tras poseer el primer puente colgante del mundo sobre la ría bilbaína, siendo inaugurado este transbordador en 1893, para unir Portugalete y Las Arenas. Pueblo muy devoto y con muy numerosas fiestas religiosas hasta el siglo XX, decaerá después esta religiosidad, aunque conservando muchas actividades festivas con gran éxito de medios y asistentes.
A las 12’45 horas hemos de estar ante el Guggemhein en Bilbao, para realizar la visita guiada de la exposición “De Van Gogh a Picasso” que terminará a las 14’30 horas, y tendremos seguídamente la comida de hermandad en el restaurante Lersundi, afamado mesón de típica comida vasca, con gran variedad de platos de calidad. Después, podemos ocupar la tarde a capricho de cada uno, y quienes estén interesados, pueden realizar la visita al Museo de Bellas Artes. Quedamos citados como siempre a las 20 horas, delante del Museo de Bellas Artes, para subir de nuevo al autobús y regresar a casa, parando el autobús como anteriormente, frente al Hotel Bahía en Santander a las 21’15 horas, y bajándose quienes lo deseen, y el resto lo hará en Reina Victoria, en el mismo punto de donde hemos salido.
En 1963, el marchante y coleccionista Tannhauser, anuncia su intención de donar una importante colección de obras artísticas, a la Fundación Guggemhein, y fallecido, en 1.991 su viuda dona algunas obras más. Actualmente se ofrece una gran panorámica del arte de finales del XIX y principios del siglo XX, que comienza por Cézanne, Van Gogh, Degas y Manet, que abordan temas y maneras modernas en métodos y materiales, y que darán nacimiento en el XX a nuevos estadios y estilos, como Braque y Picasso, y diciendo Tannhauser que esta colección representaba su vida. Veremos ahora a Gauguin, Matisse, Manet, Pizarro, Renoir, Toulouse Lautrec, etc.
La familia Tannhauser, marchante y coleccionista por varios paises de Europa, realizaba numerosas exposiciones, presentando artistas alemanes contemporáneos, y el arte de vanguardia francés, el impresionismo, por lo que también se cultivará este estilo en Alemania, como hicieron Vincent Van Gogh, y también Picasso, por lo que se hicieron amigos de él de por vida. La familia tenía galería en Múnich, pusieron después otra en Lucerna (Suiza), y finalmente otra en Berlín, con obras de Gauguin, Manet y Matisse. Pero al calificar Alemania este arte de degenerado, los Tannhauser cierran sus galerías y marchan a París, y finalmente en 1941, se establecerán, en New York. El compromiso de los Tannhauser con la innovación estética, tuvo paralelismo con el de los Guggemhein, por lo que su donación contenía 30 obras de Picasso.
Estos innovadores artistas, denominados impresionistas, usaban técnicas como la pincelada suelta (para generar sensación de espontaneidad), y la discontinuidad espacial, para deshacer la geometría, y se cambiaban las costumbres, para dar nacimiento al impresionismo. A la inestabilidad política, social y económica en que se vivía, al tiempo del progreso de la época, la acompañará una diversidad de estilos, como reacción al encuentro entre el naturalismo académico, y el impresionismo.
Surgirán después los posimpresionistas, con líneas y colores no naturales, para dar contenido emocional a la obra y, Van Gogh singularmente, interpretó la realidad según la experiencia y sentir entonces de su propio pensamiento, con vigorosas pinceladas y densa pintura, o colores vibrantes y juego de luces (como hacía Braque), u obras aplanadas y estilizadas (como Rousseau). Picasso dejó España para ir a París un tiempo, y tras el glamour, amoralidad y vulgaridad de la vida nocturna, pasa el triste periodo azul, después el rosa, y pasa después por el cubismo y el neoclasicismo, y finalmente el surrealismo, con temas de sueños y deseos reprimidos.
Quienes estén interesados, pueden visitar estas exposiciones que permanecen en el Museo de Bella Artes: 1) Después del 68. Arte y prácticas artísticas en el País Vasco, de 1968 a 2018, revisando cinco décadas de arte vasco, que renuevan el compromiso del Museo con el arte contemporáneo de nuestro más cercano pasado. Arranca, con la incorporación del arte de una nueva generación de artistas vascos, a la escena del arte, y la comparte con los veteranos de la Escuela Vasca, protagonizada por Jorge Oteiza y Eduardo Chillida, con selección de casi 150 obras.
2) El 110 aniversario del Museo, presenta la exposición ABC del Museo de Bilbao, que ocupa todo el edificio antiguo, salas 1-31. Es una visión renovada y ordenada según un alfabeto, de 31 letras y palabras de 4 idiomas; expone y reconoce la historia de cerca de 200 artistas y casi 300 obras, llevándolo todo a referentes culturales, donde entran desde historiadores y filósofos, a poetas.
3) Como obra invitada, y patrocinada por la Fundación del Banco Santander, está la obra de Juan Mateos, considerado un renovador de la escultura internacional en los últimos años, compuesta por dos esculturas de figuras humanas de color gris, expuestas en el antiguo hall del Museo, a 4’5 m. del suelo, colgadas por cuerdas que salen de la boca de cada escultura, y transmitiendo soledad y extrañeza.
El cupo para este viaje queda limitado a 42 personas (por límite de los museos para grupos guiados), y los interesados deben apuntarse en el Colegio, siendo el último día, el día 6 de febrero, dejando un teléfono de contacto con el número suyo y de acompañante, y recibirá esta hoja explicativa, y seguidamente irá a La Caixa, e ingresará 27 € por persona, poniendo el nombre de quien hace el ingreso; si son dos personas familiares, pondrá su nombre y, esposa, hijo o hermano. Si no son familia, hará cada uno su ingreso con su nombre.
El número de la cuenta donde se ingresa es: ES30 2100/1285 640200080414 dedicada a viajes.